El ángel de las plumas doradas (Cazadores de Sombras)

Capitulo 6

Al otro día
Izzy

Me desperté y fui a ver a Lara a su habitación, al entrar vi algo que me hizo salir de enseguida y sonreír. Ella era idéntica a mi
Baje a la cocina y vi a todos, obviamente menos Lara y bueno Nícolas
—Buenos días– les dije sonriendo
—Buenos días– me respondieron
Me senté en la mesa y vi a Clary, Jace y Martina hablando y sonriendo, es lindo verlos así de unidos
Al rededor de 10 minutos aparecieron Lara y Nícolas
—Hola– dijeron ambos
—Hola cómo pasaron la noche?– les pregunté sonriendo pícaramente
—Bien supongo– dijo nerviosa, se dio cuenta de que hablaba
—Bueno hoy iremos a entrenar– dijo Martina– ustedes pueden hacer lo que quieran
—Quiero ver cómo entrenan– dijo Alec– si no les molesta
—Claro que no, es más seria un honor– dijo Martina
Ellos salieron y Lara se acercó con Nícolas.
—Supongo que ya lo sabes entonces– me dijo ella
—Fui a saludarte esta mañana, pero estabas ocupada– dije yo
—Siento no habértelo dicho antes– me dijo apenada– nadie lo sabe, excepto Martina
—No tienes que disculparte conmigo, es más, me alegra que estén juntos– le dije sonriendo, luego la abrace y salimos a la sala de entrenamiento.
Al llegar vi a Martina esperando que alguien luchara con ella, yo me ofrecí, espero no arrepentirme
—Estas lista para esto– le dije
—Tu que crees– dijo
Agarro un bastón, yo acomode mi látigo para convertirlo en bastón. Yo hice el primer movimiento, ella fue rápida y me esquivó, se movió más rápido que cualquiera que haya visto, pude ver un poco de Jace en ella. Golpee su palo y ella devolvió el golpe, era muy rápida y lista, tenía ese aire de victoria con cada movimiento, ella me derribó, luego me ofreció una mano y me levanté
—Eso fue increíble– le dije en forma de alago– ya veo que eres hija de Jace jaja
—Muchas gracias– me respondió ella con una sonrisa
—Seguimos??– le pregunté
Ella me dio una sonrisa como respuesta y seguimos entrenando hasta el almuerzo

***
—73 ángeles se balanceaban sobre la tela de una araña, como veían que resistían fueron a llamar más angeli...
—TE PODES CALLAR DE UNA MALDITA VEZ—dijo Amanda– estoy intentando pensar
—Tos, 74 angelitos se balanceaban sobre la tela de una araña como veían que sus plumitas eran doraditas Amanda se clavó un cuchillo
—Ja,ja,ja en verdad te crees muy chistoso?– dijo ella enojada
—Si, en realidad si
—Mira, te voy a ser clara, si yo no consigo mis alas blancas, te molestare el resto de tu vida– dijo
—No me interesa lo que tú me digas, solamente quiero que tú pierdas y como no puedes matarme aprovecharé
—Yo solo quiero que estemos juntos, esto no es solo por mi es por ambos– dijo ella
—No soy tonto, en el cielo hay espacio para uno solo, y lo quieres para ti, para nadie más
—Marcellus yo te amo y siempre te amare— dijo
—Eso no es cierto y lo sabes, tú no puedes amar a nadie, ni siquiera a los de tu sangre– dijo Marcellus
—Marcellus Christensen, eres mi hermano, no importa lo que pase, cuando yo valla al cielo pediré que te dejen entrar, lo prometo
—No lo entiendes acaso? No quiero ir, llevo intentando ir allí hace más de 200 años, me canse de intentar, el cielo no es lugar para mi, el infierno es mi hogar y también el tuyo, solo acéptalo será mejor para ti
—NO, NO LO HARÉ, IRÉ AL CIELO AUNQUE SEA LO ÚLTIMO QUE HAGA Y SI TÚ NO QUIERES AYUDARME BIEN, LO HARÉ YO SOLA. AHORA LÁRGATE DE AQUÍ
—Espero esto sea lo correcto, y si piensas que es lo mejor para ti está bien no me entrometeré más, sólo recuerda que pase lo que pase te estaré esperando con los brazos abiertos. Te amo con todo mi corazón hermanita, adiós

Dijo el saliendo del lugar, Amanda se miró en un espejo, tenía lágrimas en los ojos, se las limpió de la cara y habló
—La gente es idiota, de verdad se creyó el teatrito que hice?, pobre Marcellus, ojalá entienda algún día que no se puede confiar en todo el mundo– dijo ella riéndose
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Quieren qué Marcellus vuelva a aparecer??
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–Plumitas Doradas