-¡Coco no está!- gritó Bloody dejándose llevar por el pánico.
-¡¿Como que no está?! ¡¡¿No te has dado cuenta de si se ha ido?!!- gritó el de mechas rubias vistiendose apresuradamente.
- ¡Claro que no! ¡Acabo de despertar!- respondió Moon desesperado
- ¡tal vez le asustaran tus putos gemidos masoca de mierda!- gritó Poisson molesto.
- ¡¡deja de echarme la culpa de todo!!- bufó Sexkiller con enfado mirando con molestia a Poisson.
- Dejad de hacer el tonto. Tengo que encontrarlo-
-¡está bien! ¡Está bien!- bufó Poisson
- ¿siempre hay que salvar al niñato ese o que?- preguntó desesperado Killer saliendo con los demás de la casa.
Fuera, en el bosque, el olor a quemado se intensificaba.
El humo subía por encima de las copas de los árboles llamando la atención de los cuatro asesinos.Buscando desesperadamente, por fin, vieron a Coco apoyado en un árbol, intentando retroceder al toque de un desconocido en un traje immifugo.
Coco observaba con terror la mano del desconocido. Temía desmayarse si entraba en contacto con él. De ninguna forma quería sentir a nadie tocar su piel.
-¡Coco!- lo llamó Bloody.
El secuestrador dirigió la mirada hacia el albino justo cuando el desconocido posó una mano en su cabeza haciéndolo gritar.
Moon apretó la mandíbula y corrió lanzándose sobre el chico de cabellos anaranjados.
-¡Aléjate de él!- gritó Bloody.
Bloody llevó las manos al cuello del chico y los estranguló dejándose llevar por el odio y la ira. El joven forcejeo contra Moon. Para sorpresa de los criminales, el pirómano logró cambiar las tornas pero solo durante un leve instante, luego Bloody empezó a llevar la ventaja en la pelea.
-¡¡No lo mates idiota!! ¡¡Lo necesitamos!!- gritó Poisson tirando del brazo derecho del albino.
- ¡Bloody! ¡¡Coco está a salvo!! ¡Calmate! - Añadió Sexkiller tirando del brazo izquierdo.
Bloody se levantó dándole una patada en la cabeza y otra en el estómago, pero el joven de cabellos anaranjados ya no estaba consciente.
Coco se tapó los ojos asustado retrocediendo hasta chocar con Rey, a quien miró asustado.
- hola lindura~ ¿estás bien?-
Bloody clavó sus sangrientos ojos en Rey amenazante. No iba a permitir que nadie tocara a su Coco, mataría a quien hiciera falta.
- oye, oye - le dijo a Moon levantando las manos con inocencia - tranquilo que no hice nada-
- e-estoy bien...- musitó Coco apartandose de Rey para evitar contacto físico con él.
Killer suspiró planteándose si él era el único normal del grupo de criminales, luego se acuclilló frente al desmayado pirómano y le apartó el anaranjado pelo de la frente.
Era un joven atractivo y alto, bastante alto. Unas pequeñas pecas coloreaban sus mejillas llenas de hollín.
Sus musculosos brazos estaban llenos de quemaduras y heridas y Killer se preguntó si el resto de su cuerpo también lo estaría.
Al notar la molesta mirada de Rey en su nuca, Killer se apartó dejando que el envenenador se acercará y mirara al pirómano con curiosidad.
- bueno... Alguien tendrá que llevarlo a casa-
Poisson alzó el brazo ofreciéndose voluntario. El envenenador se inyectó un suero y con gran fuerza cogió al criminal en brazos.
- listo-
- eso es hacer trampas ¿lo sabes?- preguntó Sexkiller
- Si, serían trampas si hubiera reglas. Pero en el amor y en la guerra todo vale- comentó Poisson.
Mientras los criminales hablaban encomendando el camino a casa, Bloody se agachó frente a Coco y lo abrazó.
- ¿te hizo algo?- preguntó el albino.
- M-Me tocó...-
-¿dónde te tocó? ¿En el brazo?-
- M-Mi hombro y mi cadera- musitó el secuestrador avergonzado.
- lo mataré...- musitó entre dientes Moon rodeando a Coco con fuerza entre sus brazos.
- ¡N-No! ¡Estoy bien! Tranquilo...-
- igualmente lo mataré- sentenció el sicario.
- ¡Pero lo necesitamos!- exclamó el de cabellos negros.
-Es cierto, el es Firemurder, el pirómano que Sombra pretende reclutar - añadió Sexkiller mirando al pelirrojo -aunque pensé que sería más mayor... Es demasiado joven a decir verdad-
-Algunos comenzamos muy jovenes con el crimen- añadió Coco
-Ese no es el problema- se quejo Moon- el problema es que quiero matarlo y no puedo-
-Yo puedo dejarte suero, será divertido torturarlo- susurró Poisson entrando con los demás en la casa y dejando a Firemurder en una silla.
Bloody miró a Firemurder con odio y asintió levemente.
-Tal vez pueda probar alguno de tus sueros con él- comentó Moon
Poisson mostró una alocada sonrisa atando con fuerza al pirómano.
-perfecto. Dadme el suero de la verdad y una vez lo haya confesado todo le pondré un poco de suero alucinógeno-
Bloody le tendió una jeringuilla y el envenenador se preparo para inyectarsela al chico cuando despertara.
Tras un corto rato de charla, el pelirrojo se movió levemente abriendo los ojos, encontrando la sangrienta mirada de Bloody Moon fija en él.
Poisson tampoco se molestaba siquiera en parpadear, las facciones del criminal lo habían hechizado. Las quemaduras que dejaba ver su piel le gustaban, él también tenía cicatrices y marcas, y se sentía un poco acomplejado por ello. Pese a que no quería parecer amenazante, el envenenador fruncia el ceño con odio, como si estuviera juzgando su mirada de ojos castaños.
El pelirrojo notó también la mirada del resto de criminales, sin embargo, eran los ojos rojos de Bloody los que le hacían perder el aliento.
Fire intentó hablar, pero antes de poder hacerlo recibió un bofetón que lo dejó sin aliento.
Un escalofrío recorrió su espalda, estaba a punto de descubrir lo que era el dolor...
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El Plan Perfecto
RandomLa venganza se sirve bien fría, tras casi diez años planeandolo, por fin, el mayor criminal ha conseguido idear el plan perfecto. Para ello debe juntar al top diez de los peores criminales, haciendose responsable de los sentimientos que entre ellos...