El ángel de las plumas doradas (Cazadores de Sombras)

Capitulo 33

Bruno yacía dormido en su habitación, Martina en la suya, aún no despertaban, en la biblioteca se encontraban los demás, esperando noticias, pero no pasaba nada, los minutos pasaban y seguían sin nada. En ese momento la puerta se abrió de golpe dejando ver a una Katherine preocupada.
—¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde está Martina? ¿Y Bruno?– se la notaba agitada, como si hubiera estado corriendo por todo Manhattan
—Katy, cálmate si– Lara se acercaba a ella con paso tranquilo– todo estará bien, ellos están bien
—Pero ¿dónde están? ¿Qué les pasó? Por favor Lara– Katherine estaba apunto de llorar, Lara la abrazó tranquilizándola, diciéndole que todo estaría bien, que se tranquilizara.

—No estes nerviosa mi amor– le dice ella a su hija
—¿Y si se arrepiente? ¿Y si pasa algo malo? Creo que es mejor no hacerlo– ella negaba con la cabeza– no lo hagamos
—Mi amor no digas eso, no va a pasar nada si, te lo prometo, todo, absolutamente todo estará bien, ahora cálmate que él te espera
La chica asiente y se levanta de la cama, llevaba un hermoso vestido rojo largo, unos zapatos altos pero no tanto, su cabello rubio caía suelto sobre sus hombros, no parecía tener más de 15 años.
Su madre y ella caminan por los pasillos, el padre de la chica se encontraba en el, ve a su hija y sonríe
—Te ves hermosa pequeña– deja un beso en su frente y los tres siguen su camino.
Al llegar a la parte baja se encuentran con un joven de cabello castaño con un traje rojo, al verlos sonríe y se acerca a la chica
—¿Estas lista?
Ella sonríe y asiente, agarra la mano del chico y ambos caminan hasta el gran salón, al llegar ambos ven a sus seres queridos esperándolos, ella estaba muy nerviosa, pero era buena para ocultarlo, pero no con él
—Estas temblando hermosa
—No puedo evitarlo– ríe un poco
—Piensa que solo somos tú y yo aquí, no hay nadie más ¿si?
—Si
Ambos se acercan al pequeño altar que había en el salón, ahí los esperaba un hermano silencioso
<Estamos aquí hoy para unir a Martina Celine Herondale Fairchild y a Bruno Gael Carstairs Montclair como Sharatais, en la historia sólo han habido 2 pares de sharatais, uno hace 500 años y ustedes ahora, esta ceremonia solo puede hacerse con dos personas dignas para ello, dos personas que tuvieron que pasar por varias pruebas para poder llegar aquí hoy, ustedes dos las pasaron, demostrando así que son dignos de esta ceremonia, ahora es su momento de hablar, Bruno ¿Por qué quieres a Martina como tu sharatai?>
—A Martina la conozco prácticamente desde que nació, ha sido mi mejor amiga desde ese entonces, siempre supe que no la quería como quería a Lara o a Kat, ella tenía algo especial que no podía describir, tampoco puedo hacerlo ahora, creo que jamás lo podré hacer, al principio me costo acercarme a ella, tenía miedo de que todo terminara por mi, pero no fue así, ella se convirtió en una de las personas más importantes de mi vida, haría lo que fuera por ella.
Una lágrima caía por la mejilla de Martina, a ella la acompañaba una gran sonrisa.
     <Martina, ¿Por qué quieres a Bruno como tú sharatai?
—Desde siempre hemos estado juntos, él me ha ayudado en todo, ha estado para apoyarme en los momentos buenos, en los malos, en los muy malos y en los terribles– ambos sonríen– nunca me dejo sola, pero sabía que había algo más, siempre hubo algo más, algo que no podía hacer nada para callarlo, algo que me desesperaba, porque Bruno era la persona que más quería en el mundo y no quería perderlo, no podía perderlo, y tenía miedo de decirle lo que de verdad sentía, pero un día él vino a la sala de entrenamientos, ahí estaba yo, y me dijo cosas que ruedan en mi cabeza todas las noches, en ese momento supe que jamás lo perdería, porque el sentía lo mismo y intentaba hacer lo mismo que yo, porque somos dos personas que estamos destinadas, sin importar como
   <¿Ambos están listos para esto?– Martina y Bruno se miraron y asintieron al mismo tiempo, el hermano les dio dos estelas– ahora deben marcarse>
Martina agarró la mano derecha de Bruno y el agarró la izquierda de ella
—Hoy, aquí y ahora– comenzó Bruno trazando la runa en la mano de Martina
—Yo te tomo a ti– le siguió ella repitiendo su acción
—Como la persona
—Con la que quiero estar
—Sin importar nada ni nadie
—Hoy, aquí y ahora
—Yo te tomo a ti
—Como la persona
—En la que puedo confiar
—En la que puedo dejar los problemas
—Y saber que siempre me apoyarás
—Yo siempre te apoyare
—Porque te amo
—Porque te amo
—Y siempre lo haré, porque hoy y siempre serás la persona con la que quiero estar– dijeron al mismo tiempo terminando la runa
   <Tengo el honor de nombrar a estos dos jóvenes como el segundo par de Sharatais, una Herondale y un Carstairs>
Todos en la sala aplaudieron, y Martina y Bruno sonrieron y se miraron a ellos y a sus runas, Bruno tenía razón, solo eran ellos dos en ese momento, nadie más

Martina y Bruno despertaron al mismo tiempo, él salió de su habitación corriendo y entró a la de ella y la abrazó como nunca lo había hecho, ella le correspondió de la misma forma, ambos con lágrimas en sus mejillas
—Te amo– se dijeron al mismo tiempo y ella lo beso, mientras ambos lloraban, ahí es donde ellos cumplían su promesa, jamás abandonarse, por nada del mundo, eran solo ellos sin importar los demás, no en ese momento, Bruno se acosto a su lado y ella apoyó su cabeza en el pecho de él, como siempre pasaba, ella cerrando sus ojos y el acariciando su cabello

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Después de un mes aparecí, no tienen idea lo que me costó escribir este capítulo, no pensé que iba a llorar pero pasó.
Espero les guste este capítulo

—Plumitas Doradas