26. Letras

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La tristeza guarda sus mejores letras. Las tiene secuestradas como un rehén que se enamora de su agresor y solo las deja salir a tomar el aire cuando le falta el oxígeno o la respiración asistida.
Hoy es un día como otro cualquiera. Otro de esos en los que los pájaros siguen cantando, insultando e incluso riéndose del mundo. Confundiendo a los humanos con sus cantos de sirenas con alas que lo único que piden es la libertad de que no sean atadas o enjauladas.
El cerebro, otro cómplice del desquebramiento, de la guerra desatada cachonda y enferma que agoniza con la idea de una vida más llena de gente viva que de personas muertas.
Siento como mis miles de puertas internas se abren de piernas y piden amor propio. Como el que se da uno mismo por la necesidad de amarse con todas las letras.
Si te piden ser feliz regálate la idea de serlo, salta por la ventana, déjate caer, vuela en secreto, como lo hacemos todos los que nos escribimos para vernos.
Todo es lucha, sangre en la boca, relamidas, olores, sexo, infancias interrumpidas demasiado a tiempo. Que prisa tenemos por crecer para que cuando lo hagamos nos sintamos diminutivamente pequeños.
Vive el instante no tendrás otro igual. Las olas se repiten, el tiempo pasa pero nunca es el mismo. Las horas son relojes derritiéndose ya los pintó Dalí en su desierto. Empápate de la lluvia, de las bragas, orgasmos... no te sientas mal por ello. Follar tiene la ventaja de luchar con alguien en una guerra donde solo hay ganadores...
Amar tiene la desventaja de la huida de cabeza al corazón bombardeante de quien quiera besártela y retenerla.

Rebeka V.

La octava luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora