Martina
—Veo que te gusta pintar– me dijo Clary señalando mis cosas
—Si, estoy segura que lo heredé de ti, Jace no tiene manos para la pintura– le conteste
—Pero si para el piano– me dijo–¿te enseño a tocar?
—Si, lo hizo. ¿Él está muy enojado?— le pregunté, ella se sentó en la cama y me abrazó
—Claro que no cariño, es solo que tienes que entenderlo, él jamás tuvo una buena figura paterna, no sabe nada de ser padre y al verte de esa forma, no supo cómo reaccionar— me dijo acariciando mi brazo
—Lo se, yo tampoco reaccione de la mejor manera
—Tu padre y tú se parecen muchísimo
—Obvio ambos somos perfectos
—Ay dios, no lo puedo creer, tenes el mismo ego que él, me voy a morir acá— dijo y ambas empezamos a reír
—Yo no soy egocéntrica, solo digo la verdad— le dije
—CUACK!!— me dijo y yo pegué un salto— jajajajajaja, sabía que caerías, eso te pasa por egocéntrica
—Eso no fue justo— le dije golpeando su brazo— bruja
Ella me abrazó y hablamos hasta la hora de preparar la cena, agarramos las cosas y fuimos a la cocina. Nos encontramos con Lara
—Yo quiero cocinar hoy— le dije
—Bueno, voy a buscar el matafuegos— me dijo
—Oye, no soy tan mala cocinera— le dije ofendida
—No, pero eres propensa a incendiar la cocina y el instituto– me dijo y Clary solo rio
Empecé y luego de un rato terminé (y no incendié nada), los demás empezaron a llegar a la cocina
—Carstairs venís a poner la mesa— dijo Lara
—Está bien Larita— le dijo— huele riquísimo, ¿Quién cocino?
—Yo— le dije
—¿Y la cocina no se incendio?— dijo Nícolas
—Que malos que son– les dije y Bruno me abrazó
—Eres muy buena cocinera, pero a veces sos un poco propensa a incendios—Me dijo y lo empujé
—Andate a la mierda Carstairs!— le dije y apareció Melissa
—Bruno, ¿Podés dejar en paz a tu novia? ¿O es mucha molestia?— le dijo Melissa
—No le estoy haciendo nada, ella sola se enoja— dijo él
—Claro, ahora se hace el santito— le dije
—Yo soy un santo, ¿O no ma?– dijo Bruno
—No hijo, te amo, pero te portas muy mal– le dijo y yo reí tentada
—No te rías— me dijo y me abrazó
Nos sentamos y comimos, Alec y Magnus decidieron lavar los platos.
—Martina, ¿Podemos hablar?— me dijo Jace, yo asentí
—¿Qué pasó?
—Quería pedirte perdón por lo de antes, es que verte así con Bruno me molesto, y ni siquiera se porqué— me dijo— creo que ser padre es más complicado de lo que parece
—No fue tu culpa, yo tampoco reaccioné de la mejor manera— le dije— debí intentar entender, pero no, decidí gritar, creo que es mi forma de defenderme de todo— el me abrazó
—En eso somos iguales— me soltó— creo que será mejor ir a dormir, ¿no crees?
—Si, hoy fue un día largo– le dije– buenas noches
—Buenas noches
Me fui a mi habitación, me duché y me puse mi pijama, era una remera negra cortada con partes de camisa cosidas (Lara tenía una máquina de coser, así que decidimos usar la ropa vieja y convertirla en nueva) y un short, me seque el pelo y me acosté, al rededor de 10 minutos me quedé dormidaEstaba corriendo en un bosque, corría rápido, como si huyera de algo o de alguien, no se de que, frene y ahí estaba él, en el suelo sin moverse, mis ojos se llenaron de lágrimas y corrí hacia él
—Mi amor— decía, pero el no se movía, tenía una herida en su pecho y sangraba
—Él ya no está, ahora sólo estoy yo y tú serás mía— dijo Nathaniel agarrándome de los brazos, no podía defenderme, era inútil
Me llevaba a algún lugar, no se a donde, yo gritaba y gritaba, entramos a una cabaña y...Desperté sin entender lo que había pasado, tocan mi puerta y esta se abre, entra Bruno, tenía los ojos hinchados y rojos, parecía haber llorado.
—¿Estas bien?— le dije preocupada
—Tuve una pesadilla— me dijo, desde que tengo memoria cuando Bruno tenía pesadillas venía conmigo, como si yo pudiera protegerlo de ellas
—Ven– el se acostó conmigo— ¿Qué soñaste?
—Estaba corriendo en un bosque, corría muy rápido, frenaba y una espada atravesaba mi pecho, luego te oía gritar y no podía moverme, veía a Nathaniel agarrarte de los brazos y llevarte, tú seguías gritando, pero yo no podía moverme, luego simplemente desperté— mis ojos estaban llenos de lágrimas, entonces lo abracé muy fuerte
—Todo estará bien, fue solo una pesadilla, nada más— le dije y ambos nos quedamos dormidos abrasados
¿Por qué Nathaniel? ¿Qué tiene que ver él con todo esto? Esas preguntas revoloteaban en mi cabeza, había algo que no entendía de todo esto.***
*Llamada*
—Hola cariño, ¿cómo estás?— dijo Amanda
—Hola mamá, bien ¿y tú?
—Perfecto, espero te estén tratando bien en el instituto
—Si lo hacen, pero aun tengo problemas para llamar la atención de Martina
—¿Por qué? No debería de ser tan difícil seducirla
—Ella está enamorada del niño Carstairs y tú me diste órdenes claras de no lastimarlo
—Entonces provoca que peleen, por cualquier cosa y consuélala, se si hombro donde llorar y cuando eso pase tráela a mi
—No creo que pueda madre
—HAZLO NIÑO TONTO, ACASO NO ENTIENDES LO IMPORTANTE QUE ES ESTO
—Lo siento mamá, lo siento mucho
—Está bien, esta bien mi pequeño, haz lo que puedas, pero tráela a mi
—Lo haré, te lo prometo, y es más creo que ya tengo una idea de que hacer, pero deberé usar mis otros encantos
—Hazlo cariño, hazme sentir orgullosa de lo que eres
—Gracias madre, gracias
*Fin de la llamada*—Ese niño es un genio, y va a lograrlo, me traerá a tu hija y es más, estarán juntos
—Eso jamás pasará, ya te lo dije
—Clarissa entiende, no importa cuantos ángeles quieran enamorarte, siempre elegirás al demonio que te lleva por el lado oscuro
—Te equívocas Amanda, mi hija ama a Bruno y no lo dejaría por nada, mucho menos por un Cartwright hijo de un demonio
***
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El ángel de las plumas doradas (Cazadores de Sombras)
Teen FictionEsta historia es una aparte a todo lo que es el mundo de Cazadores de Sombras de Casandra Claire. Esto que voy a escribir no pasa en los libros, es solo una historia de algo que a mi me gustaría que sucediera. En fin, espero les guste esta historia