Un envenenador

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Los cuatro jovenes registraron cada rincón de la casa, pero estaba completamente desierta, ni rastro del científico loco.

-¡Poison! ¡Soy Bloody!- exclamó el albino deteniéndose en el centro del salón con los demás.

De pronto, el suelo del salón se abrió en dos y los chicos cayeron al subsuelo, dentro de un gigantesco cubo de cristal con cuatro compartimentos distintos manteniendolos separados por gruesas paredes de metracrilato.

-Vamos Poison. No me saques de quicio- maldijo Bloody mirando el compartimento de al lado, donde Coco se ponía en pié a duras penas.

- Auch... He caído sobre mi polla... Duele- masculló Sexkiller.

- siento como si me hubiera penetrado un elefante...- bufó Rey

Coco se puso una mano en la cabeza adolorido y gritó al mirar fuera del cubo. Un joven de alocados cabellos verdosos y con una máscara de gas los miraba atentamente permitiendo escuchar su entrecortada respiración.

-Poison, abre- ordenó Bloody cruzándose de brazos

-¿os gusta? - Preguntó el nombrado acariciando el cristal- ni una bala podría atravesarlo-

Coco retrocedió asustado mirando a Moon suplicante por sentirse protegido entre sus brazos, pese a que aquella pared trasnparente se lo impidiera.

- Pero un Bloody cabreado puede que sí- amenazó el albino notando la mirada de Coco en él- A-BRE-ME-

-A mi nadie me da órdenes, mucho menos tú. - Dijo Poison con un notable tono de odio en su voz.

El chico sacó de su bolsillo un mando y pulsó un botón rojizo. Los compartimentos a excepción del de Bloody se llenaron de un gas verde.

Coco golpeó el cristal mirando a Bloody.

-Tu te quedas ahí- sentenció Poison mirando como los otros tres chicos se desmayaban por el gas.

Bloody miró como Poison abría los compartimentos de sus compañeros y los arrastraba al centro del gran laboratorio, donde los ató a cada uno en una silla.

-Gracias por este regalo, necesitaba nuevas conejillas de indias. Los últimos siete reaccionaron mal a mi experimento-

Bloody miró a Coco desmayado pero fingió indiferencia, si le demostraba a Poison lo enfadado que estaba por hacerle aquello a su amigo, sin duda el envenenador habría ganado, ya que esperaba que Moon perdiera los estribos con facilidad y sintiera la impotencia de no poder actuar para salvarlo.

- Okay~ mucha suerte~ - musitó con desinterés el albino.

- La tendré- sentenció el de cabellos verdosos mirando como los tres chicos despertaban.

Con lentitud se acercó a Sexkiller y le puso una mascarilla suministrandole un gas azulado.

- Hola Sexkiller... Voy a probar una cosita contigo estate muy quieto-

-¡¿Que?! ¡¡Quítame esto!!- gritó el de cabellos castaños forcejeando.

Bloody aprovechó la concentración de Poison en sus experimentos para sacar su movil de su bolsillo y mandar un mensaje a Sombra.

-hey. Quieres ayudar a tu ídolo? Ven a esta dirección✅✅-

- Se que estáis allí✅✅-

-Genial. Pues ayúdame✅✅

Un grito ahogado por parte de Sexkiller hizo que Bloody se girara a mirarlo, el chico sollozaba adolorido sintiendo como el gas le resecaba la garganta dejándolo sin respiración.

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