Un dolor fuerte de cabeza me hace abrir los ojos y maldecir entre dientes, los rayos de sol se estampan contra mis ojos, haciéndome entrecerrarlos, el sol mañanero me calienta la cara. Analizó la habitación y veo a Kira en mis piernas, sonrío y me olvido del dolor de cabeza hasta que otro pinchazo más fuerte me vuelve.
—Auch.
Me masajeo las sienes y me vuelvo a tumbar, la almohada encima de mi cabeza tapándome del sol, muevo mi brazo derecho hacia la esquina de la cama y noto algo caliente en ella. Frunzo el ceño, me giro para averiguar que es lo que impide el paso de mi brazo.
—Oh mierda— susurro y abro los ojos como platos, me llevo las manos a la cabeza y me descoloco aún más el pelo. Una espalda, de un chico y no cualquier chico.
Reconocería esa espalda llena de tatuajes en cualquier lugar. Ryan.
Las sábanas le cubren hasta la cintura, dejando al descubierto esa espalda tan perfecta que tiene, sus brazos pasar por debajo de la almohada y su cara está hacia mi dirección. Sus labios gruesos están medio abiertos, su pelo color azabache está descolocado. Se giró y pude notar como tenia una erección, me sonroje inmediatamente, apartando la mirada.
Respiro profundamente y me siento a horcajadas, mi cabeza palpita en protesta y mi estómago ruge.
¿Otra vez?
Echo un vistazo a Ryan y me subo la sabana, tapando lo suficiente, mi espalda quedando a la vista. Estoy desnuda. No puede ser.
Jure no volver a involucrarme con Ryan, una semana después me encuentro en la cama, desnuda, con el.
Veo una camiseta color blanca y me la pongo.
Cabreado, le arranco la sábana a Ryan y le sacudo bruscamente, sus bóxers son de color negro. El balbucea y se pone boca arriba, dejando a la vista sus perfectos músculos. Vuelvo a sacudirlo y él abre sus ojos.
Me sonríe, —Hola.
Le doy una mirada seria, —Que haces tu aquí.
—¿Dormir?— su sonrisa se ensancha.
—¿Y no tienes una cama en tu casa sobrándote el dinero?— me cruzo de brazos, intentando soñar lo más fría posible.
—Te prefiero a ti— su respuesta me sorprende pero lo remplazo bufando.
—Yo no— respondo y le intento tirar de la cama.
Me agarra de las muñecas y se las arregla para tirarme a la cama y subirse encima mía, —Pues yo si y tu también.
—No— me zafo de su agarre e intento alejarme de él, pero su peso encima del mío no me lo permite,
—Suéltame, Ryan— le advierto lo más calmada posible.—¿Y si no quiero?— puedo ver en sus lindos ojos que me está retando.
—Yo...— arrugo mi nariz
—Tú que— sonríe divertido.
—Te daré una patada— me cruzo de brazos tapándome.
—Hazlo— me reta y se lame los labios.
Aprieto mi mandíbula, me está retando. Sonrío y con mi rodilla le meto una leve patada en el estómago. Él lleva su mano hacia la zona donde le he dado y vuelve a mirarme sonriendo.
—¿Por que sonríes? Te acabo de pegar— frunzo el ceño, el sigue sonriendo, sin despegar su mirada de la mía.
—Me lo merecía— puedo sentir el calor que emana de su cuerpo. Estamos peligrosamente cerca. Mi corazón empieza a latir como loco. Se inclina hacia mí lentamente, dejándome sentir su aliento en mi cara.
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Ready Girls?✔️ (EN EDICIÓN)
Teen Fiction¡TERMINADA! P R O L O G O Advertencia: Contenido +18 Ryan... es el típico chico por el que cualquier chica se moriría. Alto, guapo, atlético, tiene unos ojos azul cielo que te descolocan y hace que se te caigan las bragas, pelo negro... y un cuerpo...