CAP 28

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RELATA JUANA

Era 14 de mayo cuando nos entregaron las llaves de la nueva casa. ¿ Saben lo lindo que se siente tener una casa de verdad? ¡ TENÍAMOS UNA MANSIÓN EN COMPARACIÓN DEL RANCHO QUE TENÍAMOS ANTES! Por empezar la casa TENÍA EL BAÑO ADENTRO Y TENÍA UN INODORO, dos dormitorios, una casita de dos aguas, con la cocina y el comedor todo adentro. ¡ ERA TOCAR EL CIELO CON LAS MANOS! Había PISO DE CERÁMICA ROJA , y adelante tenía todo para poder tener un jardincito. Ya me imaginaba tener un montón de flores que adornara el frente de la casa. Realmente era con lo que siempre había soñado. 

No tendríamos que sufrir en épocas de tormentas con que el agua entrara por los techos, tampoco habrían arañas en los techos, y lo mejor de todo es que tendríamos un baño donde poder bañarnos totalmente cerradito donde no pasariamos frío. 

Obvio que conseguirla no fue fácil. Mi mamá y yo tenían que  ir todos los días a la municipalidad del pueblo para saber como iba la cuestión de la casa. Siempre nos  daban vueltas, nos repetían;  vuelvan  mañana a las 8 am y nosotras  íbamos, vuelvan  a las 15 pm y nosotras ahí estábamos, muchas veces nos  hacían ir para no decirnos  nada. Sentíamos que nos tomaban el pelo. ¿ Saben lo difícil que fue? Nos teníamos que comer muditas las humillaciones y maltratos psicológicos a los que nos enfrentabamos. 

Yo estaba con unos compañeros del terciario que cursaba en aquel momento, intentando hacer unas tareas, por más que fuera todo oscuro yo no perdía las esperanzas de estudiar y recibirme para poder irme. En ese momento me llamó mi madre y me informo con lágrimas en los ojos que ya teníamos casa. ¡IMAGÍNENSE MI ALEGRÍA! Saltaba y lloraba. Al fin tendría mi casa , mi espacio. No es que estábamos mal en la casa de mi amiga, pero no era nuestro lugar, no podíamos hacer mucho... No es como vivir en tu casa que podes dormir el tiempo que quiera , a la hs que quieras,o puedes andar en calzon por la casa. Pero siempre estuvimos realmente agradecidas por el apoyo y por acogernos en un momento tan difícil.

Así fue como aquel dia lloramos de la emoción de saber que ya teníamos un techo donde vivir, y ese mismo día nos cambiamos de  casa. Un compañero nos llevó en su camioneta desde la casa de mi amiga hasta la nueva casa, cargamos todos los bartulos en la parte de atrás de la camioneta y partimos. 

Era tanta pero tanta la emoción,   que no nos  dimos  cuenta de que no teníamos  más que la ropa y un par de frazadas y dos colchones, es decir, no habían camas, ni mesa, ni sillas, ni cocina donde cocinar, por lo que yo  conseguí una parrilla, madera y carbón para cocinar, ollas nos  dieron cuando estábamos evacuadas en la escuela, al igual que platos y vasos.

 Por un tiempo  estuvimos  viviendo así, hasta que el gobierno decidió indemnizar a los evacuados, pero la ayuda no sirvió mucho, ya que solo nos  dieron 4000 $ para empezar. Yo hervía de la rabia ,  estaba más molesta, y sobre todo sentía que me  estaban tomando el pelo...¡O  Peor! Sentía que me  humillaban, por que con 4.000 pesos no podía hacer nada, no podía comprar ¡Nada! por lo que decidí entonces, comprar una tv para que mi  madre y mi  hermana se entretuvieran , compre ropa de abrigo para mi  hermana y mi  mama,y los útiles de la escuela de la hermana, pues mucho más no podía hacer , el resto lo guarde como ahorros de emergencia.

Al pasar los días,  buscaba comprar camas por que no podía dejar a mi  madre asmática y a la nena  diabética durmieran en el piso - ¡ Lo ultimo que falta es que se me enfermen de neumonía!- Pero no me  alcanzaba la plata, entonces tomé la decisión de acercarme a la radio del pueblo y "pedir..." Si, en mi  vida había tenido que salir a pedir y realmente fue muy duro presentarse y decir -¡ Vengo a pedir si alguien me puede donar una cama!-  Pero no me  quedó de otra, no había otra opción. A la dignidad y al orgullo me los guarde en el bolsillo de atras del pantalon y me sente frente al microfono y dije: 

JuanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora