Especial: Kai...

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Maldición, lo había perdido y aun no lo creía posible, tanto tiempo juntos, tantas batallas ganadas y ahora ya no estaba, maldijo de todas las formas que conocía mientras Kris llevaba el auto con ellos de regreso a la base, no había un rastro que seguir, los helicópteros se habían alejado demasiado rápido; Kai llevó su mente a su paso, aquel primer momento en que se había encontrado con DO y él literalmente le había salvado la vida.

Huyendo igual que siempre, conduciendo la motocicleta que su padre le había regalado por su cumpleaños número dieciséis, a velocidades mucho más altas de lo legalmente permitido, pues había tres autos negros siguiéndolo de cerca, como era que un poder como el suyo llamaba la atención no lo sabía pero siempre los rumores a su alrededor crecían y él terminaba siendo cazado de nuevo; abandonando lugares a toda prisa, tomando siempre apenas lo necesario y volviendo mucho más tarde por el resto de sus cosas.

Aquella vez no había sido diferente, lo habían encontrado, había tomado las llaves de la moto y había salido del lugar, pero cometió un descuido, la tarde anterior salió de paseo en la moto disfrutando de la velocidad y el aire libre había olvidado volver a cargar el tanque de combustible y ahora que escapaba apenas tenía lo suficiente, pronto el indicador de la gasolina se encendería y sin nadie que lo ayudara él sería capturado; entonces sucedió, se escucharon disparos y la camioneta a su izquierda perdió el control, saliéndose del camino; Kai literalmente podía escuchar los zumbidos de las balas pasar cerca de él mientras manejaba, pero no alcanzaba a ver quién estaba disparando.

La segunda camioneta se estrelló contra un poste de alumbrado al haber dado las balas en las llantas delanteras y la tercera freno bruscamente y volvió, no enfrentarían a un francotirador que no podían ver; Kai se internó en el bosque cercano y subió la montaña, entonces lo vio, justo que su motocicleta se apagaba por la falta de combustible, se encontró con un chico, más bajo, cabello negro y unos rosados y atractivos labios en forma de corazón, la correa de un arma en su hombro denotaba que él había sido quien lo había salvado, se acercó lentamente, viendo fascinado la sonrisa del desconocido.

            - Gracias por lo que hiciste – dijo Kai con una sonrisa.

            - no fue nada, tu... - DO se detuvo no sabía cómo iniciar su pregunta.

            - ¿Qué?

            - ¿tú tienes poder? – preguntó DO con un suspiro presionando un poco la correa sobre su hombro.

            - sí, es por eso que me perseguían – Kai asintió.

            - también tu... – la voz de DO se convirtió en un susurro.

            - ¿Qué es lo que puedes hacer tu? – preguntó Kai seguro de haber entendido bien las palabras del chico.

Por toda respuesta DO se acercó a la motocicleta de Kai y con una sola mano la alzó en el aire, sobre su cabeza y sonrió al ver la cara de admiración completa que tenía el otro chico frente a él; Kai conocía la leyenda, sabía de todos los demás que como él habían nacido con poder, pero no esperaba toparse precisamente con fuerza, después de todo era el que más impresionante le había parecido; un año después entendió la razón, cuando su vínculo se afianzó, al sentir a la desesperación ahogarlo cuando perdió de vista por un par de horas a DO y corrió a abrazarlo cuando lo vio volver con una llanta de su motocicleta pinchada.

Suspiro, iba a encontrarlo y a traerlo de vuelta, no aceptaría que fuera de otra forma, pero justo ahora la estaba pasando mal, conteniendo su energía, su cuerpo sentía la necesidad de saltar, cambiar de lugar constantemente hasta que su fuerza se agotara y su mente dejara de pensar en él, anhelaba tanto tenerlo cerca; Kris detuvo el auto junto a los de los demás y juntos los tres volvieron a entrar a la base, pasaron de largo a cualquiera que quisiera interrogarles lo que había pasado, debían ver que sus hermanos estuvieran bien.

DOCE DONES - EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora