NARRA SAMANTHA
Pensé que había llegado la ambulancia, pero no. Me dí cuenta que era tití. Oh no, estámos en problemas, por el alcohol no pude sentir lo que pasaba. Que mierda.
-¡Suban al auto ahora!-dijo tití molesta.
Asentímos y subímos muy rápido, antes de que se siguiera enojando. Fué un camino corto, nadie se dirigió la palabra en el auto. Llegámos a la casa y nos paro frente a la puerta. Estamos chingadas.
-Con que tomaron mucho alcohol-dice tití.
-No, nos emborrachamos con agua-insinuó Yenaida.
-No seas estúpida o quieres que te pegue-dice tití.
En media de la discución Keysha y yo teníamos unas ganas de reírnos intensas. De esas veces que regañan a una amiga y no puedes aguantar las ganas de reírte. Sólo se nos salía dos o tres risitas y tití nos miraba muy mal.
-Estás castigada por tres días, después que las nenas se queden, que te quede claro-dijo tití.
Yenaida nos mira con la mirada de esas que te insinúan algo.
Subímos ligeramente a la habitación de Yenaida.
-Wow, como si le hiciera caso a sus castigos-dijo Yenaida.
-Tengo una super idea pero es especial y tenemos que empezar esta noche a planear. No sé si se atrevan. Tienen que tener bolas para esto-dije.
-Umm, ya sé lo que tienes en mente-dijo Keysha,
-¿Que? diganmen-dice Yenaida.
-Bueno vamonos de viaje a Miami o a Las vegas-dije. Sé que Yenaida no lo creerá.
-Hajajaj, es una broma. ¿Verdad?-dice Yenaida.
Keysha y yo la miramos seria. ¿Éra estúpida o se hacía?
-Porfavor diganmen que es una maldita broma-dice Yenaida.
-Okay, primero nos tenemos que escapar a casa de mi abuela-dije. Estába mas que lista para esto.
Nos salímos por la ventana del cuarto de Yenaida suavemente. Parecíamos unas malditas espías Y cuándo tocamos piso corrímos hasta más no poder.
-Ahora tenemos que caminar mucho-dijo Yenaida.
-Niña no te quejes pareces una bebé-dijo Keysha.
-Es cierto que mucho chillas-dije. Me tenía mal.
Caminamos mucho hasta llegar a casa de mi abuela que quedaba cerca de casa.
-¿Que hora es?-pregunté.
-Las cuatro y cinco-contestó Yenaida.
-Perfecto-dije.
NARRA KEYSHA
Sabía exactamente lo que Samantha tenía en mente, éra muy complicado pero lo podíamos manejar. Tocamos la puerta de la abuela verdadera de Samantha. Nos abre el abuelo.
-Hey, lo que pasa es que tengo mucho dolor y vine a pedir medicina a abuela-dijo Samantha. Esta Sammy es una loca.
-Abuela tengo mucho dolor-le dijo Samantha. La abuela de Sammy tenía mucho dinero en diferentes sobres, en unos mas y en otros menos. La vieja era casi millonaria.
Samantha le cogió la cartera de la abuela para buscar la supuesta medicina. Yenaida y yo le hablamos a la abuela para distraerla.
-Ya vamonos que tenemos que irnos-dijo Samantha.
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El diario de las tres chicas
HumorLa historia de tres chicas muy rebelde que hacen lo que se le peguen la gana sin importarles las consecuencias. Tienen muchos problemas por ser así tan rebeldes y tan impulsivas. Eso las lleva a no conseguir sus sueños. ¿Como?.... Ven y lean la hist...