six

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Un estornudo, seguido de dos más. Los estornudos de SeungMin parecían los de un pequeño perrito, y HyunJin amaba los perritos.

—Lo siento —Instantáneamente luego de estornudar SeungMin se disculpó, el pelinegro lo miró con una ceja enarcada—.

—¿Por qué te disculpas? Es algo normal y humano estornudar —Kim parecía sorprendido con lo que le habían dicho, nunca lo vio de esa manera—.

Entonces le calló la ficha, el no era normal, no era un humano, era un muñeco una marioneta que se manejaba por delgados hilos atados a los dedos de sus padres. Hilos frágiles capaces de romperse con una ventisca.

—No lo se... —El pelirrojo balbuceó y HyunJin sonrió, se quitó la bufanda y se la dió al menor—.

—Te daría la chaqueta pero no es súper abrigada, llevo una remera térmica debajo de la camisa —Le sonrió, solo a él, pero Kim no lo sintió de esa manera—.

—No es necesario —Intentó devolvérsela, y ante la testarudez del menor Hwang se la colocó y le acarició un poco la cabeza, SeungMin se sintió querido—. Mañana te la devolveré lavada.

—Seung tranquilo, no pasa nada —El pelirrojo recordó como lo llamaba el lider de los matones y se encogió en su lugar, HyunJin lo notó—. ¿No te gusta "Seung"?

El menor negó.

—Mmm ¿Qué tal Minnie?

—Es tierno... —Hwang rió y la panza de SeungMin pareció darse vuelta, una mínima sonrisa se formó en el rostro del menor logrando así hacer revolotear el corazón de HyunJin—.

—Viene mi bus —Kim se sintió triste—. Nos vemos mañana ¿Si?

—Si —HyunJin se subió al automóvil y se alejó, SeungMin se apegó más a la bufanda, tenía olor al otro y también a tabaco pero el olor personal de HyunJin era embriagante, tanto que cuando se subió al micro y se sentó se quedó dormido; despertó por suerte dos paradas antes de la suya—.

—¿Qué es ese trapo? —La madre de Kim quitó con brutalidad la bufanda del cuello del menor—. ¿Donde está tu saco? No me gaste todo ese dinero para nada SeungMin.

—La bufanda es de... —Dudó en decir amigo—. Un compañero.

—¿Quién dijo que te podías relacionar con esos sucios? —SeungMin tembló en su lugar—. Esto —Señaló la bufanda— se va.

—Pero mam- —La mujer se volteó y le dio una de sus peores miradas a su hijo, el pelirrojo quiso llorar, asintió y subió a su habitación—.

El dolor en el pecho y las lagrimas se hicieron presentes en cuestión de segundos, la primera persona que le daba algo se iba a alejar, y todo era su culpa. Lloró en la cama, desahogando todo el dolor de todos lados, su nuevo audífono comenzó a hacer un gran pitido haciéndole doler la cabeza con fuerza, lo quitó como pudo, le solía costar hacer eso. Se recostó e intentó olvidar todo, le dolía el cuerpo, se estaba enfermando; no era un simple resfriado, se estaba enfermando de amor.
Al otro día despertó temprano, su cabeza dolía como el infierno y la nariz llena de mocos, se había resfriado. Se colocó el uniforme y abrió el armario en busca de un nuevo abrigo, vio su bufanda, se la había regalado su primo cuando era pequeño, la agarró y guardó en su mochila. Saludo a la mucama y con su libro en mano salió de la casa.
Mentiría si dijera que no se sentía fatal, le costaba caminar, no había comido nada y sus ojos estaban hinchados de tanto haber llorado. No tenía ánimos de leer siquiera y eso le asustó.

—¡Kim! —Un gritó a sus espaldas le hizo temblar ¿Y si era el grupo de monos? ¿Qué le harían ahora? Su corazón se alivió al ver a HyunJin a su lado y una pequeña sonrisa se formó en su rostro—. ¿Por qué no usas mi bufanda? Hace frío bobo.

Los ojos cansados e hinchados y llorosos por el frío de Kim se dirigieron al suelo.

—Y-yo —El recuerdo de su padre diciendo que los hombres de verdad no tartamudeaban le vino a la mente—. La perdí, mi madre la tomó prestada lo siento mucho.

—¿En serio? —HyunJin no esperaba esa respuesta, SeungMin a su lado quería llorar, se sentía fatal—. Wow, no pensé que algo como eso llegaría a manos de una empresa tan grande.

—¿No estas enojado? —Kim lo miró asombrado—. Creo que estoy feliz, mmm, hablaste por mas de 5 palabras seguidas y mibufanda está en las manos de una mujer con mucho talento.

Una risilla se escapó de los prominentes labios del mayor y SeungMin se sintió en las nubes ¿Desde cuando esos labios eran tan lindos? ¿Por qué se veían tan suaves? Deseaba probarlos.

—Oh me alegro... —El pelirrojo tosió un poco y Hwang se asustó—.

—¿Estas bien? ¿Tomaste mucho frío ayer? Estas rojo ¿Seguro que no tienes fiebre? —SeungMin se sonrojó al tener el rostro de HyunJin tan cerca al suyo y la mano de este en su frente—.

—Estoy bien —Tomó su mochila y sacó de ella la bufanda rápidamente, quería cambiar el tema de la conversación—. Ten, es una disculpa por no poder devolverte la tuya.

—Gracias, no era necesario —Estaban llegando a la escuela, el timbre indicando el comienzo de la primera clase los asustó y comenzaron a correr, más bien HyunJin tomó de la mano a SeungMin y lo obligó a correr. Intentarían llegar a tiempo—.

away - hyunmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora