~Citas inesperadas.
Capítulo 18.
¡Bam! Se escucho el cuerpo de Justin, caer por el balcón del cuarto de Miley.
-Maldición Justin! ¿Por qué no me puedes ayudar a salvarte el trasero?-se exaspero Miley -Harás que me caiga, por tu culpa- pasó una pierna, por el baranda del balcón, cuando de la nada, Justin levanto su dorso para tomar con sus manos las caderas de Miley haciendo que cayera encima de el.
-No importa nena, así estaremos muy, muy juntos- sonrió borracho, mientras Miley lo veía a los ojos.
-Déjate de tonterías- se levantó rápido de él.
Fue a su maleta, y tomó su pijama, mientras Justin, observaba curioso la luna.
-Algún día seré astronauta-dijo el rubio mientras Miley se acercaba a él, con una coleta de caballo hecha en el cabello.
-No lo dudo Justin- sonrió graciosa- ven, te voy a acostar- Justin se hecho como un costal, a la cama de Miley.
Ella le quitó sus zapatos y su chaqueta, lo cubrió con las sabanas blancas. Lo miro por un momento, se veía tan hermoso a la simple luz de la mesita de noche, le acaricio su cabello. ¿Cómo alguien podía ser tan jodidamente hermoso? Estaba profundamente dormido, y su respiración era tranquila.
Miley sonrió sin razón, mientras apagaba la luz de la mesita de noche, y se marchaba al baño.
-¿No me darás mi beso de buenas noches?- se escuchó su voz ronca.
-No, ya duérmete Justin, estás borracho.
-Estoy tan borracho como para no recordar lo que paso en la mañana, pero no lo suficiente para no saber lo que deseo- Esta lo miró seria, mientras él la convencía con la mirada. Haberle pedido que lo besara, era algo que no podía resistirse. Pero, no, no podía.
-No Justin, lo siento- tomó sus cosas rápido mientras cerraba bruscamente la puerta del baño. Todas las palabras de el resonaban en su cabeza, lo que provocó, que olvidara poner le seguro a la puerta del baño.
-Mierda mi cabeza- susurró mientras abría los ojos y se llevaba las manos a su sien, las ganas de ir al baño lo habían despertado. Seguía oscuro, el reloj marcaba las 3:30 de la mañana. ¿En donde estaba? ¿Qué diablos hacía aquí? ¿De quién era esta habitación?
Que había pasado con Miley...desesperadamente vio si tenía toda la ropa puesta. Sí, si la tenía, no había sucedido nada. Pero ¿En dónde estaba ella? se dirigió al baño a oscuras, estaba a punto de orinar cuando escucho unos ruidos raros provenientes de la tina.
-Que diabl...- no pudo terminar la oración al ver a un pequeña silueta, en posición fetal, dentro de la tina...era Miley. El corazón de Justin palpito más rápido de lo debido al saber que tuvo que irse al baño por su culpa. Se veía tan indefensa, tan inocente.
-Oh Miley- susurró.
La tomo en sus brazos con cuidado de que no despertara y la llevo a su cama. Un short a las rodillas y un blusón, dejaron ver algo escrito en su cadera de lado derecho. ¿Qué es eso? Se pregunto Justin, acerco un poco más la vista y pudo notar que era un tatuaje, en letra cursiva decía "Fearless" Sin miedos...un muy sexy tatuaje en una parte muy tentadora para él. Trago sonoramente saliva.
Aún por su apariencia indefensa había sido muy fuerte. Tanto como para aguantar todo el dolor que se imaginaba el rubio, con su historia. Fue al baño, mientras miles de preguntas venían a su mente. ¿Qué había pasado? Por el dolor de cabeza y no poder haber recordado nada, sabía que se había puesto borracho.
Y al estar en el cuarto de la castaña, era obvio que Miley cuido de él. Había sido tan tierno de su parte haberlo cuidado y haberle dado su cama, que sentía algo raro en el estomago. Se sentía, de una forma diferente. Miley era una gran persona, una persona digna de admirar. Regreso a su lado y la observo un buen rato, miró sus labios. Se veían tan deseable esa noche, tenía ganas de comerla a besos con solo mirar esos labios. Quería protegerla, quería tenerla entre sus brazos y nunca soltarla.
Se acercó a ella, tanto que sus narices ya estaban a unos milímetros. ¿Lo haría? ¿La besaría? Quería pero...maldita sea, no podía. Se alejó de ella tratando de pensar en otras cosas. Se acostó a un lado de ella, sin que lo notara. Hasta que sintió como alguien se salía de la cama, fingió estar dormido, hasta que entreabrió el ojo y pudo notar como ella se acercaba a él.
Ella se acercaba tanto y su corazón se le iba a salir. ¿Qué le iba a ser? ¿Acaso leyó sus pensamientos? Y sin más, ella lo beso. Un beso cálido y tierno. Sin movimiento alguno, solo un beso donde sus labios acoplaron a la perfección. El tomo su cara, con ambas manos, y la acerco mas a él, quería tenerla, quería tener sus labios más cerca de el, pero ella se alejo lentamente, dejando a Justin con más ganas de ella.
-Gracias por no aprovecharte- susurró ella mientras volvía a su lugar a lado de el. No estaba dormida. No lo estaba. ¿Habría notado que observo su tatuaje? No lo sabía, no le importaba ya, la abrazo por la espalda y durmieron, sin miedos, sin penas, sin nada que los detuviera a estar juntos, por una noche.