cap 24

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Los días pasaron, y el viaje de egresados tan esperado para Juana llegó. No solo se fue a modo de "escape" por el fallido noviazgo, sino que era la primera vez que se iba de viaje sola. No se iba muy lejos ni tampoco se iba por muchos días por que la realidad es que no tenia mucho dinero, ni ella ni sus compañeros. Aun así se fueron, y la aventura comenzó así:

RELATA JUANA

Estaba dolida, maltratada y hasta humillada. Me habian dejado vestida y alborotada por un embarazo perdido. Cristian me había tratado de MENTIROSA y de ASESINA. En el hospital tampoco la pase bien... es que cuando una chica jovencita va a pedir atención médica porque sufrió un aborto producido o  espontáneo, dejas de ser una mujer que perdió su embarazo para ser la porqueria mas grande del mundo. 

Recuerdo que la noche en la que ingrese al hospital estaba con un pantalón de dormir de color azul oscuro y una remerita color mostaza, tenía miedo y me dolían mucho los ovarios, sentía que la cintura se me abría y que las caderas se me partian en dos. Miraba a los enfermeros y enfermeras con súplica de que hicieran algo. Mi madre ingresó conmigo y pidió a los gritos un médico hasta que una enfermera me vio y me pidió subir al área de maternidad. Por dentro sentía que  el mundo se me derrumbaba y le pedia algun santo o Dios que me protegiera. Entonces me ingresaron a una sala fría solita, la enfermera me miró a los ojos y con asco me miro el pantalón manchado con sangre y me dijo - Dale chiquita , sacate el pantalon y ponelo en esta bolsa por que vas a manchar todo- Lo dijo como si yo estuviese haciendo algo malo o como si mi dolor no importara , yo solo asenti con la cabeza cuando me vino de golpe una contracción y entonces las piernas se me aflojaron y termine en cuclillas. La Mujer que era alta y regordeta me vio y casi corriendo y de un tirón me levantó con brusquedad del brazo izquierdo y me grito - ¡TE HUBIERAS CUIDADO Y AHORA NO ESTARIAS ASI, MIRA COMO MANCHAS TODO! ¡ DALE NENA , LEVÁNTATE Y DEJA DE LLORAR QUE CUANDO TE LA METIAN NO LLORASTE, BIEN... QUE GOZASTE! - Yo no tenía fuerzas ni para responder, ¡ ESTABA PERDIENDO MI HIJO! y no se si nadie me entendía pero en ese momento se ve que no. Me levanto y con dificultad camine hasta la camilla del ginecólogo, me senté y esta tuvo la "piedad" de ayudarme a subir las piernas. Temblaba... temblaba mucho, no se si del frío o del miedo, o quizás de las dos cosas. La mujer me vio y me dijo - TE ESTAS YENDO EN SANGRE, AHORA LE DIGO AL MEDICO QUE SE APURE- y salio dejandome ahi  mientras yo podía sentir como las gotas de sangre caían por la camilla. 

Lagrimas en silencio caian por mi rostro que terminaban fundidas entre mi cabello despeinado, las piernas no dejaban de temblar y mis manos estaban aferradas con fuerza a las barandas de las camilla. El medico entro, me miro y me sonrió como tratando de darme tranquilidad o intentando calmarme y me dijo - Hola gordita. ¿ como te llamas? - Le respondí con la voz temblorosa y sin poder frenar mis lágrimas - Me llamo Juana y tengo diecisiete años- Le dije mientras lo miraba a los ojos. Se sentó frente a mí y empezó con las revisiones correspondientes. Y una vez que las termino me miro con dolor y me preguntó- Juana ¿ vos sabias que estabas embarazada? - No pude emitir sonido por lo que solo moví la cabeza de forma positiva y el pegó un gran suspiro y me dijo - Bueno Juana, todavia sos joven y seguramente en un futuro podrás tener muchos hijos más. Lamentablemente el feto se perdió, estas son cosas que pueden pasar en los primeros tres meses, entonces no te asustes, simplemente ahora no es el momento. Voy a tener que hacerte un legrado porque quedaron restos dentro tuyo y no nos podemos arriesgar a que te pase algo a vos ¿ entendes? Yo se que ahora seguramente nada te consuele, pero no te puedo mentir. - Mientras me miraba con lastima y hasta con tristeza. No le dije nada , simplemente deje salir unas lagrimas mas y posterior a eso me pidió que me vistiera y en silla de rueda me acompañó a la habitación que tendría para que al día siguiente ingresara a sala de operaciones y finalizarán con el plan de mi madre. 

Seguramente se preguntaran ¿ por que no me fui?¿ porque seguí viviendo con ella? bueno, las preguntas se responden solas. No tenía donde ir, y después de que Cristian me dejara por alguien más pensé- Ya tengo casi dieciocho años de edad, pronto me iré, y si aguante hasta aquí, puedo aguantar un poco más. A la primera que pueda me voy.  

JuanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora