~Citas Inesperadas.
Capítulo 13.
-¡Fantástico!- exclamó Justin emocionado.
-¿Por qué no me sorprende que no me hayas dicho?- contestó Miley irónica sentándose a un lado-¿y las quince?
-En sus lugares.
-¿Cuáles son los nuestros?- preguntó Justin bostezando.
-Da igual, siéntense en el que quieran. Todos son igual de grandes y espaciosos.
-Valla que son grandes los asientos- caminaban mientras observaban como algunas de las concursantes ya estaban dormidas o otras saludando a Justin.
-Erick está loco- negó con la cabeza la castaña.
-Yo quiero este- contestó el poniendo sus maletas en la parte superior de los asientos.
-Yo buscare uno que este más atrás.
-No, espera- tomó su muñeca-¿Por qué no te quedas en el que está a lado mío? Así podremos hablar cuando estemos aburridos.-Miley lo miró con inseguridad.
¿Quedarse dormida a lado de un hombre? Difícil para ella. Bastante difícil, aunque sabía que Justin no le haría daño, recordaba lo doloroso que fue eso y no olvidar las malditas pesadillas que la pobre tenía que pasar cada noche, haciendo que se despertara gritando. Justin al notar la expresión de Miley, recordó.
-No te preocupes, no te haré daño- le dijo sincero.
-Lo sé, es solo que…que no te quiero despertar con mis pesadillas y es un poco difícil para mí.
-Yo sé que es difícil, pero no puedes estar así toda la vida. Confía en mi Miley, jamás te lastimaría.
-Lo mismo me dijo el- las palabras salieron solas de su boca.
-Yo no soy el. No te obligare a nada Miley, puedes ir atrás si lo deseas- Justin se acomodó en su asiento.
En algo tenía razón Justin, no podía quedarse así toda su vida. Tenía que afrontar sus más grandes miedos para poder superarlo. Dio un suspiro mientras acomodaba sus maletas en la parte superior.
-Prometo que no te fallare- le sonrió Justin.
-Juro que si me pones una mano encima, hare que te arrepientas- le contestó está nerviosa.-Miley, desde el día en que supe tu historia, juré no hacer nada más que protegerte- Miley lo miro atenta, buscando alguna señal de mentiras.
-Pero para hacer eso, necesito tú confianza- “Gana tu confianza…gana tu amor” recordó.
-¿Solo mi confianza?
-Sí, solo eso y nada más. ¿Confías en mi?
-Sí...
-Jamás te volverá a pasar nada, te lo prometo-la miró.
-Cambiemos de tema; No sabía que tenias un hermano, que por cierto tiene buen gusto por la ropa- Miley rió.
-Tienes suerte que este de viaje.
-Así pasaron la tarde los dos, hablando de sus vidas y de sus gustos. Entre risas y bromas, por fin hubo un minuto en el que Miley había olvidado sus preocupaciones y no había sido con besos ni caricias.
No muchas de las quince se percataron que estaban juntos, excepto por algunas que tenían que ir al baño y pasar por sus lugares mientras veían como jugaban con la comida que la azafata les había ofrecido. La oportunidad de olvidar el dolor y el pasado de Miley, tenía nombre ahora; y era Justin.
