03.12.18 (07:42 a.m)
No ha conseguido dormir ni unos minutos.
Se levanta, aún aturdido cuando suena su despertador.
Ayer volvió a casa sobre las cinco y cuarto de la mañana, y se dedicó a dar vueltas y vueltas en la cama, sin apenas poder pegar ojo.
Es raro sentirse así por un caso del cual no sabe nada aún.
Rasca su cabeza al revisar que aún son las siete y media de la mañana y Yoongi le había advertido que debía descansar y tenía hasta las nueve para dormir.
Le va a echar la bronca como le vea por la comisaría, pero decide arriesgarse.
Se dirige directamente a la cocina, cogiendo algunas galletas y acompañándolas con un café solo, que al menos le espabilará un poco y la mañana se le pasará más amena.
Echa un vistazo a su teléfono móvil, tiene muchos mensajes, entre ellos uno es de Namjoon, probablemente, tan sólo un día antes le hubiera dado mucha importancia, porque para él, ser alguien importante ante los ojos de su compañero lo era todo, pero ahora tiene la cabeza puesta en otras cosas, por lo que ni siquiera se molesta en responder y pone la tele al tiempo que se toma una pastilla, al menos así puede que su dolor de cabeza disminuya un pelín.
Al final acaba bebiendo el café de un trago y masticando rápidamente las galletas, colocándose al tiempo su uniforme y mirando varias veces al bote que tiene lleno de bollería que rara vez decide comer.
Echa en su bandolera algunos bollos y llena un termo de café.
En apenas una media hora, ya está entrando en la estación de policía, saludando a sus compañeros, que están desarchivando algunos de los casos que aún no han prescrito y a su superior, que le mira desafiante.
—Fui claro contigo, Park. —Gira la cabeza. —No cambiarás nunca, ¿eh? —Sonríe de forma burlesca. —Tu chico te está esperando. —Dice antes de salir de su ángulo de visión, sin dejarle responder nada más.
Va directamente a la celda del moreno, que le mira sonriente.
—No has tardado mucho en venir. —Comenta, acercándose a los barrotes. —Esas ojeras no lucen muy bien. —Saca parte de la mano por las barras y señala la parte inferior de los ojos del pelinaranja. —Debías de haber descansado más... —Murmura, con una mirada dulce que hace que Jimin sonría debido a su preocupación.
—No es justo que yo duerma mientras tú sigues aquí incómodo, ¿no es así? —Ve cómo el contrario sonríe también. —Ven conmigo. —Toma las llaves y abre con rapidez la puerta, indicándole que le siga con un gesto.
Se dirigen a la sala de interrogaciones de nuevo, el mayor de ambos se sienta en uno de los lados de la mesa y coloca encima el café y lo que ha traído.
—¿Y esto? —Pregunta el moreno, que se ha incorporado en una de las sillas, en frente de él.
—Supuse que tendrías hambre. —Éste asiente, cogiendo la comida y comiendo como si no hubiera probado bocado desde hace meses.
—Gracias. —Dice con la boca llena. —Dios, muchísimas gracias. —Repite, engullendo rápidamente y disfrutando de cada mordisco como si fuese el último.
Jimin se siente bien viendo que ha podido ser de ayuda para el muchacho, cuando éste termina su aperitivo, le mira curioso.
—Cuéntame algo más de ti, Taehyung. —Insiste, agarrándose ambas manos. —¿Qué es lo que te gusta? —El contrario espera varios segundos.
—N-no lo sé... —Piensa, hallando pronto una respuesta que le convence. —Los animales. Me gusta jugar con ellos. —Asiente.
—Oh vaya eso es lindo. —Admite Jimin, que se va relajando poco a poco. Quiere ganarse la confianza del menor, pero no puede dar ningún paso en falso, aunque el tiempo que posee se le escapa de las manos con rapidez y no puede evitarlo. —Por cierto, he visto que tenías marcas en el cuerpo... Me gustaría saber, si no te importa, quién te las ha hecho. —Mantiene un tono suave y amable en todo momento, temiendo cagarla en cualquier momento y que éste deje de hablar con él y le trate como al resto de sus compañeros.
La respiración del moreno va aumentando a medida que pasan los segundos, el mayor tampoco puede evitar notar cómo su frente ha comenzado a sudar y sus dedos están temblando sin control alguno.
—E-ellos... Ellos hicieron que ocurriera... Fueron... —Para de hablar para mirar hacia la puerta, que de pronto se ha abierto y se puede observar al Agente Kim asomado por ésta.
—Park, tenemos que hablar. —Dice con un tono cortante, mirando con desagrado al menor, éste notándolo automáticamente y devolviéndole una mirada agria y oscura, de total desconfianza.
—Ya voy Namjoon. —Añade en voz alta. —Enseguida vuelvo, tú espérame aquí. —Le murmura a Taehyung en el oído, saliendo de la sala y cerrando la puerta para que éste no pueda escuchar lo que sea que el de cabellos grises. —¿Y bien? ¿Qué querías? —Pregunta.
—He buscado en los registros, no aparece ningún chico que coincida con él, que se llame Taehyung en esta ciudad, he buscado en los alrededores y tampoco hay resultados... Ese muchacho no tiene identidad aquí. —Jimin parpadea varias veces, sin creérselo por completo.
—¿De dónde ha salido entonces? —Murmura para sí mismo verdaderamente, aunque el contrario también le consigue escuchar a pesar de que haya hablado en un tono muy bajo.
—Ésto es muy extraño, te dije que ese chico no me daba buena espina y se va confirmando... Hay que investigarlo cuanto antes y si no se obtiene nada, habrá que mandarle al psiquiátrico como sugirieron nuestros superiores. No hay nada que podamos hacer, es demasiado sospechoso que prácticamente esté desaparecido del mapa. —Suspira, echando hacia atrás sus cabellos. —Voy a buscar en el registro internacional, pero no sé si daré con alguien que reúna sus características... Te hablaré cuando lo revise, mientras tanto, ten cuidado con él. —Le advierte, caminando hacia su despacho y dejando a Jimin totalmente desconcertado.
—¿Qué cojones? —Comenta, apoyándose en la pared con la mirada fija en el techo. —¿Quién eres, Taehyung? —Respira hondo.
Esto va a ser más jodido de lo que imaginaba.

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Monster🔮 [Vmin]
Fanfiction¿Qué crees que ocurriría si el mejor agente de toda la brigada policial se involucrara demasiado en el caso que, inconscientemente, hará peligrar su trabajo, su vida e incluso su estabilidad mental?