Su atención estaba dividida en dos cosas, mirar su reloj y las puertas del ascensor, por órdenes de Sky ahora debía de hacer de maestro con el molesto algodón de azúcar, era difícil para el lidiar con ella, le gustaba pero a la vez se sentía dolido, debía mantener la distancia, ella era su competencia, tenia pensamientos contradictorios, por una parte quería que todo fuera como antes pero otra parte de el decía que era mejor así, suspiro y volvió a mirar su reloj.
-Quince minutos de retraso- Susurro para sí mismo y se recargo en el marco de la puerta de su oficina, levanto la mirada y al fondo vio como las puertas del elevador se abrían y aparecía la causante de que su cabeza fuera un lio, mientras ella se acercaba cada vez mas noto algo diferente, su cabello ligeramente revuelto, su respiración agitada, lo que llamo mas su atención fue que no estaba sonriendo, es mas tenía el ceño fruncido, pero había algo mas, algo que estaba pasando por alto, se dio cuenta que la estaba observando mucho así que opto por cambiar su expresión por una de enojo. –Llegas tarde.
-Gracias por decirlo, no lo había notado.- Algo estaba mal y el chico de cabello negro lo sabía pero claro no haría notar su preocupación.
-¿Estas siendo sarcástica conmigo?- El chico se señalo mientras se enderezaba.
-Sí, bueno ya me has contagiado tu mal humor.- La joven se cruzo de brazos y desvió la mirada mientras inflaba sus mejillas.
-Ahora resulta que yo soy el culpable- Ramón imito su acción e igualmente se cruzo de brazos. Poppy dejo escapar un suspiro y se descruzo de brazos.
-Mira no quiero discutir contigo solo vamos a hacer esto ¿está bien?- Poppy estaba de mal humor pero no por eso se desquitaría con él.
-Si tengo que empezar a evaluarte déjame decirte que ya has fallado.- El chico sonrió de forma traviesa al ver la expresión de asombro de la joven.
-¿Qué?- Ella lo miraba incrédula.
-Así es llegas quince minutos tarde eso que no he contado los que gastaste peleando conmigo.- Poppy estaba con la boca abierta.
-Pero si tú fuiste el que... pero... arg... está bien lo entiendo me equivoque, ahora ¿Qué sigue?- Ella sabía que él buscaba la forma de hacerla enfadar pero también tenía razón por ello opto por quedarse callada y comenzar con las labores del día.
-Sígueme- Ramón camino por el pasillo hasta llegar a una puerta al abrirla le cedió el paso para que ella entrara primero, después de que Poppy entro se regaño así mismo, lo había hecho por costumbre, pero se suponía que la detestaba el debía entrar primero, sacudió su cabeza para dejar de pensar en eso y concentrarse, cerró la puerta y fue junto a ella.
-¿Qué es este lugar?- La joven miraba asombrada la gran habitación, había mesas y estantes con varias cosas de decoración, tales como globos de diferentes tamaños, serpentina, confeti e incluso libros con contenido variado, desde muestras de manteles, tipos de invitación, flores vajillas y mucho mas, pero lo que sin duda llamo su atención fue el estante donde había todo tipo de brillantina.
-Sky la llama la sala del pensamiento o la inspiración, aquí viene cuando necesita nuevas ideas, pero como organizare el aniversario me permitió usarla, claro que también quiere que te familiarices con todos los productos que la empresa se encarga de fabricar.- El chico tomo uno de los libros que tenia fotografías de flores.
-Es increíble- Ella se acerco a los estantes y observo de cerca los tarros llenos de brillantina, al instante toco sus mejillas. Ese gesto no paso desapercibido por el chico que a parto su vista del libro para observarla, después susurro para sí mismo.
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RIVALIDAD ENTRE LIDERES
FanfictionRamón Rost siempre ha soñado con estar en el puesto del gran empresario Sky Toronto, por ello ha trabajado desde hace años en la empresa, su vida era perfecta pero da un giro cuando una chica de cabello rosa lo aplasta con un carrito de mensajería...