9. El único amor de mi vida

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- Te ví muy agitado en la cena, estás bien? -Jin lo detuvo de seguir subiendo la escalera, aunque dudó en dejarlo seguir, tal vez por la buena vista de su trasero que tenía desde el primer escalón.

Namjoon lo miró con esa expresión indescifrable que pone la gente cuando son descubiertos en medio de un lío.

- Si, sólo tengo sueño.

- Estás seguro?

- Estoy seguro, Jin. -asintió sin mirarlo a los ojos.

- Bueno, con eso solo me estás dando la razón, Joon. -lo miró divertido al darse cuenta de que Namjoon aún no podía mentirle.

- Es... Es nada, ya se me irá. - lo descartó.

- Vamos, no te matará decírmelo.- se quejó Jin.- En la tarde estabas lo mas bien, qué sucedió?

- Te digo que no tiene importancia, Jin.

- Estás celoso? -lo picó Jin en broma, no se esperó la respuesta del contrario.

- Claro que no, puedes hablar con Tae todo lo que quieras! -dijo nervioso, Jin abrió la boca de par en par. - Ay, no, lo dije verdad?

- Sip.

- Esto es incómodo, no puedo simplemente irme a dormir...? -dijo amagando con escabullirse.

- No, no, claro que no. -lo detuvo Jin. - Estás celoso de Tae?

- No, no lo estoy, es solo que... No lo sé, solo me puso de mal humor, no es nada. -se rascó la nuca.- En serio.

- Namjoon, Tae es como un hijo para mi, porqué te pondrías celoso?

- No me digas Namjoon, suenas a mi madre. -se quejó.- No lo sé, yo también solía ser como un hijo para ti...

- Y tienes miedo de que vea a Tae como algo mas, huh? Como hice contigo. - murmuró.

- No! Bueno, si, en parte. -se encogió de hombros. Jin suspiró.

- Namjoon, tu fuiste el único amor de mi vida, y planeo que siga así.- le sonrió.

Eso calmó a Namjoon, ninguno de los dos seguía enamorado, no como años antes, pero saber que él había sido el único dueño de su corazón lo hacía sentirse bien.

- Además, Tae es muy joven para mi, qué me crees? -le golpeó el hombro, Joon rió.

- Ah, como si a tí no te gustaran jóvenes, qué no recuerdas a...?

- Shhh, calla. - le detuvo mientras Joon reía.- Anda, a dormir, que hay cosas que hacer.

- Lo que usted diga, jefe.- le sonrió Namjoon terminando de subir la escalera.

Debía admitir que se sentía muchisimo mas calmado con las palabras de Jin, el porqué? Tampoco le interesaba, solo se tumbó a dormir.

En la subida, se cruzó con Ímogen, que salía envuelta en una toalla blanca, cruzaron miradas, y cada uno decidió meterse en sus propios asuntos.

Un piso mas abajo, dos muchachos se envolvían en una situación que podría considerarse repetitiva, Jimin acorralaba a su criminal preferido contra la pared, y exploraba su cuello como si fuera un vampiro.

- Vamos a mi habitación?

- Te tardaste.

Esta vez, Suga le seguía el paso, recorría con sus manos una y otra vez la espalda del rubio y colaba sus dedos fríos por el borde de su camisa.

Está helado.

Es un puto incendiario Jimin, qué importa!

Su mente le jugaba una mala pasada incitándolo a quitarle el encendedor, ya sabía donde estaba; en el bolsillo trasero de sus jeans.

Qué es lo peor que puede pasar?

Aunque por alguna razón sabía que Yoongi intentaría resistirse, es decir, era obvio por la manera en que había arrancado el pasto con uñas y dientes la noche anterior buscando su pequeña baratija.

Deslizó sus manos a su trasero con delicadeza, Yoongi pasó sus dedos fríos por su esplada baja, a Jimin le recorrió un escalofrío por dos cosas; sus dedos estaban HELADOS y por dios, se sentía como el paraíso.

Y un movimiento rápido, y voilà, el encendedor estaba en sus manos, y lo mejor de todo, sus manos estaban es u trasero.

Sin embargo, con contó con el hecho de que Yoongi no era idiota, y en cuanto sintió la mano del rubio deslizarse fuera de su bolsillo, se separó de él.

Jimin quedó atrapado con las manos en la masa, mas bien, sus manos en el fuego. El encendedor metálico brilló con la luz de la luna.

De repente, Jimin estaba en presencia de un Yoongi de manos temblorosas y poca fuerza.

- Porqué me quitaste el encendedor?- preguntó con la vista fija en su pecho, y ambas manos en puños a los lados de su cuerpo.

- Yo... Eh...

- Te parece gracioso? Huh? Te divierte verme temblar como un niño? -le dijo con voz temblorosa.

- No, claro que no! -se apresuró a decir.- En realidad no sé porqué lo hice, yo... Te lo devuelvo si quieres...

Yoongi alzó la mano temblorosa, con la palma en alto, Jimin dudó, pero al final, le entregó el encendedor. En cuanto los dedos fríos del mas bajo se cerraron en torno al cachivache, dejó de temblar.

Yoongi miró detenidamente el encendedor, como cerciorandose de que no tenía ninguna falla, y se volteó.

- No soy débil, no soy frágil, Jimin, eso tenlo bien en claro.- murmuró apoyando el encendedor en la mesa de luz.

Volvió a mirarlo, el rubio notó como intentaba ocultar el temblor de sus manos, dió tres pasos hacia el hasta estar lo suficientemente cerca como para sentir su aliento sobre sus labios.

- No puedo hacerte nada, nada que tu no quieras.- dijo bajando la vista.

- Y qué si si lo quiero?

- No te voy a hacer daño.

- Pero eso es exactamente lo que quiero, Jimin, hazme daño.- murmuró pasando su mano temblorosa por el bordillo de su camisa, Jimin la atrapó entre sus propias manos.

- No, no soy un abusador como lo era tu padre, no te haría lo mismo, ni a ti, ni a nadie. Jamás.

- Entonces me voy. - Yoongi estiró su brazo para tomar su encendedor.

- Claro que no. - Jimin atrapó su otra mano entre las suyas, sentía el temblor, ese temblor lo estaba atormentando.

Basta! Deja de temblar!

- Es inútil, no va a detenerse. - soltó Yoongi al ver como Jimin intentaba controlar el temblor de sus manos.- Ya lo intenté, no tiene caso.

- Eso es ridículo, tiene que haber una manera.- lo contradijo el mas alto, puso las manos del contrario sobre su pecho y lo abrazó con fuerza.

- Qué haces?

- No se lo que sea que te suceda, Suga, pero te juro que te voy a curar.- murmuró acariciando el cabello del pelinegro.

- Suerte.








Oh, man holy shit.

The [Fuck Off] PlanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora