Me abrazo muy fuerte antes de entrar a la casa, tengo muchas ganas de llorar por todo este día, definitivamente ha sido el peor de mi existencia, no puedo recordar cada sentimiento encontrado que tuve, porque se me revuelve el estómago si lo hago.
Me suelto de mi mismo agarre y subo las manos a mí rostro tapándolo por completo.
—Dios, quita a Jack de mi camino por favor —imploro en voz alta —No permitas que caiga en su trampa, no lo permitas, estoy segura que todo esto es un plan del enemigo para no encontrar a mí idóneo —pego un suspiro bajando mis manos y mis hombros en forma de derrota.
No podía permitir que algo pasará entre Jack y yo, él me comienza a gustar sí, pero no pretendo pensar que él es mi idóneo, sé que él no lo es, no después de su supuesta honestidad y de saber que tiene un conflicto con Mayra.
No entiendo lo que pasa entre ellos dos, solo sé que quiero estar al margen de todo eso.
Mayra me da miedo, después de ver su lado oscuro, nada es igual para mí, pensé que estaba tratando con una chica dulce y transparente, pero ya veo que no.
Abro la casa y le doy gracias a Dios que hay un silencio abrazador, lo necesito, necesito ese silencio todas estas horas para pensar en las posibles soluciones que debo poner ahora mismo en mi vida.
Ya no quiero estar enfocada en los chicos, no quiero seguir pensando que el que me habla dulcemente y se me cruza en mi camino, es mi futuro esposo, debo madurar y replantear la dirección a dónde debo ir.
No quiero que jueguen conmigo como Jack quiere hacerlo.
Me irrita saber que ni siquiera lo esconde, se la pasó diciéndomelo cada vez que podía
Quiero entender lo que le pasa por su cabeza para pensar así. Pero no puedo entender, no puedo entender que un ser humano le quiera hacer daño a otro por placer.
Me tiro a la cama cerrando los ojos, abrazando con fuerza a mi almohada.
Recuerdo las palabras de Jack antes que encendiera el motor de auto y me dejara sin respuesta.—Abigail, he sido honesto contigo ¿Sí? Por favor no trates de huir de mí...
Un nudo se me atraviesa en mi garganta y siento mi estómago cerrarse
¡Qué egoísta que es!
—¡Abi!
Dios, no me tortures de esa manera. Renegué en mis adentros.
Ruedo mis ojos y miro a mi madre con un vestido bastante elegante para ser día de semana.
—¿Qué pasa mami? —disimulo mi estado de ánimo y mis ganas de estallar en llanto.
—Como que qué pasa. Pasa que te tienes que vestir ahora mismo, iremos a una actividad importante —Qué puede ser más importante que mi jaqueca que se está formando rápidamente ¡Ja! Nada puede ser más importante que eso.
—Pero mamá, hoy no pretendía ir a ningún lado, acuérdate que andaba con mis amigos, —pego un suspiro del cansancio y de la decepción que me gastaba, no podía ni mantener mis ojos mucho tiempo abiertos, solo quería dormir y olvidar este día —y por otra parte, estoy cansada —digo sacando un gran bostezo.
—No me importa si estas cansada o no, vas a ir y punto, —dice sentenciándome con su dedo —así como tienes ánimos para andar con tus amigos, así debes de tener para hacer vida social lejos de ellos — cruza sus brazos molesta y me lanza una mirada matadora —Vete a vestir que ya nos vamos —y con eso da media vuelta y camina hasta salir del cuarto.
—¡Dios! —exclamo sin saber que mi madre no se ha retirado completamente.
—¡Y te apuras! Si no te vas con esas fachas para la celebración —me grita asomándose de medio cuerpo.
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Querido Idóneo [Borrador] (Completa)
SpiritualAbigail era una chica muy cristiana, a pesar de sus 15 años, era muy madura en los caminos del señor, todas las noches al momento de acostarse le pedía a Dios que mandara a su idóneo, ese hombre que con solo verlo reflejará el amor que provenía de l...