~Citas Inesperadas.
Capítulo 15.
Sacó su cepillo de dientes, untando la pasta blanca que limpiaba su boca. Su reloj de mano, marcaba las 6 de la mañana.
Era muy raro en Justin, levantarse a estas horas de la mañana, pero cuando despertó no pudo conciliar el sueño, pensaba en la noche que había pasado con Miley, en su pesadilla, y en ella.
Se vio en el gran espejo ovalado.
Era inevitable pensar en ella, ella era hermosa, su piel era suave y su aroma era algo que lo volvía loco, su sonrisa era hermosa, ver sus ojos marrones eran como estar en un laberinto. Con el solo hecho de verla a los ojos sentía que estaba atrapado.
Echó un suspiro, mientras tomaba con sus manos el agua que salía de la llave del lavabo y la tallaba lentamente con su cara. Se vio por última vez en el espejo. Se preguntaba si esas cosas del “destino” existían. Tal vez Miley sólo era una prueba para encontrar el verdadero amor en una de las quince concursantes. Tal vez…Miley no era la indicada y era por eso que no podía estar con ella. Suspiró y se relajo pensando en que el destino traería a la indicada con el tiempo; sin más, salió del baño, tratando de no hacer tanto ruido.
-¿Me podría dar el desayuno?- dijo Miley enfrente de su puerta con otra chica, la cual parecía era la azafata.
Miley lo volteó a ver, y le dedico una sonrisa.
-A mi también deme mi desayuno, por favor- dijo el rubio, a lo que la azafata asintió y se marcho.
-¿Tan temprano desayunas?
-¿Tan temprano te levantas? Que yo recuerde eres muy flojo- rió.
-Ayer por la noche me amabas, ¿Lo recuerdas?- le dijo seductor.
-Fue solo un sueño Justin- hizo un gesto con sus cejas.
-Fue un sueño, donde aceptabas que me amabas- la miró.
-vamos, tenemos que desayunar- dijo caminando a su lugar, mientras esta le seguía aturdida por su mirada.
-¿No tuviste mas pesadillas anoche?
-No, por suerte, no.
-¿Son muy seguidas?- se acomodó en su asiento.
-Tengo unas 3 o 4 a la semana.
-Debe ser horrible.
-Lo es. Es como si revivieras una y otra vez tus peores momentos del pasado.
-Ya no las tendrás- sonrió Justin mientras tomaba su mano en forma solidaria.
-¿Como estas tan seguro?
-Yo haré que se vallan.
-No creo que puedas hacer mucho…he intentado de todo. Nada funciona.
-Confía en mí- le sonrió por segunda vez.
-En cuatro horas llegaremos- dijo animada.
-tomaremos un barco, para llegar a las islas.
-Ya quiero llegar.
-Yo también- le contestó ella con una sonrisa emocionada en el rostro.
-Aquí tienen sus desayunos.
La azafata les sirvió sus desayunos, a lo que ellos lo disfrutaban mientras platicaban de múltiples cosas, como sus pasatiempos favoritos, o sus diferentes estilos de vida.
El tiempo pasaba y unas cuentas concursantes, interrumpían su conversación, la cual está llena de risas largas y ruidosas. Juntos, eran la pareja perfecta, pero ambos sabían que eso nunca pasaría, que ella era la conductora y él, el invitado especial, tristemente él tenía que estar con una de las concursantes.
Pero lo que no sabían era que todo podía pasar, que todo podía cambiar, y que su futuro iba ser el más inesperado de todos.
-Bienvenidos a Grecia- se escuchó por el altavoz.
-¿Lista?- preguntó Justin, mientras abrochaba su cinturón.
-Lista- mostró una sonrisa de lado la castaña.
- Te prometo Miley....que no importa con quien salga de este programa, te ayudare y tu a mí a superar todo ¿Trato?- extendió su mano.
La castaña lo observó.
“No importa con quien salga de este programa” Una chica sumadamente afortunada, pensó Miley.
¿Pero que podía hacer ella en esta situación? Nada, más que esperar un milagro que la haga sentir de la misma manera como la hace sentir Justin.
-Trato- estrecharon sus manos.