Capítulo 9

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~Citas Inesperadas.

Capítulo 9.

-Olvida todo Miley-le susurró mientras se aferraba más a ella. Ella respiraba agitadamente mientras intentaba controlarse.-Miley-le dijo él en tono de suplica.

-¿S-si?-tartamudeo la castaña. 

-Jamás había notado que tienes unos ojos hermosos- Le recogió un mechón que tenía en la cara, se acerco más a solo unos centímetros de su boca, la música seguía sonando.-Miley, ya no puedo más. Quiero hacer algo.

-Justin, no por favor-le dijo ella negando con la cabeza.-Recuerda el programa.

-Al diablo el programa.

-No Justin, no me hagas esto por favor- contestó dando unos paso para atrás.

-Miley ¿Tú crees que esto es fácil para mí? Cada vez que te veo, cada vez que te siento, tengo ganas de protegerte de abrazarte, de ser todo lo que necesitas.

-Para, por favor. Para, Justin.-dijo ella con un nudo en la garganta.

-Dime que no quieres lo mismo. 

-Justin por favor, no.

-Veme a los ojos y dime que no lo quieres-dijo tomándola de las manos-¡dime lo Miley!- le exigió con desesperación. Ella se volteo y negó con la cabeza.

-Justin recuerda nuestro trabajo, no podemos. Tú tienes que estar con una de las quince.

-No Miley yo no quiero estar con una de ellas. ¿No lo entiendes? Yo quiero estar contigo.

Ya no había vuelta atrás. Justin había dicho las palabras perfectas, para que Miley temblara y se le acelerara la respiración. Esto no era bueno, nada bueno. Se quedo callada por largo tiempo, mientras los ojos mieles de Justin buscaban una respuesta en los ojos ocultos de Miley.

-Sólo estas confundido Justin, sólo eso.-contestó fría.-Los dos pasamos por cosas muy difíciles, y sólo somos amigos Justin, sólo amigos. Encontraras a alguien de las quince y volverás a ser feliz.

-No estoy confundido Miley, yo sé lo que quiero.

-Por favor no lo hagas más difícil. Sólo olvida que esto pasó, ¿Quieres? Mañana tenemos trabajo que hacer.

-Se por lo qué pasaste Miley, pero por favor, lo único que te pido es que no olvides lo que pasó.

-Es lo mejor para ambos.

-¿Para ambos? o ¿Para tu trabajo?

Ella se acerco a él y le miró a los ojos. El estaba serio, la tristeza y el enojo en su mirada se desprendía fácil. Miley sabía lo que pasaría si le decía que le quería mucho. ¿Pero amarlo? No, ella no lo amaba, aun que si lo deseaba.

Después de haber amado a Jared, como a ninguna otra persona y que este le haya hecho semejante atrocidad, ella misma ya no se permitía amar a alguien. Pero, Siempre se podría recuperar la confianza con alguien, ¿Cierto?

-Vamos Justin, ya es tarde, tenemos que irnos- dijo ella dando vuelta rumbo a la puerta, y este le siguió enojado. 

Había sentido cosas con ella que jamás había sentido ni con Selena, ni con otra chica. Se preguntaba si Miley tenía razón acerca de "estar con confundido." Todo el camino estuvo en silencio. No un silencio incomodo, si no un silencio triste; como si quisieran gritarse el uno al otro lo que sentían pero...no podían.

Llegaron a su departamento cuando el reloj marcaba las 10.35 de la noche. 

-Te agradezco mucho lo que has hecho por mí Justin- dijo ella viendo por la ventana, ni siquiera tenía agallas para verle a la cara. “Cobarde” pensó Justin enfadado. Pero esto no se quedaría así.

Iba a abrir la puerta Miley, cuando Justin puso seguro.

-¿Ya ni si quiera me veras a los ojos?

-¿Me dejas salir, Justin?-dijo ella aún sin verlo. 

-Veme primero-le ordenó Justin.

Miley apretó los labios y volteó a verlo. Justin se había enojado, no por el hecho de que Miley no lo veía, si no porque sabía que con ella, que con solo haber bailando un pieza con ella, ya lo hacía sentir diferente, seguro, sin preocupaciones, pero, la parte donde se molestaba era cuando sabía que Miley tenía razón. El tenía que estar con una de las quince. Esto no se quedaría así, tenía que hacerle ver a Miley lo que trataba de negar. 

-He olvidado mi cartera en tu departamento- mintió-¿Puedo acompañarte para tomarla?-Miley lo miro por unos segundos.

-Vamos rápido- contestó ella nerviosa. Ya enfrente de la puerta, Justin entró primero al departamento, mientras ella cerraba la puerta, giró y se lo encontró con el…cara a cara.

-Ve a buscar tu cartera Justin.

-La cartera la tengo en mi bolsillo.

-¿Qué?- dijo ella enfadada.

-Si jamás seremos algo por lo menos permíteme hacer algo, que te prometo no te dañara- dijo acorralando la contra la puerta con sus brazos.

-Justin, no...- contestó ella, pero ya había sido tarde, sus labios ya la habían callado. 

Miley ya no tenía salida, todo se le había olvidado. El beso era lento y educado, Justin no quería incomodarla, después de lo que le había pasado. Miley por su parte, recordaba en su mente momentos con su mayor pesadilla, pero había algo; algo más fuerte que todas sus pesadillas y sus miedos, algo que provocaba no alejarse de los labios del rubio. Los dos estaban totalmente perdidos entre besos y caricias. Sus respiraciones estaban ahora agitadas, a ambos les faltaba el aire, pero no querían despegarse ni un solo centímetro de ellos mismos.

-Oh Miley, que me has hecho- dijo él con la voz agitada a lo que ella no dijo nada y se aferro más a él; sus besos se habían convertido en su perdición. 

Sin pensarlo, Justin iban bajando lentamente por su cara, hasta llegar a su cuello. Horribles recuerdos llegaron a la mente de Miley y reaccionó. Cerró los ojos con fuerza. La pesadilla estaba ganando.

-No Justin, lo siento. No puedo- dijo ella viéndolo triste escapando de los besos de Justin.

-Perdóname Miley, fue mi culpa.

-Fue mi culpa por haber te permitido besarme. Ni siquiera recordamos el programa.

-Perdón si te lastime- la miró y esta le dio una sonrisa forzada.

-No me has hecho daño, es solo, ya sabes…Jared.

-Lo entiendo, te prometo que te ayudare a superarlo. Sabes, espero que no te incomode lo que te diré, sé que no es el momento indicado para decirlo, pero…para ser nuestro primer y último beso fue increíble. Jamás lo olvidare- contestó Justin poniéndose su chaqueta-Te pido una disculpa nuevamente y te agradezco que me hayas dado la oportunidad de besarte. Adiós- se despidió caballerosamente dándole un beso en la mejilla.

Sin decir más salió de su departamento. El sabía perfectamente que no podía estar más tiempo solo con ella. Tenía que escapar de ahí. 

-¿Pero qué he hecho?- dijo Miley tapándose la cara con sus manos. 

Había sido tan lindo, al disculparse por algo que ella disfruto mientras pudo. Miley estaba metida en un problema: sabía que si él seguía así, ganaría su confianza, al ganarse su confianza ganaría su amor…pero al ganar su amor, ella saldría perdiendo al verlo dentro de tres meses con una de las quince, una chica que no sería ella. La nueva regla de oro, de Miley: No enamorarse de Justin.

Citas inesperadas (Miley Cyrus & Justin Bieber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora