Enemigo...

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Pasaron alrededor de dos semanas, Chanyeol volvió poco a poco, pero fue difícil para Yangmi y Baekhyun puesto que con cualquier pequeña mención que detonara esos recuerdos en su mente, todo el proceso se revertía y Luhan tenía que empañarlos de nuevo; Yangmi se la había pasado bajo la vigilancia de Xiumin y Kris, estaba claro que era muy aventurera y combativa pero no por ello iban a permitir que se enfrentara sola a los guardias que custodiaban la casa de sus padres, solo porque estaba molesta de lo que ellos habían hecho con su hermano.

Lentamente todo volvió a la normalidad para los ahora trece chicos, con las nuevas reglas en casa y la nueva habilidad descubierta por Yangmi, los ataques casi se habían reducido a cero, los lobos ayudaban mucho; los chicos habían regresado a la escuela y Yangmi estaba bajo la tutela de Xiumin y Chen para poder integrarse en su grado y llevar la vida normal que todos los demás hacían, no había problema alguno a su alrededor; pero algo lejos de ahí, alguien más estaba enfurecida, todos sus planes para hallar y controlar a los doce dones fallaban y el único gran secreto que había tenido, le había sido arrebatado de las manos.

            - tiene que haber una forma, no pueden ser del todo invencibles – dijo Taeyeon mirando el exterior desde el ventanal de su oficina – es solo que... lo intentamos todo, ocho de doce probo ser inquebrantable y aun con su corta edad, trece de doce lo fue aún más, solo queda esperar que se presenten donde sus padres.

            - no creo que funcione – dijo una voz masculina a su espalda y Taeyeon se giró.

            - ¿Por qué lo dices Taemin? – pregunto Taeyeon sobando sus cienes con la punta de sus dedos, sintiendo el estrés de toda la situación.

            - hemos estado vigilando casi dos semanas, nadie ha aparecido por ahí – le dijo Taemin con un suspiro.

            - aún son niños, ambos lo harán, tarde o temprano – dijo Taeyeon con confianza.

            - ¿y si ocho de doce recupero sus memorias? Sabrá la verdad – dijo Taemin.

            - no hay manera, su mente quedo ahogada en las torturas, todo lo que pueda recordar estará escondido en miedo – dijo Taeyeon con una sonrisa de satisfacción.

Taemin solo negó con la cabeza en silencio y salió de la oficina, no estaba muy conforme con su empleo y las técnicas inhumanas que su jefa utilizaba, pero la paga era buena y el la necesitaba, su amado padre estaba en el hospital y necesitaba de una costosa cirugía, el mismo se había jurado que al momento de tener ese dinero, dejaría su horrible trabajo como guardia de seguridad de las empresas Wolf y se olvidaría de todo lo que había visto y en lo que había ayudado, se sentía tan culpable que a veces tenía que hacer un esfuerzo sobre humano para volver a aquel lugar a cumplir con su deber.

            - necesito nuevos guardias, sin moral ni opinión propia – dijo Taeyeon de malas, mirando la puerta cerrada.

Necesitaba algo más que eso, los ejecutivos la estaban presionando, tenía que obtener resultados pronto o su programa de súper dotados seria cancelado y por ende ella seria despedida, pero ¿Qué podía hacer? Los poderes que había podido estudiar de cerca no eran fáciles de controlar y aun había muchas cosas que no entendía, sentía que todo tendría sentido tan solo al momento en que ella tuviera prisioneros a los doce dones, no antes pues eran una fuerza conjunta y así funcionaban.

            - así... funcionaban... entones si yo... - las ideas comenzaron a fluir en la mente de Taeyeon mientras con una horrible sonrisa se levantaba de su silla y corría a su laboratorio, tenía que poner en marcha una nueva teoría.





DOCE DONES - EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora