La noche está fresca para una de las cuantas “citas” con John, al llegar a la puerta de mi edificio me cedió su chaqueta me la puso sobre mis hombros, me miró fijamente a los ojos y sonrió. Nunca me pongo a pensar como seriamos realmente como pareja, tenemos tantas cosas en común, pero seguimos siendo amigos porque no queremos arruinar la linda relación que tenemos. Es algo así como quedarse sin el pan y sin la torta, preferimos mantenerlo tabú nunca existiría algo entre él y yo.
Disimuladamente giro el rostro un poco por la ventanilla observo a mi otro pretendiente detenidamente mientras me miró con recelo, sonrío.
Mi “amigo-novio” bajo del auto para abrirme, tomo mi mano y cruzamos juntos a la par como una ‘feliz pareja’.
— ¿Recuerdas lo que te dije?
Susurro despacio en su oído él asintió.
—Hazlo pero sin tanto teatro finge que hablas y yo gritare que sí.
Es la sonrisa de John más maliciosa que veo en mi vida.
Cuando Nicholas vuelve intensa su mirada hacia mi John se arrodilla y toma mi mano. Puedo sentir como su rostro cambió al ver que nos besábamos con pasión, en el medio del beso John me abrazó otra vez y logro susurrarle al oído ‘gracias’ porque realmente puedo lograr cambiar el ánimo de mi jefe en un segundo.
Nos acercamos a la puerta tomados de la mano, beso de nuevo (apropósito) a mi ‘amigo-novio’ (nota mental: me encanta ese término) Se despidió de mí dulcemente con un beso en mi frente y marchó al auto de nuevo. Hiso sonar su bocina para saludar nuevamente, alzo mi mano en alto sonriendo como boba cruzo mis brazos por una brisa que me atrapó desprevenida.
— ¿Tienes mucho esperando aquí?
Pregunto con indiferencia.
—No solo lo suficiente.
—Oh, ¿Quieres pasar?
Asintió y caminamos en silencio hasta el elevador. Al entrar en mi departamento prendo automáticamente el calefactor.
— ¿Y no me dirás nada?
— ¿Nada de qué? No soy como tú.
—No pero sigues jugando el mismo juego.
—Bueno bueno, me comprometeré con John en Diciembre.
Si tengo que retroceder para ver su cara de nuevo lo haría, justo en el blanco una daga al corazón me sorprendió con su reacción.
— ¡Felicidades! Ojala tu y John sean muy felices juntos.
—Lo seremos.
Me abrazo, pero ese abrazo lo siento apagado no es un abrazo normal de felicitación.
—Debo ir a casa.
— ¿no vas a quedarte a tomar un café?
Negó sin ganas.
—Estoy algo cansado.
Asiento abriéndole la puerta antes de irse beso su mejilla. Y Lo abrazo de nuevo.
—Eres un gran amigo. Por favor nunca cambies.
— ¿gran amigo?
Asiento levemente.
—Adiós.
Lo saludo ‘feliz’ desde el marco de la puerta se va en silencio sin decir ni una palabra.
En cierta forma me siento culpable pero hasta que no diga lo que quiero oír de sus labios no paro.
[Nicholas Fragmento]
Me despierto de un sobresalto, miro la hora y me cubro con la almohada.
Trato de volver a tomar el sueño pero me es imposible. Pequeñas gotas de lluvia caen en mi ventana, creo que tengo que hacerme la idea de que ella nunca se enamorará de mí como yo creí.
Creo que es tiempo de dejar que ella siga su camino siendo feliz con alguien más que no sea yo. Ya me cansé de luchar por algo que no vale la pena ya me cansé de luchar por algo que creí que podría recuperar, ya me cansé.
Pero no puedo tirar la toalla y retirarme del juego así nada más.
