diecisiete

48 14 3
                                    

05.01.19 (20:38)

—Sí que has tardado. —Comento justo cuando le veo cerrar la puerta tras de sí.

—Lo sé, Namjoon y yo teníamos que podernos al día. —Suspiro al escuchar ese nombre, pues el Agente Kim no me hace ni pizca de gracia, pero tampoco voy a decírselo a Jimin por nada del mundo, aunque parece tenerle mucha estima y eso no me gusta.

—No te preocupes. —Comento al tiempo que siento que se ha lanzado sobre mi y me ha empezado a llenar las mejillas de besos. 

Sonrío antes de apartarle un poco para poder darle un beso en los labios y peinarle ligeramente los cabellos anaranjados que han comenzado a cubrir sus ojos.

—Te compensaré. —Dice mientras se levanta, caminando hacia la cocina y despertando mi curiosidad ligeramente. Me levanto del sofá y me dirijo a la sala dónde éste se encuentra, riendo al encontrarle con el delantal ya puesto.

—¿Qué vas a hacer? —Jimin niega con la cabeza, preparando algunos platos y utensilios que empleará.

—La cena será sorpresa, así que vuelve frente al televisor, te avisaré cuando esté lista. —Río para mis adentros y salgo de su vista, por mucho que en otra ocasión hubiera replicado y obligarle a dejarme ayudar, hoy no me apetece demasiado.

Hay algo en Namjoon que no me deja tranquilo y no puedo evitar sentirme de esta manera. Desde que Jimin me avisó de que saldría con él por la tarde, mi cabeza no deja de mandarme señales de alerta, por lo que a partir de ahora estaré mucho más pendiente de lo que pase a mi alrededor.

No debí relajarme tanto junto a Jimin, por mucho que no pueda evitarlo, sé que esa sonrisa sonrisa que me dedica me encanta, pero no debo de centrarme sólo en eso, el chico es alguien curioso por naturaleza, mi única tarea era neutralizarlo un poco, que se fijara en mí y nada más que en mí.

Pero no sé por cuánto tiempo durará este periodo.

Ojalá siempre.

—Tae, hey Tae. —Reacciono tras escuchar su voz, girando la cabeza en la dirección de la que proviene y prestando completa atención. —Estabas en las nubes. —Sonríe tiernamente. —Ésto ya casi está, ¿podrías preparar la mesa? —Asiento, levantándome y haciendo lo que me ha mandado.

Coloco los platos y los diversos cubiertos, dejando todo perfectamente situado y tomando asiento cuando el contrario me lo indica.

—Qué hambre. —Comento a la vez que posa la cena sobre la mesa, espero a que parta la comida y me llevo un trozo a mi plato, disfrutándolo en silencio pero de forma frenética en mi mente.

—Taehyung, tengo que hablar contigo sobre alguna que otra novedad. —Al escuchar aquello, dejo de comer y presto toda la atención de la que dispongo, esperando a que prosiga, cosa que hace cuando me nota completamente centrado en sus palabras. —He hablado con mi compañero y... bueno, me necesitan en el cuartel. Hay mucho trabajo y, he de decir que yo también echo de menos el trabajo, por muy bien que me lo pase contigo en casa, ser policía es parte de mi vida también. —Bajo la mesa, mi puño se ha cerrado con fuerza, pero me esfuerzo por ocultar todo atisbo de decepción de mi rostro, tratando de sonreír amablemente pues luce algo triste por darme esa noticia.

—Jimin, yo quiero que tú estés contento, y si lo vas a estar volviendo a trabajar, claro que te apoyaré. —Digo, sin sentirlo de verdad.

No me molesta que el chico trabaje, el hecho de que tenga que pasar tanto tiempo alejado de mí y, junto al otro agente, es el que en verdad me tiene algo desconcertado. Más aún sabiendo que el tema de mi caso puede salir a flote en cualquier momento, aunque espero con todas mis fuerzas que lo hayan archivado, eso haría mucho más fáciles las cosas.

—Si es que eres el mejor. —Comenta animado, estirando la mano, esperando a que yo una la mía con la suya para que se puedan entrelazar como de costumbre, por lo que, retiro la distancia entre éstas y hago que se toquen, sintiendo después ese maravilloso cosquilleo que sólo la piel de Jimin me produce.

Nunca me ha gustado el contacto físico, tengo unas razones más que fuertes para que ésto sea así, pero me esforcé por no parecer demasiado reacio a las caricias y abrazos del mayor, y parece ser que al final he terminado por acostumbrarme en demasía, lo único que me tranquiliza es que él también, por lo que así no se siente tan mal por mi parte.

Continuamos cenando, yo ahora con cierto desgano pero sin dejar que eso lo pueda entrever el pelinaranja, que está plenamente feliz llevándose la carne a la boca y masticándola de forma despreocupada.

Jimin confía en mí. 

No va a pasar nada.

No va a remover el pasado, le pedí expresamente que no lo hiciera, así que me hará caso y nada pasará.

No descubrirá quién soy ni lo que hice.

Respiro de forma calmada, alzando la vista unos milímetros para ver con claridad los ojos castaños del chico que se encuentra en frente de mí.

—¿Tae? ¿Por qué me miras tanto? ¿Me he manchado? —Pregunta, limpiándose el rostro por si queda algún resto de salsa por sus mejillas, pero niego acaloradamente, dedicándole una mirada tranquilizadora.

—Es sólo que me encanta estar contigo. —Digo, logrando que se ruborice y desconecte nuestras miradas de forma abrupta.

—¡Siempre diciendo cosas así! ¡Algún día te voy a pegar! —Río, olvidando por escasos segundos el mundo que me rodea y lo que ronda mis pensamientos últimamente.

Siendo consciente únicamente de Jimin y de mí mismo. Como si fuéramos las únicas personas en el mundo, y todo pudiera ser perfecto, tal y como siempre lo he imaginado.

···································

Buenas, debería estar estudiando peeeeero aquí estoy otra vez.

Hoy subiré una cosa distinta jejejeje, pero no puedo dar detalles porque es una sorpresita para una amiga.

En fin, espero que vayáis disfrutando la historia y, DIOS, CASI ES NAVIDAD.

QUÉ ILUSIÓN.

Bueno, ya no me enrollo, buen fin de semana :)

Monster🔮 [Vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora