away - hyunmin

dix-neuf

      —HyunJin... —SeungMin se había separado del abrazo pero no se atrevía a mirarlo a los ojos—. Vete... yo-

       —Dímelo mirándome a los ojos y me iré —El menor levantó la vista mostrando las incontrolables lágrimas que estaba intentando aguantar—.

        —Tu... —Kim no paraba de morderse el labio mientras jugaba con sus manos nervioso—. Tu...

        —¿Recuerdas lo que te dije esa noche? Antes de que pasara todo lo sucedido en mi casa —El pelirrojo asintió—. Que no debes de temerle a los otros y que tienes que confiar en ti mismo y saber que lo que te gusta no está ma-

        —¡A mi no me gustan los hombres! —SeungMin jadeó luego de gritar, la garganta le ardía y sentía que se iba a desmayar en cualquier momento, quería correr y abrazar al mayor. HyunJin mordió su labio haciendo un gran esfuerzo porque las lágrimas acumuladas en sus ojos no escapasen de estos—. Tu, tu no me...

         —Yo no te gusto —HyunJin sentía su corazón estrujarse—. ¿Entonces por que me besaste?

      El menor apretó más fuerte sus manos, mientras aguantaba sollozar, miro a distintos lados de la biblioteca intentando buscar una escapatoria.

       —Porque estaba... ¿Confundido..? —Pronunció casi inaudible y más en forma de pregunta que de afirmación—. No lo sé...

       —Lo hiciste porque querías hacerlo Seung, ahora dime ¿Qué quieres hacer ahora? ¿Quieres que me vaya? —El nombrado levantó la mirada y mientras apretaba sus labios antes de estallar en un fuerte llanto negó con la cabeza dando a entender que quería estar con él, e instantáneamente el mayor se le acercó a abrazarlo y a comenzar a repartir suaves besos por todo su rostro—. Te extrañe tanto joder.

       —Yo a ti —El pelirrojo apretó a HyunJin contra su pecho y tomó el rostro de este—. Perdón...

       —Perdóname tu a mi, por abandonarte en el momento que más me necesitabas —Ambos se miraron a los ojos, las incontrolables ganas de besarse los estaban matando, Hwang dio varios pasos hasta acorralar al menor contra uno de los sillones que se encontraban allí, el deseo carnal era evidente y no tardó en mostrarse como una acción cuando los labios de SeungMin estamparon contra los de HyunJin con un claro mensaje de desesperación—.

        Las manos del mayor comenzaron a divagar lentamente por la gran y suelta remera que el menor llevaba en esos momentos, levantándola lentamente mientras de vez en cuando los besos paraban para observarse, deseando verificar que lo que sucedía era real. Cuando la mano de SeungMin se metió ágilmente por debajo de la remera del morocho, este supo que la lujuria le ganaría, tomándolo por las piernas y apretándolo contra el levantándolo hasta sentarlo en el respaldo del sillón.

      —¿Puedo? —Preguntó el mayor cuando sus manor se encontraban en el botón del pantalón del menor, el pelirrojo asintió con la cabeza—.

       —¿Tu quieres? —SeungMin le sonrió algo tímido luego de hablar, el consentimiento de ambas partes le parecía lo mejor, podía haber un deseo pero ninguno quería hacer algo que el otro no desease—.

       —Si... ¿Tú?

       —También —Y no se necesitó más para que las manos del mayor desabrochasen el pantalón del menor y comenzaran a quitárselo lentamente—.

       SeungMin sentía que se derretiría en cualquier momento, las grandes manos de HyunJin viajaban por sus muslos generándole leves espasmos, los besos habían cesado y en ese momento los únicos besos que se podían escuchar eran los que el menor repartía por el cuello de Hwang dejando algunas marcas luego de succionar. Ambos estaban sin remera y frenaron por un momento.

      —Yo... HyunJin no lo sé —SeungMin miro al suelo luego de hablar ladeando su cabeza—.

       —¿Está todo bien? Podemos parar —HyunJin tomó el rostro del menor y le sonrió—.

       —Pero ya empezamos...
   
       —Y podemos terminarlo en otro momento Seung, no te preocupes —Kim sonrió levemente y le dio un casto beso—. Gracias, por venir...

        —Oh debo agradecerle a JinYoung y ChangBin —Ambos rieron—. Gracias por perdonarme.

         —Ya basta de decir lo mismo —SeungMin río y lo abrazó—. Te quiero.

         —Y yo a ti —HyunJin le devolvió el abrazo—. Ahora vamos arriba, tengo mucho que contarte.

        —Con gusto —El menor le sonrió y se separó para tomar sus ropas, al igual que Hwang—. Haz silencio y sígueme.