Ready Girls?✔️ (EN EDICIÓN)

5. El rechazo

Nota mi nerviosismo y me sonríe, —Tranquila, puedo parar en cuanto me lo digas— asiento dudosa.

Echa para atrás mi asiento, empieza besando mi cuello, dejando besos húmedos y calientes por mi clavícula hasta arriba de mi cuello, siento su dedo recorrer mi entrepierna.

Esto no está bien, solo nos conocemos de dos dias, esto es lo que quiere el, usarme y tirarme, y no pienso ser una de esas.

Un poco tarde piensas eso, ¿no?

Ay que tonta eres Almu, estás dejando que consiga lo que quiere.

Se lo estoy dando en bandeja...

—No.

Se para y me mira, —¿No que?

Pongo mis dos manos en su pecho, —No...

Me sonríe, —Nunca una chica me había dejado a medias.

—He sido la primera.

Asiente, —¿Que quieres hacer?

—No lo se...— le miro aun sonrojada.

—Esta noche hay un concierto.

—¿En donde?

—Te daré la ubicación esta tarde.

—De acuerdo.

Noto que no le ha gustado que le deje a medias, pero no pienso darle todo cuando él quiera, eso no está bien, tampoco esperaba esa reacción... pensaba que me iba a decir que siguiéramos o se iba a apartar de mi con enfado, pero su reacción ha sido muy buena.

Los minutos pasan como horas, cuando por fin el coche se aparca en la entrada del instituto, cuando salgo del coche mis amigas me ven y vienen corriendo.

—¿Te vere esta noche?— le pregunto.

—Tal vez si— me mira, —o tal vez no.

Bufo,—Te encanta ponerme en duda.

No me responde, esta mirando a sus amigos.

No digo nada mas, voy hacia mis amigas, en cuanto me acerco me piden detalles.

—Ni un: ¡hola Almu! vosotras siempre por los detalles, que bonito.

—¿Donde estabas?— me pregunta Maria.

—Con un vagabundo, me ofreció una tarde loca a cambio de dinero. ¿Tu que crees?

—Tia te hemos salvado el pellejo, gracias a nosotras no han llamado a tu madre para que la dijeran que no estabas en el instituto— me avisa Caroline.

—Vamos a la cafetería, es la hora de comer, y tendrás hambre después de...

La paro antes de que lo diga, —No hemos hecho nada.

—¿No habéis...?— sigue Maria.

—Nop— pronunció la  P  lo más que puedo.

—¿Y que habéis hecho?— pensativa, Caroline me mira, esperando a que la responda.

—Veras, hemos estado por lo menos en el coche una hora, y después ha empezado a torturarme mientras conducía, le he pedido que pare el coche, casi lo hacemos, pero le he parado— las explicó.

—Tia eres tonta, te lo podrías haber tirado— me regaña Maria.

—No quiero que mi primera vez sea así de ridícula, además, no soy como tu.

—Lo se, pero un polvo y a tomar por culo, sin compromisos.

Voy a coger la comida cuando veo a Anna meterse con una chica.