Suspiro dejando caer una hoja en blanco sobre el pasillo que lleva al campo de fútbol de la escuela. No sé ni qué hago aquí.
No debería de moverme de este lugar, no soy aficionada del deporte, y todos mis maestros lo saben, pero claro, ellos sí, y no les interesa suspender tiempo productivo, con tal de ver a un par de adolescentes cayendo como enfermos unos sobre otros.
Me inclino a recoger la hoja y la coloco con cuidado sobre mi libro de química.
Mi mente da mil vueltas al recordar el rostro de Jack esta mañana.
Duro y sin expresión, tan parecido al de una persona que no tiene gota de sentimientos.
Quise preguntarle, saber el motivo de su comportamiento, pero pensé que yo podía ser la culpable, luego de que Melvin nos sorprendiera en una plática muy extraña, lo tomé de la mano, y lo arrastré hacia la mesa que ya habíamos apartado. Pasamos horas sin ver a Jack, y eso fue lo mejor. Ni siquiera me despedí.
Definitivamente que él es el ser más complejo e indescifrable que he conocido. No sé lo que piensa, lo que siente, no sé nada de él, y eso me pone más nerviosa de lo que debería ser, en cambio él, siento que sus ojos me estudian, se da cuenta de lo que pienso, de lo siento, y eso no es bueno, no es bueno.
—Hola Abi —volteo a ver a Mayra y empuño mi mano libre. No entiendo mi reacción. Se acerca a mí con una sonrisa tan parecida a la de aquella noche, la noche del cumpleaños de Natalia —Quiero hablar contigo —veo cruzar sus brazos, en su rostro no se nota ninguna clase de enojo, y eso hace bajar un poco mi tención.
—¿Conmigo? —Sonríe.
—Claro —relaja sus brazos dejándolos caer —Mira Abi, sé que no me he portado bien contigo, pero quiero explicarte el por qué —ella da la media vuelta quedando su espalda en mi campo de visión. Coloca sus manos en sus jeans azul marino y sube un poco sus hombros —Tengo una razón obvia de todo este asunto —da un pequeño giro en su misma postura y puedo ver sus ojos brillar, encenderse algo en ellos —Me he sentido insegura —expresa con una sonrisa tímida —Eres muy bella Abi, no sabes cuánto —abro mis ojos, jamás pensé escuchar estas palabras de la chica que he admirado por años ¡Por favor! Si aquí hay alguien bello, esa es Mayra ¿Yo? Pues yo solo soy una chica normal, que hace reír a las personas, quizás sea solo la típica chica que no tiene gracia, pero que por su cualidad de socialización, hace que las personas la vean agradable.
—¿Pero por qué me dices eso? —pregunto sorprendida.
—Ya te dije, yo no me he portado bien, y quiero explicarte, llegar al punto de la razón —saca sus manos de los bolsillos de su jeans para atrapar mi mano libre —Necesito que me escuches, que entiendas, que sepas lo que estoy sintiendo —pega un pequeño suspiro e intenta sonreír, pero ya no sale nada, sus ojos los veo empezar a producir un brillo de aquellos donde son las lágrimas que gritan por salir —Yo amo a Jack —esas palabras me llegaron al corazón, golpeándolo. Mi estómago se empieza a revolver, y entonces la cordura me empieza hablar.
Cierro por unos segundos mis ojos y me hago dos preguntas.
¿A qué estoy jugando?
¿Será qué me he sabido comportar como la chica decente que debería?
Abro mis ojos y el rostro de Mayra esta expectante. Una lágrima sale de mis ojos.
—Lo siento —digo.
—¿Lo siento? —Mayra aprieta más mi mano —¿Acaso has hecho algo con Jack que no sepa? —su rostro está cerca del mío, tratando de interrogarme sin decir nada, con solo mis reacciones.
—No—digo inmediatamente de ver sus intenciones.
—Abi, necesito saber lo que sientes por Jack —su tono de voz es persuasivo, dispuesto a querer saber hasta mis más últimos pensamientos.
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Querido Idóneo [Borrador] (Completa)
SpiritualAbigail era una chica muy cristiana, a pesar de sus 15 años, era muy madura en los caminos del señor, todas las noches al momento de acostarse le pedía a Dios que mandara a su idóneo, ese hombre que con solo verlo reflejará el amor que provenía de l...