trece

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28.12.18 (02:11 a.m)

Jimin ha dejado de dormir bien desde que éste caso llegó a sus manos.

Sus compañeros decidieron no continuar con él porque lo consideraban un agujero sin salida, pero el pelinaranja no era conocido por rendirse ante la mínima dificultad.

Aunque sí es cierto que ésto parece estarle consumiendo con lentitud.

Busca en internet una y otra vez la casa que estaba a escasos metros de Taehyung cuando le encontraron aquella noche hace más o menos un mes.

Sabe que le dijo al moreno que no escarbaría en el pasado, pero no puede evitar tener esa forma de ser curiosa por naturaleza.

Después del ataque que ese mismo día el chico experimentó, no para de darle vueltas a si tendrá alguna especie de trastorno, que fue lo que hizo que lo ingresaran al psiquiátrico local.

Busca los síntomas que le sucedieron en su portátil, metiéndose en las diversas páginas que le salen destacadas y baja rápidamente, leyendo de forma veloz cada una de las cosas que hay tecleadas en la pantalla.

Traga saliva al leer sobre el autismo, pero Taehyung no parece experimentar todos los síntomas, aunque no lo descarta como opción.

—Tal vez por esa razón sólo quería hablar conmigo... —Dice para autoconvencerse, porque sabe que le espera una larga búsqueda aún, pero acaba negando la cabeza. —Tae tiene empatía por los demás, ésto no puede ser... —Comenta finalmente en voz baja, dando hacia atrás y comenzando de nuevo a introducirse en una página diferente.

Pronto encuentra información sobre los episodios maníacos y lee que la gente que los presenta suelen desaparecer, viajando compulsivamente, hasta perder el contacto con los cuidadores o familiares.

Los ojos de Jimin se van abriendo más a medida que lee, el chico no ha actuado de ninguna manera agresiva o suicida frente a él, pero puede que lo hiciera delante de su familia y les abandonara después, sin poder contactar con ellos ahora por la culpa.

Llega a esa conclusión, pues después lee que normalmente los que suceden esta clase de trastornos, se sienten muy apenados por sus acciones y pueden tener hasta depresión.

El agente suspira, apoyando la cabeza en el respaldo de la silla y restregando sus ojos por la intensidad que recae en ellos debido a la oscuridad a su alrededor y al brillo de la pantalla de su ordenador.

Coge el móvil, observando la gran cantidad de conversaciones que tiene sin contestar en WhatsApp. 

Apenas ha tenido tiempo para respirar los últimos días, ha querido estar con su invitado el mayor tiempo posible, aunque al final ha sido él quién ha sido consolado debido a la soledad.

Sonríe involuntariamente.

Minutos después, aún continúa inmerso en sus propios pensamientos, cuando el aparato comienza a vibrar sobre su mano y se apresura a descolgar al leer el nombre de Namjoon en él.

—Jimin, ¿qué tal va todo? ¿Por qué no respondes a mis mensajes? —El pelinaranja chasquea la lengua, sin gustarle demasiado el tono autoritario que su amigo emplea con él, como si se encontraran en medio de alguna redada policial o algún asunto lo suficientemente turbio que nublara su juicio completamente. Pero no era así. 

—Creo que no estás en posición de exigirme nada, Namjoon. —Dice de forma calmada. Conoce perfectamente al de cabellos violetas, y sabe que la mayoría de veces actúa por instinto cuando de él se trata, así que no suele medir su tono, ni mucho menos sus palabras. Escucha el suspiro al otro lado de la línea y sabe que ha logrado calmarlo.

—Lo siento Jiminie... Es sólo que, bueno, estoy algo preocupado por ti. Pareció afectarte mucho el caso de ese chiquejo y... El caso es que... No quiero que te ahogues en teorías y tus pensamientos. —Tarde. —Eres el mejor en lo que haces, pero todos necesitamos un respiro de vez en cuando.

—No te preocupes Nam, soy lo suficientemente adulto como para saber cuando parar. —Miente y ríe un poco ante sus propias palabras, sabiendo que le está pasando exactamente lo que su compañero está insinuando. —Estoy bien, es sólo que en estas fechas suelo desconectar, ya sabes...

—Sí, entiendo. Si necesitas algo, sabes que puedes avisarme y estaré allí en menos que canta un gallo, ¿entendido Jimin? —El chico asiente, aún sabiendo que el contrario no puede verle.

—Más que entendido, Namjoonie. Eso sí, tenemos que quedar algún día cuando vuelva al trabajo, extraño los cafés dobles a tu lado. —Ambos ríen.

—Dios... Eso lo tomamos cuando hay tanto trabajo que no dormimos por días, ¿quién podría extrañar esos momentos? —Jimin sonríe, miles de imágenes acudiendo directamente de los recuerdos almacenados en su cabeza. —Lo cierto es que con buena compañía todo se lleva mejor.

—Tienes razón. —Agrega. —Escucha Nam, te hablaré mañana, ¿vale? Me pillas a punto de irme a dormir. —Comenta, mirando la hora en su portátil.

—Así me gusta, que descanses bien, aprovechando tus días libres. —El pelinaranja se reincorpora en la silla y escucha cómo su amigo se despide de él. —Buenas noches, Jimin-ssi.

—Buenas noches Namjoon. —Cuelga cuando finaliza sus palabras.

Piensa detenidamente en las palabras que su amigo ha empleado para dirigirse hacia él, y la duda le carcome poco a poco.

¿Desde cuando el Agente Kim ha dejado de ser su crush máximo y ha pasado a ocupar el espacio de amigo en su corazón?

El rostro del moreno que ahora duerme plácidamente en la habitación de al lado, acude a su mente como si de un espejismo se tratara.

No sabe bien cómo, pero en muy poco tiempo, ese chiquillo ha logrado ganarse por completo su corazón.

Cada cosa que dice, o que hace, provoca que en su interior se forme un nudo de sentimientos que jamás había experimentado antes, y que dista mucho de ser una simple atracción.

Acaba soltando el móvil y tumbándose en la cama mirando al techo unos segundos que parecen infinitos. Sonríe al pensar el "te quiero" que el contrario le ha dedicado ese mismo día en la cocina.

—Yo sí que te quiero Tae... ¿Pero ambos lo hacemos de la misma forma? —Pregunta en voz bajita antes de dirigirse nuevamente a la silla y proseguir con la búsqueda en su ordenador. —Si es así, juro que voy a ayudarte en todo lo que esté en mi mano. Sin duda alguna lo haré.

Y, otro día más, renuncia a dormir por descubrir la verdad que, aunque no lo sepa, está más cerca de él de lo que jamás se ha imaginado.

Monster🔮 [Vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora