Como dije antes estar cerca de mi jefe tiene sus pros y sus contras cuando estaba enamorada no veía nada negativo en él pero ahora es todo lo contrario lo peor creo que lo hace apropósito. Si cree que voy a sacar mi ternura del fondo de mi corazón confesarle mi amor eterno para así casarnos cree mal.
De alguna manera ese musculo tan minúsculo por fuera pero tan grande por dentro se canso, no pueden hacerle más daño.
Una vez que llegamos, busco las llaves en mi cartera para abrir la puerta de mi departamento.
—Gracias fue un lindo momento hoy.
Trato de sacar mí mejor sonrisa.
—De nada, mi mano derecha.
Rió gracioso, llega a decirme eso una vez más y no respondo.
— ¿Quieres pasar a tomar un café caliente?
— Am, no me encantaría pero los niños me esperan a cenar con Christine en casa.
—Suerte la de ella.
Expreso en un susurro el cual escuchó.
—Hubieras sido tú si no fueras tan cínica contigo misma.
— ¿Disculpe?
—El juego todavía no terminó quizás puedo revertir un par de piezas y ambos podemos quedar en empate aun.
Me cruzo de brazos.
—Cuando yo juego no hay empate Señor Pears. Cuando yo juego hay un ganador.
—Tomaré eso como una amenaza.
—Tómelo como quiera.
—Bien.
— ¡Bien!
Grito con más fuerza.
—Usted…usted…es un…
Me atrae con fuerza hacia él.
— ¿Un?
—Un ¡Maldito egocéntrico! Ya, lo dije.
— ¡Y tú eres una orgullosa por no querer admitir tus sentimientos!
— ¿Yo una orgullosa? ¿Quién es el que se casa con la primera que se le cruza?
—No metas a Christine en esto. Este juego es entre tú y yo.
—Hay sí, no metas a Christine. Me vale mierda esa mujer.
Sonrió victorioso.
—Ya entiendo estás celosa.
—No.
Grito molesta.
—Sí.
—No.
— ¡Sí!
—Que NO.
—Que ¡SI!
—QUE NO MALDITA SEA.
—QUE NO MALDITA SEA.
—QUE SI. ¡Ya cállate y bésame!
Empezó a besarme desesperado apegándome a la pared como si ese es el único remedio que hay para calmarme. Había imaginado este momento cien veces mejores en mi cabeza pero este sin dudas le ganó a los otros. No me culpen, no quiero decírselo pero tengo el presentimiento que todo el compromiso esta hecho apropósito para que explote aún sigo manteniendo esa postura. El beso empezó a pasar a otro extremo que necesitaba tomar aire y volver a empezar cuando me doy cuenta es demasiado tarde ya que un rango lleno de ira se apodera de mí. Levanto mi mano con fuerza llevándola a su mejilla donde suena el impacto él toma su rostro algo dolido y me miró sin comprender.
— ¡Te odio!
Él sonrió y fue lo último que veo desde que cierro con un golpe la puerta.
Para bien y para mal es un hecho Nicholas está jugando conmigo no solo fingió estar enamorado de Christine para darme celos sino que yo también me convierto en una tercera en discordia. Aquel beso sacudió todo mi cuerpo haciéndome caer a la par de la puerta quedándome sentada por unos minutos analizando mi próxima jugada. Me atontó de tal manera que no puedo pensar dejando de lado que me contó el compromiso de Christine con él, ese beso es lo mejor que me pasó en años. Tomo mi cabeza frustradamente sin Samantha aquí es difícil pensar. Sonrió malvada como villana de dibujos animados esperando retomar venganza él quiere jugar y ya movió sus fichas es hora de que yo mueva las mías.
Tomo el teléfono pensando dos veces lo que estoy por hacer una vez que tomo el valor necesario para hacerlo marco el numero de su casa.
— ¿Hola?
Atendió una fina vos femenina del otro lado.
—Hola Christine.
Sonrío Fingiendo alegría.
—Oh hola Lizzie.
—Nicholas me dejo a cargo de todo el compromiso ¡Felicitaciones! No puedo creerlo de verdad.
Chilló de emoción.
— ¡Oh por dios! ¿De verdad? Lo hiso sin consultarme pero me alegro que seas tú ya me hacia la cabeza buscando una coordinadora de bodas.
—Adivina que, no tendrás que pagarme oh otra cosa ¿Qué haces mañana?
—Creo que nada ¿Por qué?
—Pensé que podíamos pasar tiempo juntas además debemos planear los detalles y todo eso.
— ¡Claro! Me encantaría. Sabes…me alegra que fueras tu y no Samantha esa chica no me agrada en absoluto.
Aprieto mi puño.
—No te preocupes por eso ¿Quieres? ¿Qué te parece si vamos por unas boutiques a ver los vestidos y todo eso? Mañana después de que termine mi turno
—Puedo pasar por ti si quieres a la oficina le diré a Nicky que te deje salir temprano.
—-Genial.
—Nos vemos, ¡Sera muy divertido!
—Si…muy…divertido. ¡Nos vemos luego! Adiós.
—Adiós…nueva mejor amiga.
Cuelgo. Fase uno terminada.