cuatro

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03.12.18 (4:41 a.m)

Espera a que sus superiores vuelvan a sus respectivos despachos, alentándoles de que él se encargará lo que queda de noche de vigilar al posible testigo.

Camina decidido a descubrir la razón por la cual ese muchacho tan sólo se comunica con él.

No va a mentir diciendo que aquello no le gusta, lo considera como un cumplido muy favorable para su oficio como policía, pero también le resulta algo extraño.

Pues nunca antes había ocurrido algo así.

Entra en la sala, sentándose al otro lado de la mesa del que se encuentra el moreno, que le sonríe de forma maliciosa, logrando ponerle algo nervioso, aún siendo la autoridad del lugar.

—Sí que te gusta visitarme. —Sonríe mientras se recoloca en la mesa, humedeciendo su labio inferior y esperando por una respuesta por parte del policía, que se ha quedado escasos segundos sin habla.

—Esa no es la cuestión. —Consigue entablar conversación nuevamente. —Me gustaría que habláramos. 

—¿No dijiste que hoy no iba a ser interrogado? —Le reprocha el menor, que alza una ceja como gesto desafiante.

—Y lo que te expliqué es cierto. Pero quiero hablar contigo de forma, digamos... Más personal. —El moreno hace más pequeños sus ojos ante tal mención.

—¿No hay nadie allí entonces? —Pregunta acusatoriamente, señalando el gran espejo que se encuentra a escasos centímetros de la espalda del pelinaranja.

—No, todo el mundo está atendiendo a otras cuestiones, te prometo que sólo estamos tú y yo. Ni siquiera las cámaras están grabando. —Vuelve a respirar calmadamente cuando nota cómo la mirada de Taehyung cambia por una un tanto más conforme. 

—Bien pues, ¿de qué quieres hablar conmigo? —El agente se recoloca en la silla, acercándose un pelín al sujeto.

—He hablado con mis superiores y por lo visto, les preocupa tu salud mental. Según me han comentado, no has hablado con nadie de la brigada, sólo conmigo. —Expone los hechos. —Podría sentirme honrado, pero también estoy curioso por cual es la razón de tu selección. Eso me ha hecho pensar que, tal vez escondas algo o que, simplemente te guste molestar y aparentar aires misteriosos, al fin y al cabo, pareces un adolescente.

—No me estoy haciendo el interesante como insinúas. —Los ojos del menor se habían oscurecido de manera escalofriante. Jimin tragó saliva, recuperando la compostura.

—El caso es que, si no dices algo que pueda convencernos en el interrogatorio, probablemente te lleven al psiquiátrico y... —Sus dos cejas se arquearon al ver cómo el semblante de Taehyung cambiaba demasiado rápido, ante esa mísera mención, la fortaleza que había creado en sí mismo, parecía haber caído dando a mostrar su verdadero yo.

—Yo... No quiero ir ahí... —Murmura, ahora su voz sonaba sin ese atisbo de sorna ni de superioridad que le caracterizaba minutos antes.

—Por eso estoy aquí contigo. —El pelinaranja sonríe, intentando hacerle entender que no se trata de un enemigo para él. —Necesito saber qué ha pasado ahí fuera... La razón por la cual estabas en medio del bosque, magullado y asustado, o no podré hacer nada si deciden ingresarte en el psiquiátrico. —Puede observar a la perfección los temblores del delgado cuerpo del chico que está frente a él.

—No pasó nada... Sólo, déjame olvidarlo... —Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos color avellana. —P-por favor. —Ruega entre sollozos.

El pecho de Jimin se encoge, tanto que incluso se replantea si su corazón sigue latiendo tras observar esa imagen.

—Entiendo cómo te sientes. —Dice, colocando su mano sobre la de Taehyung. —No te haré hablar si no lo quieres... Sé que es duro para ti. 

Contiene la respiración cuando los brazos del moreno le rodean sin previo aviso, por sobre la mesa que los separa.

Tras varios segundos aguardando que éste se tranquilice, posa sus manos en la espalda del chico, acariciándole con parsimonia y limpiando las lágrimas que aún caen desbordándose por ambas mejillas.

—T-tengo miedo. —El menor mira la placa del agente, hasta que éste entiende lo que quiere.

—Me llamo Jimin, y puedes estar tranquilo. Nada ni nadie podrá hacerte daño mientras permanezcas aquí y yo cuide de ti. —Los ojos de Taehyung empezaron a deslumbrar con un brillo especial, que hizo que el policía mordiera su labio para evitar esbozar una sonrisa. 

—¿Puedes prometerlo? —Murmura contra su hombro, agarrándolo con fuerza controlada.

—Te lo prometo. —Le susurra al oído, soltando el agarre que éste ha creado entre ambos. —Todo va a ir bien, de verdad.

—Si tú lo dices... Me esforzaré por creerlo esta vez. —A Jimin le resulta demasiado intrigante aquel muchacho, pero tampoco puede ignorar la manera en la que su corazón palpita cuando se encuentra cerca de él.

La mirada de Taehyung penetra en sus adentros con demasiada fuerza, provocándole sentimientos que ni él mismo sabía que se podían llegar a sentir.

La confusión invade su cuerpo de arriba a abajo, matándole lentamente, pero controlándose pues sabe que si presiona al menor no obtendrá lo que quiere.

—Tengo que irme... Sé que una celda no es dónde quieres dormir, pero es mejor que nada. —Traga saliva. —Sígueme.

El muchacho hace caso a sus palabras y camina tras él, hasta que llegan a su respectiva celda y el pelinaranja le indica que entre, para después cerrarla con llave.

—¿Vendrás mañana a verme? —Jimin asiente al ver lo tierno que ha sonado el moreno.

—Mañana trataremos de hablar nuevamente. En verdad necesito que me cuentes. —El menor corta el contacto de sus miradas con tan sólo esas palabras. —Y estaré pendiente de que pases una buena estancia aquí, aunque suene irónico... —Una idea asola la mente del policía. —¿No quieres que llame a tus padres? Estarán preocupados... —Se ve interrumpido.

—No lo están. —Dice de forma tajante. —No quiero que llames a nadie. —Y tras añadir aquello, el mayor ve cómo éste se acomoda al fondo de la celda, abrazando sus propias piernas y dejando a un lado la manta que anteriormente le propició.

Respira hondo y sale del ángulo de visión del chico.

Deja caer el peso de su cuerpo sobre la pared y agarra su cabeza con cierta desesperación.

—Este caso me va a volver loco... —Murmura mientras desciende, hasta quedarse en cuclillas en el suelo.

Y no sabes cuanto, Jimin.

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JEJEJEJEJE

COMO AMO ESTA HISTORIA

ENCIMA ESTA CANCIÓN LE VA AL PEGO; POR MUCHO QUE LA LETRA PUEDA PERTURBAR BASTANTE O INTERPRETARSE DE DIVERSAS MANERAS

ADEMÁS, SEGURAMENTE DURE MÁS DE LO QUE TENÍA PENSADO PORQUE YA SE ESTÁ ALARGANDO EL PRIMER ARCO DE LA HISTORIA XD

NOS LEEMOS

Monster🔮 [Vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora