15. La desaparición

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Caroline.

—¿Vistes a Almu?— pregunto a Maria con la mirada puesta en otra persona.

—No, es viernes y no ha aparecido en toda la semana, ¿vamos a su casa a preguntar?

—Estoy realmente preocupada— resoplo, —cuando vi a Almudena el domingo parecía realmente destrozada...— trago grueso, la imagen de almu haciéndose cortes en la muñeca me hace toser. Una presión nace en mi pecho, una presión demasiado fuerte, de repente, la preocupación me invade. Intento alejar cualquier pensamiento malos, pero me es imposible. ¿No será capaz, verdad? Ella es fuerte, puede con esto y con más.

Empiezo a respirar agitadamente, noto como una ola fría de sudor me atraviesa.

—¿Carol?— abre los ojos como platos, —¡Caroline!— me sacude bruscamente, no respondo. Solo puedo imaginar a Almudena llorando y arrastrándose por el bosque, —¡Profe!— escucho voces de fondo y una Maria demasiado desesperada agitándome los hombros.

De repente, lo veo todo negro.

-

—¿Se despertó?— veo a alguien borroso, trato de parpadear y consigo distinguir a la persona, Maria. Noto como alguien se mueve a su lado, Ryan esta a su lado, mirándome bastante desconcertado y Taylor también esta en la sala.

—¿Que me paso?— murmuro.

—Te desmayaste— Ryan responde, su voz tan usualmente fría, lo que me pone la piel de gallina. Realmente si es verdaderamente frío, Almudena no exageraba, —¿Almudena vino hoy?— alzo una ceja y me apoyó en mi codo, —Quiero hablar con ella— se rasca la garganta.

—¿Que cojones te importa? —chillo levantándome rápido de donde estoy sentada.

—No ha venido— Maria se cruza de brazos, —Y tampoco creo que quiera hablar contigo después de lo que la hiciste— responde con agresividad.

—Ese no es tu problema, tengo que hablar con ella, no contigo— Ryan hace una mueca de desagrado.

—Vamos a ir esta tarde a preguntárselo a su madre...— carraspeo ante mi voz débil, —creo que... — tomo una bocanada de aire, —Creo que la pasó algo malo.

El solo se queda callado mirándome fijamente, arrugando sus cejas. Está preocupado realmente después de oír mis últimas palabras. Veo cómo sale a toda pastilla de la enfermería y voy detrás d él corriendo, —¡Espera!— me paro y apoyo mis manos en las rodillas, cogiendo aire, —¡voy contigo!

—No sabes a donde voy— camina más despacio, parándose en su coche, me da una mirada curiosa cuando abro la puerta.

—Oh, claro que si lo se— me monto en el asiento copiloto y cierro la puerta de golpe, —No soy tonta, he visto tu reacción cuando lo he dicho, estás preocupado. Vas a ir a su casa a preguntar por ella.

Aprieta su mandíbula y arranca el motor, —Bien, como quieras.

—¿Nos vamos ya?— pregunto.

—Viene mi hermano— giro mi cabeza y veo a Taylor venir hacia nosotros corriendo. Sonrío como tonta y Ryan suelta una carcajada, —No me jodas, te gusta mi hermano.

—No...— el rojo sube por mis mejillas delatándome.

—No era una pregunta, es una afirmación. Además el rojo de tus mejillas me dice lo contrario.

—Que te importa... —susurro cruzada de brazos.

—Tu te callas, no le digas nada— toso cuando entra al coche y se pone el cinturón.

Ready Girls?✔️ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora