doce

54 15 3
                                    

27.12.18 (15:21)

—Se acerca nochevieja, Taehyungie. —Sigo masticando los deliciosos fideos que ha hecho el pelinaranja, a pesar de que le he escuchado perfectamente. 

Alzo la cabeza cuando oigo cómo carraspea, esperando que le conteste, más sin entender bien la razón por la cual esa es su prioridad.

—¿Me alegro? —Digo alzando ambos hombros, volviendo a colocarme los palillos en las manos para continuar disfrutando de aquel manjar, pero de repente sus manos hacen que deje éstos en la mesa y le preste total atención.

—Me gustaría preguntarte... Algo. —Esas palabras en sí no me agradan, pero menos aún su tono de voz, que parece el de un profesor que va a castigar a su alumno por llegar tarde a clase. —Es sólo que... No sé, hemos pasado unos días geniales juntos, de hecho, has alegrado mi navidad. Hacía mucho que no me sentía tan feliz por estar acompañado. —Sonrío, denotando lo feliz que estoy de que el muchacho se sienta de esa manera por el simple hecho de estar conmigo, pero me detengo al notar que, tras la breve pausa que se ha tomado, continúa hablando. —Pero sigo preocupado por tu familia. Sé que dejaste bien claro que no querías hablar del tema, yo tampoco soy bueno contando cómo me siento respecto a la mía, pero, después de que aparecieras de esa manera... Incluso si nadie reclamó por ti, ¿está bien que no quieras saber nada de ellos? —Trago saliva, mirando fijamente al chico que se encuentra frente a mí. —A lo mejor me estoy metiendo donde no me llaman, pero... ¿No crees que te echarán de menos? —Suspira. —Sólo, no quiero que te pase lo que me pasó a mí con mi familia, Tae.

De un momento a otro, todos los recuerdos se agolparon en mi mente.

Aquella infancia que por tanto tiempo me persiguió, y a día de hoy sigue dándome pesadillas. 

El corazón me empieza a latir más y más rápido, como si ansiara el momento perfecto para salirse del pecho y correr desbocado fuera de la habitación, pues cada vez parece más pequeña.

Agacho la cabeza, sintiéndome agobiado, queriendo olvidar una vez más todo lo sucedido en mi vida. 

¿Tan malo es querer empezar de cero y olvidar quién eres?

De pronto mis oídos parecen no escuchar, Jimin se ha acuclillado a mi lado, e intenta que reaccione. Ojalá fuera así de fácil.

Por mucho que mis ojos permanezcan abiertos, parecen no estar en el mismo lugar que en el que se encuentra el pelinaranja, que ahora sé que ruega por mi atención por mucho que no pueda escuchar sus súplicas.

Ya había tenido antes esta sensación.

Esa en la que notas que tu interior se desmorona lentamente y te deja encerrado sin la capacidad de salir de allí y poder respirar para ser libre.

Esa en la que sientes el peso de tu fría y cruda realidad sobre tu espalda, pero no es algo de lo que te puedas deshacer realmente, es como una carga a la que estás destinado a soportar.

Pero, cuando las manos agarran mi cabello con fuerza, tirando frente a la intensidad de mis recuerdos, buscando de alguna manera dejar de sentir todo lo que me carcome, cuando aprieto los dientes con tanta fuerza que parece que se van a romper unos contra otros, soy capaz de escucharlo.

Jimin.

Mi respiración se va calmando en cuanto puedo volver a oír su voz. Aunque no luce tan tranquilizadora como siempre, él también está llorando ahora.

El pecho va ascendiendo de manera sosegada, cuando éste es consciente de que estoy empezando a reaccionar de nuevo, posa su cabeza sobre mis piernas, aún sollozando algunas palabras que encuentro plenamente ilegibles.

—Jimin, lo siento. —Aunque de verdad quiera gritarle lo mucho que odio que quiera saber más sobre mí cuando lo único que explícitamente le pedí fue que no lo hiciera, no voy a decírselo. Aún estoy tratando de recuperarme, pero no quiero sonar demasiado grosero con su persona, por lo que, simplemente, intentaré que se sienta algo mejor. —No quería que me vieras así.

Es cierto que los ataques habían sido continuos meses atrás. Mi cuerpo es consciente de ello. Pero esperaba dejarlos atrás con todos estos fenómenos que se habían dado a lo largo de estos días. 

Nunca esperé que Jimin me viera de forma tan vulnerable, odio sentirme de esta manera frente a él.

—No, lo siento yo. —Se atreve por fin a alzar la cabecita y mirarme con esos ojos tan pequeños repletos de lágrimas que caen desbordadamente por sus mejillas. —D-de verdad no quería hacerte daño con mis palabras. S-sólo... —Chisto con suavidad.

—Sólo querías ayudar, lo sé. —Sonrío, posando la mano sobre su cabellera y acariciándole lentamente. —No he tenido una vida fácil. Y para mí, que me hayas dejado vivir contigo es como si el cielo me estuviera dando una segunda oportunidad. Es normal que quieras saber más y... —Pero me veo interrumpido por la forma eufórica en la que ha empezado a menear la cabeza, en negativa.

—He sido un tonto. No necesito saber nada sobre tu pasado, sólo quiero que seas feliz en tu presente. No sé qué te ha pasado para que tengas estas reacciones, pero estoy seguro de que no lo mereces en absoluto. Tú eres mi segunda oportunidad, Taehyung. Prometo cuidarte siempre. —Y sí, eso es lo que quería escuchar.

Me agacho junto a él y decido estrecharle entre mis brazos, en verdad no me gusta el contacto, pero no es una mala forma de celebrar que al fin he conseguido convencerle de no escarbar más en los recuerdos que día tras día trato de desechar.

Muerdo mi labio ligeramente, intentando retener la sonrisa que ahora lucha por salir. El cuerpo del muchacho sigue temblando, y me dedico a buscar la forma en que eso pueda cesar.

—Gracias Jimin. —Trago saliva. Meditando las que serán mis siguientes palabras. —Te quiero. —Y, en apenas dos segundos, su cuerpo reacciona.

Deja de lado los temblores y escalofríos, y parece estar en estado de shock.

Sé que he logrado mi objetivo cuando al separarnos, sus mofletes pálidos se han transformado en dos tomates, y más aún cuando se excusa yendo al baño a lavarse la cara por la fatiga.

Río para mis adentros después de limpiar las pocas gotas que quedan en mis mejillas y me siento nuevamente para seguir comiendo. Aunque ya casi se haya enfriado, no es como si lo fuera a dejar ahí de todas formas.

Mi mirada cambia al ver aquel colgante que, a pesar de que me recuerde la clase de persona que soy, quiero conservar conmigo hasta en el más mínimo instante.

Lo escondo bajo mi camisa y prosigo tomando los fideos.

Bien hecho, Tae.


·························································

HOLA HOLA HOLA

ME ENCANTA ESCRIBIR MONSTER Y QUIERO QUE SEPAN LA VERDAD YA DE YA PERO VAYA, NO SE PUEDE :(

En fin, quería agradecerles a las nuevas personitas que están leyendo, de verdad me encanta ver que les gusta el fic.

Pd. Ya tengo ideas para una nueva historia en las que hay Vmin ¡YUJU! Aunque ya me vale eh, no publicaré nada hasta que acabe estas cuatro historias que tengo empezadas, (por mucho que los deseos me estén matando).

En fin, tengan buen día, yo me voy a estudiar para mi exámen de inglés.

Bye!

Monster🔮 [Vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora