Especial: Luhan...

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- omma mira – Luhan de dos años se acercó emocionado a su madre.

- Hannie Qué... - la mujer se quedó asombrada, su pequeño niño estaba balanceando uno de sus cubos de juguete entre sus dedos, pero no lo estaba tocando.

- es divertido – Luhan rio mientras subía mas el cubo con su energía y lo hacía girar a su alrededor, su madre jadeo asombrada.

- ¿Cómo es...? ¿Cómo lo hiciste? – pregunto su madre cuando Luhan atrapo el cubo con sus manitas y empozo a reír.

- no lo sé, solo paso – Luhan continuaba riendo mientras hablaba.

La mujer solo sonrió por lo alegre que se veía su pequeño haciendo aquello, si tenía la intención de investigar que pasaba, pues no era normal, pero ya que no causaba daño tampoco lo veía como un problema; termino de preparar el almuerzo y luego de dejar a Luhan en su silla comiendo y jugando aun con su cubo, llamo a su esposo al trabajo, estaba segura de que el le había contado alguna vez de una historia donde uno de los personajes podía hacer lo que su pequeño ahora estaba haciendo como un simple juego.

- hola amor – respondió Heechul con alegría.

- Hee, hola, recuerdas que alguna vez me contaste una historia de chicos con habilidades sobre humanas o algo parecido – dijo ella con una mescla de preocupación y miedo por la reacción que pudiera obtener de su esposo.

- sí, el nombre de la historia es doce dones, pero ¿Por qué me lo preguntas ahora? – le pregunto Heechul confundido.

- uno de los personajes tenía la habilidad de levitar cosas ¿verdad? – continuo la mujer casi sin haber escuchado la pregunta de su esposo.

- telequinesis, si ¿ya me dirás que pasa?

- ¿y es solo una historia o una leyenda?

- es una leyenda muy antigua – respondió Heechul ya sin insistir en que pasaba.

- creo que deberías volver temprano hoy, tengo algo que mostrarte – dijo la mujer sonriendo porque ahora Luhan corría por el comedor intentando atrapar el cubo que el mismo estaba haciendo escapar.

- iré ahora mismo, ya me preocupaste – Heechul termino la llamada, guardo sus cosas en su portafolios y salió de la oficina.

Apenas con la idea justa de avisarle a su asistente que cancelara sus pendientes y los dejara para el día siguiente, llego a su auto, arrojo su portafolios al asiento del copiloto y condujo a casa lo más rápido que pudo, no era que su mujer no lo llamara al trabajo de vez en cuando, era que nunca habían tenido una conversación tan singular ni siquiera frente a frente; al llegar las risas que escucho desde el exterior lo tranquilizaron un poco pero nada más entrar en la casa, su mandíbula cayó al suelo y soltó un pequeño grito de la impresión, la silla en la que estaba sentada su mujer así como los juguetes de su pequeño estaban flotando en el aire sin ninguna dificultad.

- Hannie bájame – pidió la mujer cuando escucho el grito de su esposo.

- si omma – Luhan dejo la silla de su madre en el suelo con cuidado, pero siguió balanceado sus juguetes en el aire.

- ¿Cómo es...? ¿Qué fue...? ¿Qué...? – Heechul estaba tan impactado con lo que había visto que no lograba terminar ninguno de sus cuestionamientos.

- es por eso que te llame, Hannie se acercó a mí mientras cocinaba y me mostro que podía hacer esto ¿te asusta? – pregunto ella con una sonrisa.

- no, es increíble – negó Heechul varias veces.

- ¿tienes alguna idea de cómo es posible?

- la historia debe ser verdadera, pero eso implicaría que hay once chicos más o habrá, Luhan es telequinesis, eso quiere decir que es dos de doce – dijo Heechul aun admirando lo que su pequeño estaba haciendo.

DOCE DONES - EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora