RIVALIDAD ENTRE LIDERES

Capitulo 14: Entre hombres

Le tomo unos minutos para procesar lo que había ocurrido, ¿acaso ella había estado ahí hace un momento? ¿Ella le hablo? Su mente quedo en blanco en cuanto sus ojos se cruzaron con los de ella, ¿Qué habría pasado si él le hubiera contestado?, su debate mental fue interrumpido por unos toques en la puerta, contesto por costumbre.

-Adelante- Se cubrió la boca después de hablar ¿Qué pasaba si era ella de nuevo? Espero un momento y nada, tal vez se estaba imaginando cosas, pero en cuanto se dio la vuelta la puerta se abrió y apareció Arroyin.

-Hola amigo- El joven de cabello bicolor se cruzo de brazos mientras sostenía una pequeña bolsa y se recargaba en la pared.

-¿A qué vienes?- Al instante se puso a la defensiva.

-Nada, solo que Gia le mando algo a Poppy, pero lo que me llamo la atención fue verla salir de aquí, dime ¿sabes algo?- Eso era un código rojo, lo que le faltaba que Arroyin la hubiera visto salir, de la manera más calmada le contesto.

-No empieces a imaginarte cosas, solo se equivoco de vestidor.

-Eso si me lo imagino y lo entiendo pero lo que me da curiosidad es saber si te vio con la toalla o sin ella- Arroyin alzo sus cejas y sonreía travieso, el sacaría la información a como diera lugar.

-Dije que dejes de imaginarte cosas, tenía la toalla ¿de acuerdo? No ha pasado nada ni pasara, así que vuelve a tu trabajo.- El joven de cabello negro tomo su traje y comenzó a quitarlo del gancho mientras Arroyin salía.

-De acuerdo pero no te enojes, solo le entrego esto a ella y me voy- Cerro la puerta y Ramón exhalo el aire que había retenido en sus pulmones, no quería ser descubierto pensando en ella, continuo vistiéndose restándole importancia al asunto.

Esa noche el joven de ojos azules y de carácter fuerte tuvo complicaciones para dormir, mientras que la mayoría pensaría que por estrés, una pesadilla o incluso por la fuerte lluvia que caía del cielo la verdad era que la única cosa por la que no podía conciliar el sueño era por pensar en ella y la escena de los vestidores, no dejaba de preguntarse ¿qué habría pasado si la hubiera detenido de irse?, su mente le hizo el favor comenzó a fantasear...

- Qué lindo color, el azul es mi favorito- El se acerco mas a ella, la chica solo se quedo inmóvil, al llegar a su lado la tomo de la muñeca y la jalo para que entrara por completo a la habitación, después le puso seguro a la puerta mientras la acorralaba en la puerta poniendo sus brazos a cada lado de ella a la altura de su cabeza.

-¿Exactamente qué haces aquí?- Noto como ella se le quedaba mirando de arriba abajo y no le contestaba, motivo por el cual la tomo de su barbilla y la alzo para que lo mirara a los ojos.

-Yo... entre por error.- Sus mejillas al instante se tiñeron de ese hermoso color rojo que tanto le encantaba ver en ella.

-Se sincera ¿a qué has venido?- El la aprisiono mas con su cuerpo y acerco su rostro al cuello de ella donde lo olfateo para después susurrarle al oído. -¿Qué buscas?

-Nada- Poppy trataba de alejarse pero no podía, le gustaba aquella cercanía, sus piernas comenzaban a fallarle y sintió que se desmayaría en cualquier momento.

-¿Segura?- El mordió el lóbulo de su oreja con sus labios y eso la derribo por completo.

-Aja- Lentamente se deslizaba por la puerta, pero antes de que tocara el suelo sintió como dos manos se apoderaban de sus caderas, lo próximo que supo fue que estaba sentada arriba de una barra de mármol que era parte de un lavabo, al girar su vista se topo con los ojos azules de él.