No me obstruyas las ideas con paredes de hormigón. Que no tengo tiempo para todo el tiempo que se perdió.
No le saques las castañas a mi fuego para despues quemarme con ellas, que ya tengo el cuerpo en carne viva y la carne pudriendo.
No le grites a mis silencios con recuerdos sordos, ni le ates las piernas a la vida que es un reptil hambriento.
No me digas que me amas para luego solo quererte a ti, no me beses con dulzura para que acaben sangrándome las encías.
Que mis dientes ya no son sonrisas, ni mis ojos carcajadas.
Devuelve toda la vida que teníamos, que no nos pertenecía. Que me he quedado en banca rota apostando todo mi amor a tu lotería.
Rebeka V.