1986 Los Ángeles
Los pies me duelen horrores, y estoy más cansada que nunca para seguir caminando, aunque solo una cosa me mantiene lo suficientemente viva como para seguir andando; Axl Rose, a quién acabo de salvar hace tan solo un par de horas de su verdadero padre, pero, por lo que he podido averiguar, las cosas siguen exactamente en el mismo sitio; su padre, al desaparecer, fingió su propia muerte como ha pasado ya en otro universo alternativo, por lo que seguimos en el punto de partida. Pero no me molesta, lo contrario
Camino vagamente por la calle hasta encontrarme un bar. Las tripas me rugen al instante y maldigo en voz baja. En el aire vuela un familiar aroma a freído. Me acuerdo de un sentimiento lejano - el de mi familia - supongo. Ya no me acuerdo de mi madre ni de mi padre, no sé ni si tenía abuelos o hermanos. Este es el efecto secundario de viajar en el tiempo. Pero no me molesta porque así no me sumerjo en un sentimiento de nostalgia cada vez que pienso en ellos. Mi misión ahora, por así decirlo, es ver como Axl ha evolucionado gracias a mí, luego regresaría con mi familia. Eso es lo que me prometieron. Pero, nada ha cambiado, por lo que sigo dentro de mi extraña aventura ¿no? Si no me doy prisa puedo quedarme encerrada en este siglo para siempre. Tan solo pensar en eso hace que se me rizar el bello y me vengan náuseas.
Abro la puerta de cristal, que está un poco pegajosa, y me hago paso entre la gente.
- ¿Tienes algo en especial? - pregunto a la mujer que limpia un vaso tras la barra. Arquea una ceja y explota su burbuja de chicle.
- ¿Cómo de especial?
Me muerdo el labio.
- Gratis.
Se le escapa una sonrisita y apoya los codos en la barra, arqueando la espalda.
- ¿Sabes qué? - me indica que me acerque más, y eso hago - Vete a la mierda, niñata.
Sí, estoy en una ciudad.
Entreabro la boca algo ofendida. ¿Qué se cree? Si no estuviese tan malditamente cansada, su humor de perros me echaría para atrás, pero ese no es el caso.
- Oye, vieja de mier-...
Antes de que pueda acabar la frase que se estaba ganando que me echasen a tomar viento del bar, todo el mundo empieza a aplaudir. La mujer me dedica una frívola mirada y contempla con admiración lo que todos observan. Apenas se ve nada por la multitud. Empieza a aplaudir y a chillar como si fuese una adolescente salida, lo que me hace replantarme acabar mi misión o cruzarle la cara de un puñetazo.
La luz que está encima de un pequeño escenario de madera se abre, y de allí aparece un hombre de mediana edad con una camisa de Queen.
- Señores y señoras, hoy nos van a dar un concierto un grupo algo nuevo - la gente empieza a abuchear -. No os pongáis así, amigos, estamos hablando de ¡Guns and Roses!
Abrí los ojos como platos, al final no tendría que buscarlo yo, el llegaría a mi tan fácilmente.
Algunas personas aplaudieron con ímpetu, y otras preguntaron de quienes se trataban. Aunque hubiese tanto ruido, mi cerebro pudo ligar que Guns aún no era lo suficientemente famoso para que la gente supiese quienes eran.
- Ahí te quedas. - le dije a la gorda, y me escabullí entre la gente.
El señor sigue hablando, y mis ojos presencian algo tan bello que por poco se me escapa una lágrima; un bocata medio mordisqueado reposa en un plato, sin nadie que lo vigile. Lo cojo lo más rápido que pudo y me lo llevo a la boca.
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MATTER OF TIME
RomanceUn viaje en el tiempo. ¿Imposible, no? Mi nombre es Michelle. Lo sé porqué ahora lo recuerdo, lo recuerdo todo. Lo recuerdo a él; a Axl Rose, mi amor, mi inspiración. Y te recuerdo a ti. Tú. Siempre te elegí y lo seguiré haciendo, Duff. Te portast...