Capítulo 12

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@SusiNavarro... FELICIDADES HERMOSAAAAAAAAAAA

No tenía pensado actualizar hoy, la verdad, pero cuando me saltó el aviso del Facebook, me dije... y por qué diantres no? XD Espero que lo disfrutes mucho mucho, que estés pasando una día cojonudo y que Papá Noel se porte bien contigo. 

***


Dáin compartió una tensa mirada con Thorin, pero al final, el color hielo de los ojos del rey era demasiado intimidante. El enano pelirrojo bajó la mirada con un gruñido y cuando Thorin Escudo de Roble alzó la cabeza, se encontró con la mirada de Aiedail clavada en su persona. La joven le sonrió e inclinó la cabeza. A Thorin no le cupo la menor duda de que la joven había oído aquella conversación susurrada gracias a sus sentidos élficos y que agradecía sus palabras, así que él también inclinó la cabeza con una leve sonrisa.

- Ya veo que por estas tierras te adoran, amiga mía- murmuró Kurin, que también había oído el intercambio, mientras daba buena cuenta del estofado-, no todos, pero el rey te tiene aprecio, y eso es lo que importa al final.

- Yo también le tengo aprecio- sonrió ella. Kurin la miró un momento antes de bajar la mirada al cuenco de estofado.

- ¿Y qué me dices del joven príncipe?- ella lo miró con la ceja arqueada- No me mires así, tú lo ocultas bastante bien, pero él no puede evitar seguirte con la mirada, alzar la cabeza buscándote en cuanto oye tu voz. Aparte de que me mira de un modo horrible cada vez que me acerco a ti, como ahora, por ejemplo- Aiedail miró de reojo a Kili, quien le estaba dirigiendo a Kurin una mirada nada halagueña-. Es él, ¿verdad?

Aiedail suspiró.

- Sí.

- ¿Un príncipe, en serio? Si por lo menos no fuera de alta cuna, podría venirse con nosotros...- empezó Kurin, pero calló cuando Aiedail se giró hacia él con brusquedad.

- ¿Acaso crees que lo elegí? Sé perfectamente que su rango de príncipe lo complica todo- gimió. Se pasó las manos por el pelo-. Traté de frenarlo cuando comenzó. Pero cada vez que trataba de ponerme trabas, él sonreía. Y mis muralles se venían abajo como una casa de paja.

Aiedail tenía la mirada centrada en el fuego y Kurin la imitó.

La joven sentía el corazón pesado, pero la carga se aligeró cuando notó la consciencia de Raaulum colándose en la suya.

¿Y si lo secuestramos? Estoy seguro de que no se opondrá mucho.

Aiedail alzó la cabeza, rápida como una centella, las llamas arrancaban destellos a su blanca dentadura, descubierta debido a la enorme sonrisa que le adornaba la cara.

- ¡Raaulum!- los demás dieron un respingo y se giraron a mirarla. Siguieron su mirada hacia el cielo, pero no había ni rastro del dragón.

Siento haberte ignorado tanto tiempo, pequeñaja, es que...

Te entiendo, Raaulum, no tienes que disculparte, pero si Aghnetí y tú habéis acabado... ¿te importaría volver? Te echo de menos.

¡Ya estoy aquí!

Un rugido lo paralizó todo y Raaulum apareció entre el banco de nubes, acompañado de la dragona ámbar. Todo el mundo a su alrededor gritó de pánico, pues a pesar de haber comprobado el buen fondo de aquellos dragones, aquellas gentes tenían el temor a los dragones muy arraigado. Los dos dragones aterrizaron algo alejados de las hogueras y se acercaron a sus Jinetes con el paso vivo, la dragona adelantó al dragón en su ansia por reunirse con su Jinete. Todos vieron, impresionados, como se acercaba con pequeños saltos entusiastas que hacían temblar el suelo y arqueaba el largo cuello para acercar la cabeza a su Jinete enano, que enmarcó el morro escamoso entre sus rudas manazas de guerrero. Kurin le rascó la mandíbula y Aghnetí dejó escapar un ronroneo placentero. Aiedail sonrió al oírlo, miraba a su amigo y a su dragona con los brazos cruzados, sin decir palabra. O al menos hasta que Raaulum reclamó su atención.

Shur'tugal || KilixOC || Crossover El Hobbit/EragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora