CAP 20

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Después de mi cumpleaños el tiempo paso como si nada. Los días transcurrieron normalmente, seguía trabajando con mi madre vendiendo sándwiches en el paseo de mi pueblo, mi Padre volvió con su mujer y sus dos hijas pequeñas. ¡ bha! En realidad siempre se separaban y siempre volvían. Era una pareja complicada, ambos ahogados en el alcohol y seguramente alguna droga, la violencia física y psíquica. Pero era su vida, nadie podía opinar ni meterse.

Hacia tiempo que queria hacerme un tatuaje, mi madre sabia de eso por que a los trece años de edad se lo pedi, y ella entre preocupada, y asustada me dijo que cuando fuera mas grande. En realidad me prometió un tatuaje a los quince años, que por razones obvia no me dejo hacer, pero yo estaba decidida en hacerlo igual.

A mi padre se le ocurrió ser padre ( en el sentido figurativo de la palabra)  y empezar a querer " ver por mi futuro" , por lo que llevaba ya un tiempo intentando convencerme con ser de las fuerzas.

El quería que su hija de metro y medio de estatura, rebelde y con un carácter re podrido sea militar, gendarme, o policía... puffffff en sus sueños seria yo algo de todo eso. ¡ A mi nadie me mandoneaba! ¡ Mucho menos un hombre! Pero, el eso no lo entendía. Estaba emperrado con que yo debía ser algo de todo eso por que era el único futuro como la gente.

Quizas, el tenia razon. Quizás si hubiese agachado la cabeza y hubiera aceptado la idea de dedicarme a ser de las Fuerzas Armadas de Argentina, mi vida hubiese sido diferente. ¿ Pero como podría saberlo? Yo siempre fui un espíritu libre, un espíritu con  cara de  perro enrrabiado, pero libre al fin.

Con mi papá, no teníamos nada en común. A el le gustaba el folcklore a mi el rock and roll, el prefería la mujer de falda largas y sin maquillaje  yo defendía a la mujer de falda corta y maquillada, el renegaba de los " derechos femeninos" yo ya me formaba como futura feminista ( no en todo, aun me falta un montón , pero me considero una de ellas), el consideraba que la mujer debía ser sumisa y de la casa, yo siempre creí en una mujer libre, alegre y dispuesta a disfrutar de su vida como se le plazca, el quería que yo tuviera el pelo largo, yo me lo rape, el quería nietos, yo jamás pensé ni me vi como una madre, ¡ es mas! Me daba y me da terror la maternidad. En fin, eramos dos polos opuestos. Dos personas totalmente diferentes y con pensamientos totalmente opuestos.

Era sumamente rebelde, por eso cometi varios actos "de rebeldia" segun el. Y si, en realidad si.

A los trece años de edad, en ese momento donde no sabes si sos adulto o sos niño, donde tu mamá te dice.
- ¡ DEJA LAS MUÑECAS YA SOS GRANDE!

-¡ SACATE ESE VESTIDO QUE ES MUY CORTO Y SOS CHICA!

Donde si pedís salir a bailar por obvias razones te dicen - ¡ ESTAS LOCA MIJA, A LA CAMA A LAS 10PM! -pero de repente no tienen problema de que vayas a un cumpleaños con globos y todo eso.

La verdad es que la adolescencia duele. No solo duele fisicamente, sino que duele adentro. Sentís que una parte tuya se esta separando, hay muchas cosas que de golpe si entiendes como me paso cuando comprendí que Rubén me había abusado, y hay un montón de cosas mas que NO entiendes. Como por ejemplo ¿ Que necesidad tenia mi madre de emborracharse y llegar a las rastras a mi casa? Así, habían un montón de situaciones y cosas que no entendía a esa edad. Y si no tenes la contención de tu familia, amigos o la fuerza de voluntad necesaria para enfrentarla y superarla podes caer en situaciones feas. Como las drogas, el alcohol, las enfermedades venereas, y un muchos otros peligros.

Por suerte, yo aun que no pareza y no me crean , de alguna forma tenia la contención de mi mamá. Nada mas que no sabía como pedirla. Entonces me encerre en mi misma y no me deje salir. Sin contar que jamás quise una vida como la de mi madre, y no me gustaba la idea de las drogas y el alcohol. Yo quería estudiar, quería ser una gran abogada y viajar por el mundo. No tenía permitido, pensar en ser drogadicta.

JuanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora