CAP 23

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Juana muy triste por el poco entusiasmo que puso su madre por la noticia de su casamiento, recurrió a hablar con su Padre.  Aquel hombre que nunca le había dado nada, se sentó frente a él y le dijo

- Papá, me voy a casar , estoy enamorada y necesito tu permiso -, el padre miró su hija con ternura y a la vez con preocupación y luego de unos segundos en silencio, respondió. 

- Hija... sos  muy chica para casarte. Mejor vive tu vida de otra manera,  proba con la convivencia  primero  y después ves si estas dispuesta a casarte. Vivir con alguien en pareja no es fácil. No es lo mismo que vivir en tu casa con tu mamá y hacer lo que vos quieras. Vas a querer salir con amigas, vas a querer conocer lugares y si tu marido no esta dispuesto a hacerlo, se te va a complicar. - Se lo dijo totalmente serio y con los ojos clavados en las pupilas negras de ella. Se podía sentir el temblor de su voz por la preocupación que le causaba el pedido de su niña.   

- ¡NO papá,  quiero casarme...!- Le gritó Juana totalmente molesta. Es que la Joven sentía que se le estaban escapando los sueños- ¡  Ya que no me has dado nada más que dolores de cabeza, te pido que me des el permiso para casarme! Nunca te e pedido nada, nunca te moleste con nada. ¡ ESTA ES MI OPORTUNIDAD DE VOLAR Y NO ME ESTÁS DEJANDO! - El padre de Juana la miraba atónito, no podía creer lo que estaba escuchando. - el padre respondió ofuscado, molesto y hasta decepcionado de lo que estaba escuchando. Si bien era un hombre totalmente machista y bruto, esta no era su hija. Ella jamás utilizaría un hombre para huir de la vida que tenía. Y no estaba siendo egoísta el, al contrario, estaba convencido que esta vez su hija era la equivocada. 

 - ¡¡NO JUANA TODAVÍA SOS CHICA!! No  ves hija acaso que si yo te permito casarte vas a tirar toda tu vida por la borda- Lo decía con desilusión, con angustia- Yo quiero que vos hagas lo que te haga feliz, y voy a apoyarte en todas y cada una de tus decisiones, pero eso... eso hija no significa que yo te vaya a permitir equivocarte. Y MUCHO MENOS EN ESTA LOCURA. Vos sos mucho mas inteligente, yo se que en un futuro me vas agradecer. - Se levantó de la mesa y salió como alma que se lleva el diablo. 

Juana enojada salió con lágrimas en los ojos, y recurrió a los brazos de su amor, a contarle lo que sucedía, este la abrazo y con un beso en la frente la animo.

- bueno Juana esperemos a que cumplas los 18 en un par de meses y luego nos casamos, mientras empecemos con los preparativos. - Se lo dijo con tranquilidad, como si lo que sucediera no fuera un problema. Juana no muy convencida acepto y no se habló más del tema. 

Al pasar los días ellos iban buscando un salón, viendo las tarjetas, los diferentes vestidos y los diversos trajes para su amado, ya tenían testigos y padrinos, ya tenían la fecha y los anillos elegidos, estaban muy felices los dos, todo iba como viento en popa.
Corría el mes de abril y ellos tenían pensado casarse en noviembre, días posteriores al cumpleaños de Juana, cosa de no perder el tiempo decía ella. 

Aquel día Juana se despertó incómoda, con algo de nauseas, y mareada, su gran enamorado, la llevó al médico porque según él estaba paliducha, entonces fue que el médico revisó a Juana y le dio la GRAN noticia de que estaba embarazada..

 Juana casi muere del desmayo, el enamorado quedó blanco transparente, parecía que en cualquier momento se desmayaba, pero ambos estaban  felices, en definitiva se iban a casar y pretendían una vida juntos, el problema era la madre de Juana quien no aceptaba aquel amorío y mucho menos aquel muchacho. Definitivamente la noticia sería un balde de agua fría para la Madre de ella y el miedo de como lo  tomara le hacía poner los pelos de punta. Con todo el miedo que esto les causaba se subieron al auto y en un silencio que se cortaba con un hilo fueron a enfrentar la situación. 

Llegaron a casa de Juana,  se sentaron con su madre y trataron de explicar. - Mamá, nosotros vinimos hasta aquí por que tenemos que decirte algo- Se lo decía con la voz temblorosa mientras jugaba con sus manos y la Madre de Juana la miraba con angustia en sus labios.  Ya sabía que le iba a decir su hija, y no era nada agradable- Nosotros , bueno... resulta que hemos tenido un percance... Mami- Le decía mientras le buscaba la mirada y su madre con la cabeza gacha y de lejos podía ver unas lágrimas caer de sus ojos- Mami... estoy... estoy... 

JuanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora