Un lujurioso encuentro

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Coco estaba a punto de desmayarse cuando de golpe el Rey de Corazones lo soltó cambiando su alocada expresión a una de seriedad y resignación.

El asesino se agachó frente al secuestrador.

- ¿Por qué has ido a esa casa? - preguntó

Coco sacó un cuchillo y se lo colocó en el cuello.

- ¿Qué haces? ¿Tanto te cuesta responder una simple pregunta? - preguntó acercando su rostro aún más al del secuestrador -Sé que no puedes hacer eso-

- ¡Aléjate de mí! - gritó Coco

Sus narices se tocaban.

-Hay alguien que intenta matarnos al mejor grupo de asesinos de esta ciudad y tú eres uno de ellos-

El secuestrador lo miró con sorpresa y apartó el cuchillo.

-Lo sabes...-

-Lo sé, así que dime... ¿Quién te envió a esa casa? - preguntó

-No lo sé, era anónimo-

-Bien... debemos arreglar esto, ven a mi casa- sentenció el chico poniéndose en pie.

-No- sentenció el de cabello azabache.

-No mato a los de mi profesión a menos que sea estrictamente necesario. Es honor asesino- aseguró Rey

-No me preocupa eso... Sé que tienes personalidad múltiple y me preocupa tu faceta pervertida-

-Vaya... ¿No quieres que te haga el amor? - preguntó seductor el asesino.

- ¡No te acerques! - gritó Coco asustado.

El Rey de Corazones lo miró con sorpresa y rio mostrando una media sonrisa.

-Venga, vamos. Quiero ver qué está pasando antes de que empeore-

-Está bien... pero no entres en mi circulo vital. Odio el contacto. -

-Vale, vale- afirmó Rey.

Coco lo miró nervioso mandándole un mensaje a Bloody Moon. Al entrar en la habitación, Rey abrió su portátil y miró a Coco sonriendo.

-Ahora que has recurrido a tu adorado Bloody ¿Estás más tranquilo? - preguntó el pelirrojo.

- ¿Cómo lo has sabido? -

-Intuición-

Los dos jóvenes se mantuvieron en silencio mientras Rey miraba con atención la pantalla de su portátil. Sin parar de abrir y cerrar documentos a los que le añadía diversas palabras antes de cambiar de ventana sin darle ocasión al secuestrador a leer lo que escribía.

- ¿Sexkiller también está allí? - preguntó Rey.

-Sí, también ¿lo conoces? -

-Os conozco a todos tan bien como a mi baraja-

- ¿Cómo es posible? -

Rey de Corazones abrió un archivo y se lo mostró. En el archivo figuraba información sobre los diez mejores criminales de aquel tiempo. Coco leyó la información que el sicario había recopilado sobre él y apreció que había añadido en el documento su fobia al contacto humano.

-De Bloody casi no hay información- susurró el de cabellos negros.

-No, solo el nombre, alguna de sus víctimas y una pequeña descripción- respondió el sicario.

-Normal, es mi amigo e incluso a mí me resulta desconocido a veces-

- ¿Amigos? ¿Un asesino puede tener amigos? -

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