Y yo que culpa tengo si me salen plantas carnívoras de la boca y de los ojos un universo decadente...
Si la vida me echa un cable y yo me lo engancho al pecho para sufrir una descarga dulce que me huele a verso...
Si las noches se me hacen íntimas contándome lo que se les cuela entre las piernas, o si la cama tiene el pelo suelto la lengua caliente y las mantas deshechas....
Yo, que tengo a la esperanza desesperada, tirándose del pelo, que camino de puntillas deseando alzar el vuelo.
Que necesito a la vida más traviesa que nunca, que el salto al vacío resultó ser salvavidas.
Yo que pierdo el sueño en las esquinas de tu cuerpo, que adoro el rostro apagado en lo oscuro del averno.
Yo que subí a besar las huellas que nunca hicieron que retrocediera... Yo que creía que era fuego y era hielo del que quema...
Rebeka V.
