DOCE DONES - EXO

Especial: Tao...

           

Las evaluaciones que les habían pedido de los soldados que entrenaban, fue lo que le pareció más absurdo de todo lo que les habían asignado hacer, pero ahora que todo estaba bien con Lay y Kris con él habían podido darse un momento a solas, Tao estaba lo bastante relajado como para sentarse un rato en su oficina y llenar todos los formularios, Kris había ido a buscar comida y Minho había sido llamado por el general Lee, estaba solo así que tomo sus audífonos y coloco la música para poder concentrarse por completo.

            - ¿Tao? – Kris entro en la habitación y al ver a su dúo tan concentrado y sin darse cuenta de su presencia decidió sorprenderlo.

Dejo las bolsas con la comida en su propio escritorio y fue hacia Tao, lo rodeo para estará a su espalada y cuando estaba por hacerle cosquillas, pudo ver como Tao sonreía y se giraba a toda prisa para unir sus labios a los suyos, tomándolo un poco por sorpresa, pero no así lo suficiente como para que no alcanzara a corresponder el beso, tomar la cadera de Tao y con un hábil movimiento sentarlo sobre el escritorio para poder abrazarlo y acariciarlo con libertad, el suspiro que Tao dejo ir saco una sonrisa de labios de Kris.

            - siempre sabes dónde estoy – dijo él sobre los labios de Tao.

            - siempre, no lo dudes y no trates de asustarme de nuevo – lo regaño Tao antes de besarlo otra vez.

            - lo siento, es que estabas tan concentrado que no me pude resistir – con una ligera inclinación de hombros y un último beso, Kris se separó y fue a buscar la comida.

            - las evaluaciones son aburridas – Tao se puso de pie, dándose cuenta por primera vez que su camisa estaba fuera de lugar, las manos de Kris habían sido rápidas.

            - pero alguien tiene que hacerlas – Kris sonrió, ante el puchero que tenía Tao.

            - todos los soldados lo están haciendo bien.

            - aunque debemos reconocer que hay algunos que van mejor.

            - es cierto...

            - hola chicos – Minho entro en la habitación deteniendo las palabras de Tao.

            - Minho ¿Qué pasa? – pregunto Kris.

            - tengo buenas y malas noticias – conto Minho mientras dejaba sobre el escritorio de Tao cinco sobres amarillos.

            - primero la buena – pidió Tao.

            - su excelente trabajo con el entrenamiento de los militares ha sido reconocido en otras partes del mundo – dijo Minho con una media sonrisa.

            - eso es bueno.

            - y la mala noticia – siguió Kris las palabras de Tao, mientras comía.

            - enviaron cinco soldados a recibir el entrenamiento, al parecer de una división especial del ejército norteamericano, pero no nos dieron acceso a sus expedientes a pesar de las condiciones – dijo Minho con el ceño ligeramente fruncido.

            - no hay entrenamiento entonces – hablo Kris con el mismo gesto.

            - lo mismo dije yo – Minho asintió.

            - ¿Qué dijo el general? – pregunto Tao.

            - seguirá intentando obtener la información, los soldados llegaran mañana pero no podrán tener ningún contacto con ninguno de ustedes hasta que su gobierno conceda lo solicitado – respondió Minho con un suspiro.