El ángel de las plumas doradas (Cazadores de Sombras)

Capitulo 27

Bruno

Aun no podía creerlo, Martina estaba apunto de levantar mi camiseta cuando...
—¿Qué demonios están haciendo?, saben qué, mejor no me lo digan– dijo Will
Nos separamos al instante y Will se acercó a nosotros, creo que me golpeará, demonios
—Martina, deja de querer violar a Bruno– dijo y empezamos a reír– dios, no puedo creerlo, Bruno, deberías ponerle una orden de restricción.
—Pero...– empezó Martina– déjalo mejor, no empezare una discusión contigo.
Nos levantamos de la cama, y Martina fue al baño a cambiarse la remera. Cuando salió nos dirigimos los tres a la biblioteca.
—Hasta que llegan– nos reprochó Alec
—William nos encerró en la habitación– lo acusó Martina
—Igual no sé de qué te quejas, estabas muy bien ahí adentro– Le dijo Will y Martina lo golpeó– PERRA
—SI Y MUCHO
Nos sentamos en los sillones y Will se puso en frente para explicar lo que pasó en Idris.
—Bueno en Idris están investigando más acerca de Amanda, Alec no me tenia muy informado de las cosas, porque no quería que se las dijera a Martina, es más me reprocho por decirte lo de los vampiros que trabajaban con Amanda– Martina le hizo un gesto para que se callara
—¿Qué vampiros?– dijo Clary
—Si, a la misión que fue con Jace– le respondió Will sin entender mucho
—Pero la re puta madre William– dijo Martina mientras se levantaba del sillón.
—El vocabulario– le dijo Nick
—El vocabulario me lo paso por el orto Nícolas– le respondió Martina alterada
—A ver si entendí– empezó Clary– a la misión que ustedes dos– señalando a Jace y a Martina– fueron, a la que supuestamente era por actividad demoniaca, en realidad era sobre unos vampiros que trabajan para la demonio que nos secuestró, ¿entendí bien?
—Si, pero...– empezó Jace
—Pero nada, me dijeron que era una misión sin riesgos, que era solo un control, pero era una mentira, esos vampiros pudieron haberle avisado a Amanda.– les dijo Clary molesta
—En realidad no podrían avisarle– le dijo Martina
—¿Por qué no?– les pregunté
—Están muertos– dijo Jace
—Genial– escupió Alec
—Tuvimos que matarlos, ¿saben a quién quiere Amanda?, ¿a quién está buscando?– empezó Jace, pero Martina lo interrumpió
—Jace no
—La quiere a ella– señaló a Martina– a la última mujer del linaje Fairchild y la quiere para dios sabe qué
—¿Cuándo será el día en el que aprenderás a callarte Jace?– le dijo Martina
—¿Cuándo será el día en el que no ocultes cosas?– le dije, no podía creerlo, hace un rato ella me decía que yo no debía ocultarle cosas y ella me oculta algo súper importante.
—Bruno...– empezó ella
—Menos mal que hace un rato hablábamos de no ocultarnos cosas– le dije y me dirigí a la puerta
—Bruno espera– ella vino hacia mi
—No, te enojaste conmigo por no decirte una idiotes y tú me ocultabas algo mucho peor– dicho esto me fui.
Necesitaba pensar, así que me fui al único lugar donde me podría relajar

William

No me parece bien que Martina y Jace no les contarán a los demás lo de los vampiros, pero también los entiendo, no querian preocuparlos.
—Mart– le dijo Lara
Mi hermana se alejó y subió las escaleras de la biblioteca, hacia eso cuando no quería hablar, pero tampoco quería alejarse y estar sola
Me acerqué a Clary y a Jace
—Ellos lo hicieron para que tú no te preocuparas, yo habría hecho lo mismo con ella– le dije y ella asintió– iré a verla
—Es igual a Jace ¿verdad?– me dijo ella
—Si, lo es
Los deje y camine hacia las escaleras, al llegar a ellas subí, en la plata de arriba estaba ella, sentada con la cabeza en sus piernas. Me acerqué y me senté a su lado
—Todo estará bien, ¿sabes eso verdad?– le dije, ella levantó la cabeza y me miró
—Le oculté algo muy importante a Bruno, a mi Sharatai.
—Pero lo hiciste para que no se preocupara, no querías que ninguno se preocupara.
La abracé y ella acomodó su cabeza en mi hombro.
—¿Por qué no me dices lo que pasó en Idris?– pregunto
—¿Qué cosa?
—La razón para que estes tan contento, no soy ciega Will, se que algo pasó
—Conocí a alguien, alguien especial, muy especial– ella levantó su cabeza y me miró– sus ojos son del color del agua, muy profundos como los de mamá y los tuyos. Cabello negro con puntas castañas– ella sonreía– le gusta la música, toca el violín, es francés.
—Wait, ¿Francés?– ella me miró confundida– ¿Es André Fournier?
—¿Cómo lo sabias?– le pregunté y ella soltó una carcajada
—¿Cómo sabía que eras gay o cómo sabía que era André?
—Ambas
—Soy tu hermana, ¿crees que no me si cuenta que no te gustaban las mujeres?– ella sonrió– sabía que era André porque cada vez que lo miras tu mirada cambia, cuando se te acerca tragas saliva porque te pones nervioso, piensas que nadie se da cuenta, pero yo lo hago, siempre me doy cuenta de esos pequeños detalles. ¿Tú estás enamorado de él?
—Si Martina, lo estoy y él lo está de mi, o al menos es lo que me dijo.
—Conozco a André, él también está enamorado de ti. Así que mi hermano sale con un brujo francés, increíble
—Shhh baja la voz– aun no se lo había dicho a los demás
—Se enterarán tarde o temprano hermanito
—Lo sé, pero ahora no es momento
—Siempre es momento para buenas noticias
—Si tú lo dices
—Si William, yo lo digo– ambos reímos
—Cambiando de tema, lo que vi hoy hace un rato– ella maldijo por lo bajo– ¿Ya pasó o aun no?
—Mmmm... aún no– bajo la cabeza sonrojada
—Y yo lo arruiné ¿verdad?– ella asintió y yo reí– eso quiere decir que aun no era el momento
—¿Y cuando será?
—Lo sabrás, cuando llegue el momento
—¿Y tú?
—¿Yo qué?
—No te hagas el idiota William, ¿Pasó algo con André?
—Muchas cosas
—OMG!!!– yo empecé a reír– ¿CUANDO PENSABAS CONTARME ESO WILLIAM MAXWELL?
—Baja la voz tarada– le dije– te van a escuchar
—Perdón, pero ¿por qué no me lo dijiste?
—¿Querías que te lo dijera por teléfono?
—Y si
—Bueno, igual ya lo sabes– ella volteo los ojos– ahora princesa, ve a buscar a tu príncipe y despiértalo con el beso de amor verdadero.
—Eres un idiota William– dicho esto ella bajo las escalera y salió de la biblioteca