Juana

cap 17

¡¡Buenas, buenas!!  ¿ Como estan? Yo reapareciendo. Pido disculpas por las demoras pero nuevamente caí enferma, aparte estuve complicada con el trabajo, sin contar con que el último capítulo de Juana me dejó totalmente devastada. 

Pero aquí estoy... ya estoy de vuelta. Gracias por la paciencia que me tienen. 

Bueno, sigamos con la historia, aunque tengan presenten que no vienen capítulos alegres. Lamentablemente la felicidad en la vida de Juana llega muy tarde. 

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Aquel día, la Madre de Juana no sospecho nada. Juana tampoco demostró nada. Se baño para ir a la escuela y  llorando  a escondida partió caminando muy despacio,  preguntándose, ¿xq le pasaban estas cosas? ¿ porque Dios no la cuidaba? ¿ por que nadie se fijaba en lo que ella sentía o quería? Eran tantos los ¿ porque? que no sabía hacia dónde recurrir. 

La tarde en la escuela pasó en silencio, inmersa en las letras y números que podia encontrar. Tenía que terminar lo más rápido posible de estudiar y mandarse a mudar. Si había algo que la detenía era su corta edad y su hermanita, pero nada más. Aunque entendía que iba a llegar el momento en el que tendría que convertirse en una total egoísta y dejar de pensar en su hermana como su hija , después de todo ella  tenía una madre que de alguna u otra forma debía aprender a ser madre. Y ella debía irse, tenía la necesidad de tomar rumbos por otros lugares. Por lo que había decidido cumplir sus dieciocho años de edad y buscar su camino. 

Era muy chica para pensar así, eso... ya lo sabía...Pero, también entendía que en ese lugar, en su casa, con su Madre y rodeada de todo lo que no le gustaba ni compartía , no era feliz y ella necesitaba ser feliz y aparte... paz. Añoraba la paz interior y exterior.  

 Hacían ya 5 años que solo sufría , tenía que ver borrachos en su casa, cuidar de su hermana, el padre hacía ojos ciego a todo, la madre alcohólica y encima ahora este hombre , este inmundo la hacía sufrir de tal modo que ella no entendía ¡por qué! Miraba al cielo y pedía una explicación pero nadie era capaz de dársela.

RELATA JUANA

La semana paso entre silencios y pesadillas. Si, Yo  tenía pesadillas todas las noches, mi gastritis se incrementó, y los vómitos hacían desastres en mi estómago. Aun asi, yo seguia, no paraba de soñar. Soñaba con que este hombre no volviera, soñaba con que no me volviera a pasar lo mismo, pero, era obvio que eso no sucedería. 

La pesadilla  se adelantó y me encontre con la imagen de aquel hombre antes de lo previsto. 

Era martes en la noche y mi Madre nos mandó a dormir a lo de mi niñera. Después de pasar una noche tranquila, me desperte con la añoranza de que no era domingo ni lunes y por lo tanto era muy probable de que Rubén no estuviese en mi casa, por lo que sali corriendo con mi hermana de la mano. Pero cuando llegue, la decepción se apoderó de mis ojos y en mi voz lo hice notar. 

- Hola Má, ya estamos aquí. - Dije  cuando la encontre a mi madre aun acostada con una remera blanca y en bombacha, mientras Rubén estaba sin remera y con un jeans oscuro. 

- Hola hija, ahí voy- Dijo mientras se levantaba de la cama y se ponía un pantalón. Yo opte por salir de la casa, camine cabizbaja hacia el patio, mientras mi hermana jugaba, y ella pensaba -" Ahora se va y empieza mi pesadilla,pero si me pide que entre no lo voy a hacer así se enoje" -

Mi madre salio después de poner la pava, nos  hizo el desayuno a las dos  y se sentó con nosotras a tomar unos mates. Minutos después salió el prendiéndose la camisa de color celeste que llevaba puesta y pregunta.