DIECISÉIS

124 13 0
                                    

Foto multimedia (Kurt Cobain🧡)
L.A

Hace un maldito mes que no los veo. Un mes que no veo a Axl, ni a Slash - Tampoco es que quiera volver a verlo después de lo que le hizo a Meegan - ni a los demás. Por lo tanto, hace un mes que no veo a Duff después de lo pasado anteriormente.
Me encuentro entre una mezcla de depresión y tranquilidad por eso.
Estos días he estado viviendo en el piso de la hermana de Meegan, Bella; se llevan unos dos años. Es una joven alegre y maravillosa que me acogió como si yo fuese una hermana más.

Meegan decidió conseguirme un trabajo en dónde no fuera necesario saber mi edad para nada. Soy la camarera de un club bastante elegante y peculiar. Allí se escucha música country las veinticuatro horas al día, y nadie juzga a nadie. -Sitio dónde estoy completamente segura de que no se les va a ver ni el pelo a esos cinco inadaptados.
El dinero me va a ir bien, y también voy a pagar a Bella por mantenerme. Aunque ella me haya repetido unas mil veces que ella no necesita dinero alguno, que lo hace por gusto.

Esta noche va a ser fin de año, y la nueva etapa - Aunque para mi sea la vieja - va a empezar con el 1987. Año que los chicos van a lanzar a la venta el disco Apettite for destruction.

- Well. - Me llama Clarie desde la barra - ¿Puedes ir cobrando las últimas mesas? Tengo ganas de acabar ya y ir a casa con mi marido y mi hija.

Clarie tiene diecisiete años. Con tan solo dieciséis se escapó de casa cuando su ahora marido la dejó embarazada de su preciosa hija. Es una mujer fuerte a la que desde que trabajo aquí no he visto flaquear ni un solo momento.
Su pelo es oscuro, y sus ojos color caramelo. Mide más o menos un pulgar más que yo y tiene una personalidad terca a la vez que dulce y comprensiva.

Asiento rápidamente y ella me regala una sonrisa sincera.

Me acerco a la última mesa que queda y arranco el finitito de la máquina para entregarlo y que así paguen lo que nos deben.

- Al fin se algo más de la misteriosa chica que desapareció el día que la lleve al momento más importante de mi carrera y me lo jodió.

Un rubio de ojos azules esta sentado en el banco verde de mi bar. Con un plato de lo que sea vacío y una mirada penetrante.

Me cago en la madre que me parió y en la puta suerte que tengo para estas cosas.

Levanto la mirada algo sorprendida y sonrío con falsedad.

- Hola, Kurt.

El rubio me mira con los ojos entrecerrados.

- ¿Hacia mucho que no nos veíamos? - Intento buscar la manera de complacer mínimamente lo que sea que busca en estos momentos.

Pone los ojos en blanco.

- Bien, yo te he visto en otra ocasión. En la televisión, diría yo.

Lo miro con pena.

- Yo...

Me entrega unos billetes arrugados y se cruza de brazos.

- No hace falta que digas nada. Lo entiendo.

Agacho la cabeza algo avergonzada.

Debería de estar enfadada con él. Debería decirle que es un notas y que no merece ni la más mínima disculpa mía, pero hay algo en el aire que hace que me niegue a odiarle.

MATTER OF TIMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora