Capitulo 25

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Bruno

Salí de la sala del piano, y me dirigí hacia la cocina para servirle la comida a Martina, al llegar pude ver que me miraron cuando me acerqué a los platos, tomé uno y serví comida. Justo cuando estaba por irme Lara me freno.
—¿Bruno qué haces?– pregunto Lara
—Sirvo comida daaa– eso la hizo enojar
—Dale estupido, te estoy hablando en serio, ¿Para quién es eso?– le hice una mirada de "ya sabes para quien es"– Martina no quiere comer, ya lo intentamos
—A no ser que justo la vio y ella le dijo que quería comer– dijo Kat sarcásticamente, mi cara cambio y todxs lo notaron
—¿Salió de su habitación?– pregunto Jace parándose de la silla
—No, no lo ha hecho– intente mentirles
—¿Estas seguro?– pregunto Magnus
—Conozco tus caras Gael, sé que estás mintiendo– dijo mi madre
—¿No se llamaba Bruno?– pregunto Izzy
—Gael es su segundo nombre– le contesto Lara– ahora dime, ¿Ella salió de su habitación?
—Fue a la sala del piano y me la cruce– dije y la cara de Clary se iluminó– le dije que le llevaría comida
—No se la llevarás– dijo Lara algo ¿enojada?
—¿De que estas hablando?– le dijo Alec
—Tiene que salir, así que no le llevarás comida– estaba enojada– si ella quiere comer que venga aquí
—Lara basta, ella no quiere salir– ahora yo también estaba enojado– entiende que la está pasando muy mal
—Todos aquí la estamos pasando mal, no solo ella– se levanto de la silla– le diré que si quiere comer algo tendrá que salir– dicho esto salió de la cocina
—Pobre de Lara, ahora si que la pasará mal– dije
—¿De que hablas Bruno?– dijo Alec mirándome extrañado
—Martina no está en sus cabales, por ende si Lara la hace enfadar aunque sea un poco ella se saldrá de si.

Lara

No podía creerlo, ella no es la única que la está pasando mal, Medusa significaba mucho para todxs no solo para ella, pero ahora me va a escuchar.
Golpee la puerta, y ella me abrió, al verme estaba muy sorprendida.
—Debemos hablar– dije, estaba más que furiosa
—Lara lárgate, no quiero hablar con nadie– se volteo para no mirarme y yo entré
—Pero si con Bruno ¿verdad?– pude notar que se tensaba
—¿De qué hablas?– mi furia aumentaba cada vez más
—No soy estupida, además Bruno nos contó que estabas en la sala del piano, ¿Acaso haces eso todos los días?– ella negó con la cabeza– No tienes ni la menor idea de lo que estamos sufriendo por ti, ¿verdad? No sales de esta habitación, no comes, no nos hablas, no le contestas el teléfono a Will, nos preocupas Martina– mis ojos se llenaban de lagrimas
—Cállate Lara y vete por favor– dijo ella con voz quebrada
—NO, NO ME IRÉ DE AQUÍ, ESTOY HARTA DE QUE CREAS QUE ERES A LA ÚNICA A LA QUE LE IMPORTABA MEDUSA, QUE CREAS QUE ERES LA ÚNICA QUE SE MERECE ESTAR DE DUELO Y NO ES ASÍ, no es así.
—Crees que no lo se– se volteo, parecía que echaba fuego por los ojos– SE LO QUE ESTÁN SUFRIENDO TODOS, PUEDO OÍRLOS, PERO DEBES ENTENDER QUE ELLA ERA COMO MI HERMANA AL IGUAL QUE TÚ, SI TU MURIERAS ESTARÍA IGUAL QUE COMO ESTOY AHORA, ASI QUE POR FAVOR ENTIENDE DE UNA MALDITA VEZ, Y LÁRGATE– no me moví– AHORA
—Ya te dije que no me iré, y si quieres comer deberás salir de aquí, pero como veo que no lo harás...– agarre de su brazo y empecé a tirar de ella– te llevaré a la cocina
—Soltame Lara, me estás lastimando– empezó a tironear
–Luego te haces un iratze– ella tironeaba para que la soltara, pero no lo hice

Llegamos a la cocina y todxs miraron sorprendidos la situación.
—Lara sóltala– me dijo Bruno acercándose
—Si la suelto se irá de aquí y volverá a encerrarse
—Es problema mío no tuyo perra– hablo Martina por primera vez desde que llegamos aquí
—Lindo vocabulario– le conteste
—Soltame porque te vas a arrepentir
—Estas muy débil, por ende no creo que puedas vencerme– le dije sonriendo, ella me hizo una mirada asesina
—¿Estas segura de eso?– pateó mi pierna
—Perra
Yo seguía sin soltarla cuando ella empezó a golpearme, se los devolví, igualmente ella seguía débil, no podría hacer mucho sin cansarse en algún momento
—Lara basta– decía Izzy
—Lamentó decírselos, pero esto es entre ella y yo.
Empezamos a pelear, Martina araño mi brazo, esto me dejará una marca, golpeábamos hasta que ella empezó a cansarse, no lo dijo, pero pude notarlo. Aproveche el hecho de que ella estaba débil, así que le di un golpe en la boca, y con mi codo golpee su estómagoy la tire contra una pared, ella cayó al suelo tosiendo un poco de sangre.
—Eres una maldita perra Lara– me dijo ella tratando de levantarse, al intentarlo volvió a caer, en eso Bruno corrió a ayudarla
—Lara esta vez te pasaste– me dijo Kat
—Quise que viniera por las buenas y no quiso– empecé– luego ella dijo que podría vencerme y yo le di la oportunidad, pero al estar tan débil no lo hizo
—¿Por qué razón haces esto Lara?– pregunto Martina levantándose con ayuda de Bruno
Saqué mi estela y me acerqué a ella
—Porque eres mi mejor amiga y no me gusta verte encerrada sufriendo sola– agarre su brazo y le dibuje el iratze– listo, ahora te curarás, espero no haberte lastimado tanto– ella solo río y yo la abracé
—Ahora que se reconciliaron, tú– dijo Clary señalando a Martina– comerás algo
—Está bien mamá– Martina se sentó y Clary le sirvió comida.
Mientras Martina comía nosotrxs le contábamos las cosas que habían estado pasando por aquí,  y por primera vez preguntamos por lo que había pasado en la misión a la que fueron Martina y Jace. Justo cuando Martina estaba por contestar, se levantó de la mesa y salió corriendo hacia la entrada del instituto, sin saber que pasaba corrimos tras ella, y en eso momento vimos lo que pasaba.

El ángel de las plumas doradas (Cazadores de Sombras)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora