- Creíste que escaparías otra vez? - el hombre vestido de negro río, NamJoon se retorció en la silla.
- Jamás te diré dónde está. -le escupió mientras intentaba zafarse de las sogas que ataban sus muñecas a sus espaldas.
- Oh, claro que lo harás.- murmuró volteandose a la mesa. - Te presento a mis chicas.
Dicho esto, se volteó, en sus manos llevaba dos elementos metálicos semejantes a los que se usan en operaciones. NamJoon tragó saliva.
- No.
- Sipididipi. -canturreo él, dejó los artefactos quirúrgicos en la mesita y se comenzó a calar un delantal marrón.- Nos vamos a divertir, RM.
- No, no, no, aléjate. -comenzó a desesperarse mientras el hombre se acercaba a paso lento, tiró de las cadenas en sus muñecas.
Los lentes de sol polarizados del hombre le daban un aspecto escalofriante y peligroso, y el delantal tenía manchas de distintos colores que sólo ayudaban a darle mas pánico.
- Dónde está? -dijo tomándolo de la mandíbula.
- N-no te voy a decir. -volvió a negarse, intentando en vano patearlo.
- Entonces te lo voy a sacar a las malas.- levantó en una de sus manos una especie de pinza circular.- Abre la boca...
- Aléjate maldito malnaci…! Mmfghg!
Era horrible, tenía sobre su rostro ese maldito artefacto que le impedía cerrar la boca, y se clavaba en su piel como si intentara desgarrarle las mejillas.
- No, no, no, no cierres lo ojos. - sintió como tiraba de su cabello y lo abligaba a abrir los ojos.- Me vas a decir dónde está ahora?
Si, lo haré, por favor suéltame!
Mas cualquier sonido que saliera de sus labios era incomprensible, el hombre rió.
- Qué dices? No te entiendo nada RM, creo que tienes algo atascado en la garganta... -se carcajeo al tiempo que sacaba las pinzas circulares de su bata.- A ver, di "Aaah"...
No le faltaron razones para gritar, jamás había sentido tanto dolor, cuando las pinzas circulares se aferraron a su garganta.
Se incorporó llevando sus manos a su cuello en cuanto sintió unas manos zarandearle los hombros. Sintió su sudor sobre la frente y su corazón acelerado, y sólo en ese momento se calmó.
- Qué pasó?
- Tuve una pesadilla. -dijo intentando calmar su respiración, alzó la vista encontrándose con Jin.
- Gritabas mucho Joon, pareciera que te estaba torturando.- dijo mirándolo preocupado.
- Lo estaban, gracias por despertarme.- susurró quitándose el cabello sudado del rostro.
Jin suspiró.
- Sigues teniendo ese sueño? -preguntó.
NamJoon sabía a lo que se refería, antes de romper, un mercenario había atrapado a Jin con la intención de encontrarlo a él. Cuando Jin le contó cómo lo había torturado, Joon comenzó a tener pesadillas.
- Qué soñaste esta vez, huh? - SeokJin se acomodó a su lado, con la espalda apoyada en la pared.
- Soñé con... La cosa esa metálica que te colocaron el la mandíbula.- habló mirando a la nada. Jin hizo una mueca.
Se había cansado de repetirle que no había sido para tanto, que no fue nada que no pudiera soportar, pero era en vano, RM seguía culpandose.
- Quieres que te lea algo? Qué tal tu libro favorito? -Jin alargó la mano a la mesita de luz, pero NamJoon se lo impidió, atrapando su muñeca entre sus manos.
- Me conozco ese libro de memoria, lo único que lograras leyéndolo es estresarme por tu mala pronunciación. -dijo mientras lo volteaba hacia él. Jin tragó saliva.
- No es mi culpa no tener un coeficiente intelectual de ciento cuarenta y ocho.- Joon dejó escapar una sonrisa.
Sin siquiera saber como, ambos terminaron abrazados el uno al otro, NamJoon sentía esa pesadilla mas que lejana, opacada por el olor a madera de la tela de Jin. Cómo había olvidado eso? Se abrazó a él como quien se aferra a un barco en medio.
- Lo siento muchísimo, Jinnie.
- Ya te dije que no fue para tanto...
- No por eso, idiota... -suspiró.- Lo siento por hacer que nos alejaramos.
Hubo un silencio, en el que NamJoon creyó millones de cosas, e imaginó millones de escenarios.
- Durante el tiempo que estuvimos lejos, dejé de estar enamorado de ti, Joon.
Ouch.
- Pero ahora me doy cuenta de que sólo fue mi cabeza engañandose a si misma, y que sigo estando igual de estúpido por ti de lo que estaba antes.- Jin terminó de hablar riendo.
- Por un momento creí que me ibas a rechazar.- se quejó NamJoon aliviado, Jin comenzó a reírse de los nervios.
Eso lo hizo sonreír mas, ese era el Jin que conocía, del cuál seguía enamorado, la miró esperando a que dejara de reír como una foca, pero al final, le dió mas risa a él.
- Deja de reirte! -dijo rojo de verguenza, NamJoon lo abrazó.
Claro que cuando Jin notó que NamJoon había dejado de reír, y había escondido su rostro en su pecho, se asusto.
- Oye, espera, no vas a llorar no? Ay, no, no llores, me vas a hacer llorar! NamJoon! -Joon no pudo evitar reirse de cómo Jin entraba en pánico, pero el pelimarron tenía razón, le escocían los ojos.
- Te extrañé tanto, Jin.
- No empieces, se supone que es un momento romántico... -dijo Jin abrazando su esplada.
- Prefieres que te bese y ya?
Al oír eso, Jin se apartó para mirarlo a los ojos con sorpresa, como un niño al que le ofrecen un dulce.
- Lo dices en serio?
- No me vas a rechazar, o si?
- Pero caro que no! -se incorporó casi ofendido, alzando la voz, NamJoon se mordió la lengua para no reírse.- Eres un ridículo! Porqué siquiera se te pasó por la mente que yo fuera a...?
Jin no terminó la frase ya que los labios de Joon colapsaron sobre los suyos, dándole un beso sabor cereza que le hizo olvidar lo que estaba diciendo.
- ... Yo... Estaba hablando... -amagó con comenzar a quejarse otra vez, NamJoon volvió a besarlo, y se rindió.
Se desató una guerra de besos y abrazos, como si compitieran por ver quién se anhelaba mas, quien podía quemarse primero en la llama de su amor, quién estaba mas feliz de volver a estar juntos.
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The [Fuck Off] Plan
FanfictionLos ocho mejores y mas buscados criminales fueron convocados a una prueba. ¿La recompensa? Mas dinero del que necesitarán jamas en sus vidas. ___________________________________________________ - Hasta donde yo sé, solo se conocen dos cosas sobre e...