Caigo en forma de derrota en el asiento que estaba sentada Anabel, y veo a Signia disimulando. Baja la mirada, una de sus manos se desliza sobre un libro sobre la mesa. Lo abre y empieza a leer. Trago saliva, por mi garganta reseca, mi corazón se siente demasiado triste por cada palabra que expresó mi mejor amiga. Aparto mi mirada de Signia y se clava en Melvin, sus ojos tristes.
—Lo siento —dice bajando su mirada para encontrarse con un material duro, y sin vida —Ella necesita tiempo.
—Ella solo necesita a sus amigos —digo mostrando enojo. La verdad es que sí, empiezo a sentir mucho enojo.—¿Acaso no les importa lo que está pasando?
Signia despega su mirada del libro y Melvin no sube su mirada, se queda ahí, estático, casi como la mesa.
—No podemos hacer nada—dice Signia —En serio Abi, ella tiene que resolver ese conflicto sola, entre más gente haya involucrada, será más doloroso.
Pegó la palma de mi mano sobre la mesa y Melvin levanta la mirada por el sonido.
—No estoy de acuerdo con ustedes, los amigos no se abandonan en los peores momentos.
—Abi, nos estás juzgando mal —dice Melvin hundiendo su ceño.
Ah, por fin reacciona.
—Es que no entiendo su forma de pensar —digo viéndolos a los dos —Tú —digo señalando a Melvin —¿Dónde está ese amor que venía naciendo por ella? —Melvin me ve, su respiración se agita y empuña sus manos, retuerce su boca y sin decirme nada, se levanta para alejarse de nosotras.
—No lo debiste de decir —dice Signia muy seria levantándose para ir tras él.
¡Señor!
Son un par de dramáticos.
Se supone que solo soy yo la dramática, pero tal parece que todos mis amigos andan en sus días.
Pego mis dos palmas de las manos a mi rostro, deseando desaparecer de este día tan malo.
—¿Mal día?
Despego mis dos manos de la cara y veo a un Andrés sonriente.
¿Qué? ¿Ahora este me va a salir hasta en la sopa?
Sube una de sus cejas gruesas, al no ver respuesta inmediata. Sí que es atractivo, no entiendo por qué no tiene novia, hace rato lo noto alejado de todo ese club de chicos donde hacen orgias.
Me parece tan extraño, todo de él me ha parecido extraño desde que apareció una tarde de abril en esta escuela.
Sé que ha tenido muchas chicas a sus pies, pero termina con ellas, no es el típico mujeriego, pero tampoco es un chico muy accesible.
Pego un suspiro y termino por contestarle lo más honesto que puedo.
—Pésimo día —digo molesta y decepcionada.
—¿Otra vez tu novio te dejó sola? —pregunta sonriendo. Niego con mi cabeza.
—Él no es mi novio —confieso —Es un amigo —no tenía por qué aprovecharme de la relación especial que tenía con Jack y decir lo que legalmente no éramos.
Andrés abre sus ojos ligeramente por mi respuesta y baja su mirada.
—Pensé que lo era —dice a lo abajo.
Otra vez suspiro.
Me siento tan desanimada.
—Estoy cansada Andrés, y lo menos que quiero es hablar de mi vida personal —intento levantarme, pero solo logro inclinarme cuando su mano me detiene.
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Querido Idóneo [Borrador] (Completa)
SpirituellesAbigail era una chica muy cristiana, a pesar de sus 15 años, era muy madura en los caminos del señor, todas las noches al momento de acostarse le pedía a Dios que mandara a su idóneo, ese hombre que con solo verlo reflejará el amor que provenía de l...