Shur'tugal || KilixOC || Crossover El Hobbit/Eragon

Capítulo 11

No había duda que la inminente llegada de otro dragón posiblemente hostil había puesto en tensión a todo el mundo, incluida a Aiedail. Iba a trepar a la silla de Raaulum pero antes de que le diera tiempo, el viento trajo consigo un nuevo rugido y esta vez los enanos y Bilbo también lo oyeron. Aiedail detectó el justo momento en el que Raaulum reconoció el timbre del rugido. El dragón alzó la cabeza en un rugido y escupió una llamarada blanca que le salió directamente del estómago. Estaba eufórico y Aiedail parpadeó, sin poder creer lo que leía en la mente de su compañero.

- Imposible- escupió.

¡Son ellos! ¡Son ellos!

Raaulum desplegó las enormes alas, listo para volar.

- No me lo puedo creer- repitió Aiedail, con la vista clavada en el cielo.

- ¿Mi señora?- preguntó Legolas.

- No puedo creerlo- repitió ella.

¡Deja de balbucear y sube a mi lomo, vamos!

Raaulum volvió a rugir, tan fuerte que todos los presentes tuvieron que taparse los oídos. Nadie pudo ignorar el rugido animado que le respondió y fue entonces cuando un punto anaranjado empezó a destacar en el cielo azul.

- ¡Imposible!- chilló Aiedail, pero ahora con una sonrisa en el rostro, pues reconocía el patrón de color de las escamas de aquel dragón. O mejor dicho, dragona.

¡Sí, sí, sí!

Raaulum no dejaba de removerse, exultante y Aiedail dejó escapar una de sus melodiosas risas.

- ¡Son Aghnetí y Kurin!- gritó, entusiasta.

- ¿Quiénes?- interrogó Thorin. La muchacha se volvió hacia ellos.

- Aparcad toda preocupación, pues no hay peligro que temer.

- Entonces, ¿conoces al dragón?- preguntó Fili.

- No solo eso, también conozco al Jinete que lo monta: Kurin, hijo de Kristevn- dijo con una sonrisa- ¡Vamos, grandullón!

Raaulum rugió de nuevo, en dirección a la dragona color ámbar que se acercaba batiendo las alas con vigorosidad. En el mismo momento que Aiedail se sujetó a la silla, Raaulum despegó prácticamente en vertical, Aiedail tuvo que sujetarse a la silla para no caerse. Cuando Raaulum alcanzó la altura suficiente, se estabilizó y se lanzó hacia la dragona, batiendo las alas con desesperación. Ambos dragones se encontraron en el cielo y pasaron de largo con sendos rugidos de alegría. Ambos bailaron suspendidos en los cielos, dando vueltas en torno al otro, trazando piruetas en el aire, jugando a perseguirse mientras sobrevolaban Valle, Esgaroth, el Lago y el gran valle que se situaba ante Érebor. Era una hermosísimo espectáculo, tenía un tinte de magia y poderío que lo volvía realmente atrapante. El mundo se paralizó, viendo como ambos dragones se saludaban en los cielos.

Durante una de las veces que los dos dragones se acercaron durante unos segundos antes de pasar de largo, Aiedail miró hacia la grupa de la dragona: una menuda pero robusta figura estaba sujeta a la silla, su pelo pelirrojo destacaba a la perfección. Aiedail oyó al enano, a Kurin, gritar de entusiasmo, saludándola. Tras una corta risa, ella le imitó.

Por fin, ambos dragones aterrizaron. Raaulum lo hizo justo en el mismo lugar desde el que había despegado, junto a los compañeros de viaje de Aiedail y el príncipe Legolas. Por su parte, la dragona lo hizo algo alejada del resto de la gente. Mientras descendía por la pata de Raaulum, Aiedail admiró a la dragona naranja. Era más pequeña que Raaulum, de extremidades más finas y delicadas aunque no menos fuertes. Sus escamas brillaban con cada movimiento, imitando el vaivén de las llamas. Sus ojos eran color ámbar, más oscuro y profundo que la tonalidad de su escamosa armadura, y los colmillos destacaban en color nacarado brillante, al igual que las afiladas espinas que le recorrían el lomo. Dos cuernos orientados hacia atrás le adornaban la cabeza, de un color marrón terroso.