Inocencia Perturbada

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Coco se adentró en la sala bostezando. Su enorme pijama lo hacía verse aún más pequeño e indefenso de lo que normalmente aparentaba.

- Bloody... - dijo bostezando y dejándose caer sobre el albino- tengo sueño... -

Moon lo abrazó con ternura acariciando su cabellera negra con cariño.

-¿y para que te levantas?- preguntó el albino.

- la cama... Estaba muy vacía - confesó Coco sonrojado.

-que lindo... - exclamó Moon abrazandolo y alzandolo en brazos.

-no lo soy... - negó avergonzado el secuestrador - pero me alegra de que vuelvas a ser tu-

Moon asintió sonriente.

-en la noche Poisson me dio una pastilla que me ha levantado el ánimo un poco--

-eso es bueno pero espero que no te salgan alas o un tercer ojo- bromeó riendo el menor - oye... ¿Y si vamos a arcahuetear por la casa? Este sitio es enorme-

-claro- dijo el albino agarrando su mano y acariciandolo

Coco sonrió y tiró de Moon impresionando se por todo por ínfimo que fuera. Bloody lo miró con ternura, sin duda Coco lo descontrolada.

Sammy entró en una habitación llena de juguetes y la miró con curiosidad. Moon se mantuvo en silencio observándolo.
Coco se lanzó a recoger algo del suelo y mostró una enorme sonrisa de felicidad.

-¡¡Señor zanahorias!!- exclamó cogiendo un conejo de peluche.

-vaya... ¿Esta era tu habitación? - preguntó Moon

Coco asintió feliz.
Ambos se quedaron en silencio. Sammy se sumió en sus pensamientos emocionado por poder recordar, jamás había logrado recordar nada y de pronto, fugaces recuerdos surcaban su mente haciéndolo sentir dichoso.

-Oye Coco-

Coco se giró mirándolo sonriente.

-¿Si? -

Moon juntó sus labios un leve instante cerrando sus ojos. Sammy permaneció con sus ojos abiertos mirando al sicario con sorpresa, sin embargo, no se apartó. Esperó a qué el albino decidiera terminar.

Con un rubor en las mejillas, Sam titubeó.

- m-me has besado...-

-Si. -

- n-no lo entiendo- susurró él

La seriedad con la que Moon lo miraba hacia estremecer aún más al menor.

-me gustas-

-¿s-seguro? No será porque somos amigos y... Eso...-

- No lo es. Me gustas y mucho. Desde siempre-

Coco bajó la mirada avergonzado incapaz de mirar los sanguinarios ojos del sicario albino.

- a-a mi... También me gustas... Mucho--

Bloody sintió estremecer su corazón pero luchó por ocultarlo. Aún no estaba seguro de lo que Sammy quería decir.

-¿Quieres decir que podríamos besarnos o incluso hacer el amor? -

El secuestrador asintió.

-yo... Creo que podría besarte- confesó el menor.

- No quiero que te veas obligado a nada-

Sammy clavó sus oscuros ojos en los de Moon negando con la cabeza.

-No me veo obligado... Es que me da vergüenza...-

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