Capítulo 19

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Raúl alza la mano, la cual se había aferrado a la parte superior de mi pierna, para abrir la ventanilla, que bajaba a mi gusto demasiado rápido.

-Tío, Raúl -dice la asquerosa voz de Ordáz- Vaya, pensaba que era la de la playa, me dijeron que no había...

-¿Qué quieres? -la voz de Raúl suena de golpe interrumpiéndole.

Ordáz va con una sudadera, no era tiempo de llevar una, así que me sorprendía que pudiese llevarla, también lleva una gorra de marca hacia atrás de color negra. Sus grandes ojos están marcados por unas ojeras enormes, quizás de anoche o quizás no, parecían de varios días, sus ojos casi estaban inyectados en sangre, me doy cuenta cuando me mira directamente.

-Tú pareces más guapa, no me acuerdo muy bien de la cara de la otra pero podría afirmarlo sin duda alguna -dice con una estúpida sonrisa dejándose caer sobre la puerta a través de la ventanilla.

-¿Qué quieres? -repitió Raúl elevando su voz.

Entonces Ordáz dirige su mirada hacia las manos de Raúl, viéndole la parte inferior de los dedos tapada y parece ser, que ahora, se da cuenta del pequeño moratón que tiene sobre el pómulo y sobre el labio.

-¿Qué te ha pasado, tío? -le pregunta.

-Ordáz tenemos cosas que hacer, ¿quieres algo? -dice ignorando su pregunta, incómodo en su asiento.

-No, sólo quería... Bueno, necesito dinero. Me he metido en un problema...

Mis ojos se vuelven hacía Raúl, que me mira sin nada que decir, después los lleva hacia la persona de fuera del coche.

-¿Cuánto? -le pregunta.

No sé si es por el aspecto que tiene o simplemente por la voz, que ha cambiado pero me da la impresión de qué el problema es uno de los gordos.

-Dos -dice levantando su brazo para señalarlo también con sus dedos.

-¿Doscientos? -dice Raúl casi gritándole. Su cara se había vuelto a poner tensa- No tengo doscientos euros, tú lo sabes.

-¡Ni yo tampoco! -dice casi sollozando a la vez que hace un intento de reírse.

-Ese no es mi puto problema, deja de meterte en putos líos, Ordáz.

Me empiezo a sentir incómoda, parece como si no se percataran de que sigo en el mismo coche dónde están manteniendo la conversación y ya no sé dónde mirar, así que fijo mi vista en el espejo retrovisor, deseando de que mi hermano no aparezca.

-Vale tío, lo entiendo, estás harto de dejarme pasta... -dice poniéndose recto mientras asiente con la cabeza- Gracias de todas formas -empieza a alejarse.

¿Pero cuantas veces le ha dejado dinero?

-Joder... -dice casi en un susurro y rápidamente hace sonar el pito del coche haciendo que Ordáz de gire de nuevo hacia nosotros y se acerque.

-Toma, -dice buscando en su cartera- no son dos cientos, pero es todo lo que llevo encima. Búscate la vida con esto y que te quede bien claro, esta es la última vez que te dejo dinero.

Le pasa varios billetes por delante de mí, no sé cuánto dinero irá pero estoy segura de que es bastante.

Ordáz asiente mientras los acepta y después de agradecérselo a Raúl durante unos segundos, se marcha.

-No te ha reconocido -dice Raúl rompiendo el silencio con una sonrisa nerviosa en su cara

-¿Va fumado? -pregunto sin darle rodeos a esta situación.

1. // Un viaje a mi ¿pasado? {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora